El Instituto de Investigación Clalit ha elaborado uno de los estudios más grandes del mundo sobre la efectividad de la tercera dosis de la vacuna Pfizer / BioNTech BNT162B2 contra la variante Delta del SARS-CoV-2.

A pesar de la campaña de vacunación, actualmente se está observando un resurgimiento de casos por SARS-CoV-2 en muchos países. Este aumento, dicen los expertos, puede deberse a dos factores: a la aparición de la variante Delta (B.1.617.2), que presenta una mayor transmisibilidad en 50 por ciento; y a la disminución de la inmunidad de las primeras vacunas administradas meses antes.

Ante dicho resurgimiento, son varios los países que tienen previsto administrar una tercera dosis de refuerzo de la vacuna de ARNm COVID-19. No obstante, todavía quedan dudas sobre los resultados “poco precisos” obtenidos hasta la fecha acerca la efectividad de una dosis de “refuerzo”.

Por ello, los autores del trabajo señalan que el objetivo de la investigación es proporcionar una evaluación revisada por pares de la efectividad de una tercera dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19.

Más de 12.000 personas por día

En colaboración con investigadores de la Universidad de Harvard, este estudio se llevó a cabo en Israel, desde el 30 de julio al 23 de septiembre de 2021, coincidiendo con la cuarta ola y durante la que la variante Delta fue la cepa dominante en el país.

“El extenso despliegue a nivel nacional de la campaña de vacunación COVID-19 de ‘refuerzo’ de Israel brindó al Instituto de Investigación Clalit una oportunidad única para evaluar la efectividad de la tercera dosis contra las complicaciones menos comunes, pero más graves de la COVID-19”, explica Ran Balicer, autor principal del estudio, director del Instituto de Investigación Clalit y director de innovación de Clalit.

Durante la investigación, los expertos revisaron los datos de 728.321 personas de 12 años o más, que hubiesen recibido la tercera dosis de la vacuna BNT162b2 y que tuviesen sólo dos inyecciones de esta misma vacuna, puestas, al menos, cinco meses antes.

La elección de estos individuos se basó en un amplio conjunto de atributos demográficos, geográficos y relacionados con la salud. Asociados del mismo modo con el riesgo de infección, de enfermedad grave, el estado de salud y el comportamiento de búsqueda de atención médica.

Con un seguimiento de más de 12.000 personas por día, sus autores señalan a que el tamaño de este estudio también ha permitido una evaluación más precisa de la efectividad de la vacuna en diferentes períodos de tiempo, subpoblaciones (por sexo, edad y número de comorbilidades) y diferentes resultados graves (que son más raros y, por lo tanto, requieren un mayor tamaño de muestra).

“El ensayo de la vacuna Pfizer / BioNTech ha proporcionado pruebas convincentes de su eficacia para prevenir la infección sintomática, pero las estimaciones de enfermedad grave y grupos de edad específicos fueron demasiado imprecisas”, detalla Miguel Hernán, director de la CAUSALab y profesor de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.

“Este análisis de Clalit -añade Hernán- emula el diseño del ensayo original, utiliza sus hallazgos como punto de referencia y los amplía para confirmar la efectividad de la vacuna en adolescentes”.

Según comentan sus autores, es el primer estudio en estimar la efectividad de una tercera dosis de una vacuna de ARNm COVID-19, específicamente BNT162b2, contra los resultados severos, que tiene en cuenta varios posibles factores “de confusión”, incluidas las comorbilidades y los factores de comportamiento.

Diferentes grupos, similar efectividad

En relación con la COVID-19, los resultados muestran que las personas que recibieron tres dosis de la vacuna (7 días o más después de la tercera dosis) tuvieron un: 93 por ciento menos de riesgo de hospitalización relacionada con COVID-19; un 92 por ciento menos de riesgo de enfermedad grave; y un 81 por ciento menos de riesgo de muerte. Todo ello en comparación con aquellas personas que que recibieron solo dos dosis cinco meses antes.

“Estos resultados muestran de manera convincente que la tercera dosis de la vacuna es altamente efectiva contra los resultados graves relacionados con COVID-19 en diferentes grupos de edad y subgrupos de población, una semana después de la tercera dosis. Estos datos deberían facilitar la toma de decisiones políticas”, esclarece Balicer.

Se encontró, además, que la efectividad de la vacuna es similar para diferentes sexos, grupos de edad (edades 40-69 y 70+) y número de comorbilidades. 

En relación con la COVID-19, la tercera dosis redujo en un 93 por ciento el riesgo de hospitalización, en un 92 el riesgo por enfermedad grave y en un 81 por ciento el riesgo de muerte.

Por otro lado, el estudio también incluyó un análisis a nivel de población en el que se encontró que las tasas de infección comenzaron a disminuir para cada grupo de edad de 7 a 10 días después de que ese grupo de edad se volvió elegible para la tercera dosis.

“Esta investigación es un ejemplo perfecto de cómo los ensayos aleatorizados y las bases de datos observacionales de la salud se complementan entre sí”, concluye Hernán.


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