Los 13 organismos firmantes del Plan de Acción Mundial para una Vida Sana y Bienestar para Todos (ODS3 GAP) han publicado su último informe: “¿Qué ha funcionado? ¿Qué no ha funcionado? ¿Qué sigue?”. Un documento que refleja los trabajos de los últimos cuatro años. En el mismo se esboza lo que ha funcionado y lo que no a la hora de reforzar la colaboración y el apoyo para acelerar el avance de los países hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la salud.

Este año se cumple la mitad del camino hacia los ODS, pero según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el mundo se está quedando atrás en la consecución de los objetivos globales. Desde su lanzamiento en 2019, el GAP SDG3 permitió la creación de nuevas estructuras de colaboración entre los organismos firmantes en áreas clave como la financiación sostenible y la atención primaria de salud, entre otras. Y al menos 67 países participaron en uno o más de los temas del acelerador del GAP ODS3.

“Hemos logrado avances importantes, pero aún nos queda un largo camino por recorrer para mejorar la forma en que las organizaciones multilaterales colaboran para apoyar a los países. Debemos escuchar lo que nos dicen los países y seguir sus orientaciones”, afirma Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS y presidente del Grupo de directores del GAP del ODS3.

Las seis recomendaciones a corto plazo

El informe ofrece seis recomendaciones clave para garantizar que los países se beneficien de un apoyo más racionalizado, con el fin de hacer realidad los compromisos asumidos. Entre ellas se incluyen:

  • Continuar el ciclo de mejora del GAP del ODS3 para la salud recabando la opinión de los estados miembros sobre cómo se colabora a nivel nacional y respondiendo a las recomendaciones relacionadas.
  • Mantener el GAP como plataforma de colaboración.
  • Fomentar una mayor colaboración a escala nacional en materia de atención primaria de salud y explorar nuevos problemas, como los sistemas de salud resilientes al clima.
  • Aplicar conjuntamente nuevos enfoques a nivel de país, como el enfoque de prestación de servicios con impacto.
  • Colaborar más con la sociedad civil.
  • Trabajar con los estados miembros para reforzar los incentivos a la colaboración mediante el liderazgo político, la dirección de la gobernanza y la financiación para apoyar la colaboración.

Se espera que las principales conclusiones del informe se incorporen a los debates de la próxima Cumbre de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) sobre los ODS y a la Reunión de Alto Nivel sobre la Cobertura Sanitaria Universal que se celebrará en septiembre de este año.

Los próximos pasos

Más allá de la mitad del camino hacia 2030, las autorreflexiones colectivas de los organismos presentadas en este informe pretenden contribuir a analizar la mejor manera en que el sistema multilateral puede apoyar los esfuerzos de los países para reanudar y acelerar el progreso hacia los ODS relacionados con la salud.

El mensaje general es claro: el autocompromiso de los organismos para reforzar la colaboración puede funcionar, pero sólo hasta cierto punto. Abordar la cuestión de los incentivos, incluido el liderazgo político, la dirección de la gobernanza y la financiación de la colaboración, son la otra cara de la moneda.

En última instancia, el objetivo de una mayor colaboración para apoyar a los países en sus esfuerzos por alcanzar los ODS es contribuir a la consecución de los mismos. Llegar a esa meta es contribuir a mejorar la salud y el bienestar de miles de millones de personas en todo el mundo.

¿Qué no ha funcionado en el GAP del ODS3?

El grado en que los compromisos del GAP del ODS3 se han traducido en acciones y se han aplicado a nivel nacional ha variado considerablemente, ya que algunos países y agencias han cumplido con los objetivos mientras que otros han mostrado un compromiso y una acción más bien limitados.

Estos resultados desiguales se deben a una serie de variables específicas del contexto que influyen en la colaboración, como la disponibilidad de recursos y otros incentivos, las actitudes individuales o la inflexibilidad de los procesos de algunas agencias o países.

Las restricciones de viaje relacionadas con la COVID-19 también limitaron los primeros esfuerzos de compromiso, y algunos grupos de trabajo -como el de igualdad de género- han carecido de recursos para apoyar una colaboración más estrecha a nivel nacional.

Por otro lado, los enfoques utilizados en algunos países -como las misiones conjuntas, el compromiso de los grupos de trabajo de los aceleradores y una carta conjunta enviada en 2021 por los directores de las agencias a sus equipos en los países-, han sido eficaces, pero no suficientes para traducir plenamente los ODS3 a la práctica.

De cualquier manera, desde la OMS reclaman nuevos enfoques de aplicación conjunta a nivel nacional, como el enfoque de ejecución por impacto, que están utilizando ya algunas de las agencias.

Ejemplos de buen hacer

Entre los ejemplos de buenas prácticas de colaboración citados por los encuestados figuran: los principios en los que se basa la alineación (como el cambio de un enfoque basado en proyectos a otro basado en programas); un acuerdo formal o un marco operativo entre el gobierno y los asociados para el desarrollo; un plan estratégico del sector sanitario en torno al cual los socios puedan alinear paquetes sanitarios esenciales como parte de los planes nacionales; el uso de mecanismos nacionales de coordinación sanitaria; la planificación conjunta entre los socios para el desarrollo y con el gobierno; la alineación de la financiación y el uso de sistemas nacionales de seguimiento e información.

Agencias firmantes

Los signatarios del GAP del ODS3 son: Gavi, la Alianza para las Vacunas; el Fondo Mundial de Financiación para Mujeres, Niños y Adolescentes (GFF); el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial); la Organización Internacional del Trabajo (OIT); el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA); Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA); Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF); Unitaid; Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres); Grupo del Banco Mundial; Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).


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