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A pesar de todas las campañas que hacen hincapié en la concienciación ambiental, en Europa se generan cada año más de 25 millones de toneladas de residuos plásticos, algunos de los cuales tardan aproximadamente 500 millones de años en descomponerse.
Para aportar su grano de arena, Lilly ha anunciado que tanto la compañía como sus empleados han iniciado el camino para abandonar el uso de plásticos efímeros. Como objetivo para este 2019, se han marcado la sustitución de los envases de plástico por unos envases de cartón más sostenibles y menos contaminantes.
En concreto, según ha comunicado la compañía, se han dejado de ofrecer botellas de agua en el comedor de los empleados, para lo que se han instalado fuentes. Además, se han sustituido los vasos de plástico de las máquinas de vending por otros de cartón más sostenibles. Con la implantación de estas medidas, se conseguirá evitar al año el consumo de más de 55.000 botellas y 200.000 vasos de las máquinas de café, que, pese a ser reciclados, generaban más de 2.000 kg. anuales de residuos plásticos, además de los contaminantes indirectos emitidos durante la producción, transporte y gestión de los residuos.
Crecimiento sostenible
Tal y como ha recordado Nabil Daoud, presidente de Lilly España, Portugal y Grecia, “Lilly cuenta con un departamento de Medio Ambiente que lidera el sistema de gestión ambiental. A través de él, la compañía se esfuerza en reducir el impacto de sus actividades en el entorno y lograr un crecimiento sostenible”. Para ello, según remarca el presidente, la empresa se marca objetivos relativos al ahorro en los consumos de energía y agua, la eliminación de los residuos que se envían a vertedero por otra gestión más sostenible (reutilización, reciclado y valorización) así como la reducción de emisiones y vertidos, “objetivos que están en línea con los marcados por la ONU de cara a 2.030”, añade.
Mejora ambiental
En los últimos cuatro años, Lilly ha reducido en un 12 por ciento el vertido de agua a la red de saneamiento, siempre cumpliendo los parámetros marcados, y ha puesto en marcha un plan para sustituir aquellos compuestos que tienen fósforo en su composición por otros que no lo tengan o lo tengan en menor cantidad.
Asimismo, entre 2017 y 2018 la compañía ha dedicado aproximadamente un millón y medio de euros en actividades encaminadas a la gestión y mejora ambiental, como la gestión de residuos, depuración de aguas, gastos de personal dedicados a gestión ambiental, control de emisiones y vertidos, limpieza de alcantarillado, etc. Según desataca la compañía, uno de sus pilares en materia responsabilidad social corporativa es el cuidado y respeto al medio ambiente.
Estos envases generaban más 2.000 kilogramos anuales de residuos plástico