Francisco Carmona.

La endometriosis continúa siendo una patología desconocida a pesar de que afecta a entre el 10 y el 15 por ciento de las mujeres en España. Uno de los mayores retos en esta enfermedad es el retraso de diagnóstico que puede llegar a extenderse entre 8 y 10 años.

Francisco Carmona, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Clínic de Barcelona, califica este desconocimiento de algo “muy” grave. “Se sigue aceptando como normal que las mujeres tengan dolores menstruales invalidantes que acaban provocando dolores durante la ovulación, las relaciones sexuales… Y que se agravan con el tiempo extendiéndose a otras zonas de la pelvis”, resalta el especialista a GACETA MÉDICA.

“Las mujeres con endometriosis pierden una media de 11 horas de productividad laboral por semana”

Francisco Carmona, Hospital Clínic de Barcelona

Ese dolor continuo produce comorbilidades asociadas como los trastornos psicológicos. “Se tarda entre 8 y 10 años de media en su diagnóstico. Pero no solo hay efectos médicos, sino también económicos. Las mujeres con endometriosis pierden una media de 11 horas de productividad laboral por semana. Son números espectaculares sobre los que actuar”, defiende el ginecólogo.

Por este motivo, Carmona acaba de publicar el libro ENDOMETRIOSIS. La guía para entender qué es y cómo cuidarte‘. “Quería contribuir a conocer y entender mejor la enfermedad de forma integral y desde un lenguaje sencillo, sin jerga médica, pero sin perder el rigor. Con esta guía, las mujeres con endometriosis y su entorno pueden saber qué hacer para ‘autoayudarse’ y ganar calidad de vida”, puntualiza.

“Todo lo que se pueda hacer para reducir esa inflamación sistemática y estrés oxidativo ayudará a que la mujer se encuentre mejor”

Francisco Carmona, Hospital Clínic de Barcelona

Principales retos en la enfermedad

La endometriosis se caracteriza por la presencia de células endometriales fuera de la cavidad uterina (ovarios, trompas, peritoneo, etc.), que tienen capacidad de subsistir y escapar a los mecanismos naturales de defensa que deberían impedir su persistencia en estos lugares atípicos. En los últimos años se han estudiado algunos factores inmunológicos y relacionados con el estrés oxidativo que parecen relacionados con la endometriosis. De la misma manera, algunos factores genéticos pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad.

“Esta enfermedad actúa produciendo un incremento de la inflación molecular a nivel de la pelvis y quizá también sistémica. También afecta al estrés oxidativo. Todo lo que se pueda hacer para reducir esa inflamación sistemática y estrés oxidativo ayudará a que la mujer se encuentre mejor”, enumera el ginecólogo.

Aunque la forma de endometriosis más conocida es la que afecta a los ovarios en forma de los llamados “quistes de chocolate”, la forma más sintomática y difícil de tratar es la endometriosis profunda, que condiciona la existencia de nódulos de la enfermedad generalmente en la pelvis y provoca adherencias que causan alteración anatómica de las trompas y esterilidad secundaria.

“También es necesario seguir buscando el tratamiento etiológico ideal; hasta ahora tenemos tratamientos sintomáticos”

Francisco Carmona, Hospital Clínic de Barcelona

“Hay muchas necesidades no cubiertas en el control de la endometriosis. En el diagnóstico, la ecografía nos ayuda a identificar las formas más severas de esta enfermedad. Pero en su forma menos evidente o más leve anatómicamente hablando, como es la peritoneal, la ecografía ayuda pero no en la medida necesaria. Hay que descubrir nuevos métodos diagnósticos”, continúa Carmona. “También es necesario seguir buscando el tratamiento etiológico ideal; hasta ahora tenemos tratamientos sintomáticos”, añade.

El tratamiento médico se dirige principalmente al tratamiento del dolor y prevención de la progresión de la enfermedad, y se basa en administrar analgésicos y tratamiento hormonal para la supresión de la ovulación, disminución de los niveles de estrógenos y atrofia de los focos de endometriosis. Existen otros, menos usados y para casos refractarios, que suprimen la actividad del ovario induciendo una “menopausia” farmacológica.

Colaboración multidisciplinar

El dolor asociado a la endometriosis genera una gran incertidumbre en la mujer, siendo incapaz de anticipar cuándo va a tener dolor y si eso va a impedir realizar sus actividades cotidianas. En ese sentido, Carmona defiende la colaboración multidisciplinar para abordar esta patología.

“Es básico. No todas las mujeres necesitan acudir a las Unidades especializadas y pueden ser atendidas en los centros de salud. Pero todas ellas deben ser tratadas de forma multidisciplinar por el ginecólogo, el psicólogo, la enfermera, el fisioterapeuta… Necesitamos una asistencia y colaboración en red”, resalta.