En una situación sin precedentes como es la pandemia de COVID-19 la Unión Europea (UE) y sus 27 Estados miembros han aumentado significativamente su ayuda oficial al desarrollo (AOD) para los países socios, hasta los 66.800 millones de euros en 2020.

Se trata de un aumento del 15 por ciento en términos nominales y equivale al 0,50 por ciento de la renta nacional bruta (RNB) colectiva, frente al 0,41 por ciento de 2019, según las cifras preliminares publicadas en los últimos días por el Comité de Asistencia para el Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (CAD de la OCDE).

De este modo, la UE y sus Estados miembros confirman su posición como principal donante mundial, aportando el 46 por ciento de la ayuda total de la UE y otros donantes del CAD, y han dado un gran paso hacia el cumplimiento del compromiso de destinar al menos el 0,7 por ciento de la RNB colectiva a AOD de aquí a 2030.

La salud se ha convertido en el problema más acuciante en países en desarrollo

En total, 17 Estados miembros aumentaron su AOD en términos nominales en 2020 en comparación con 2019, con los mayores aumentos procedentes de Alemania (+ 3 310 millones EUR), Francia (+ 1 499 millones EUR) y Suecia (+ 921 millones EUR), y con aumentos también por parte de Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chipre, Dinamarca, Finlandia, Hungría, Letonia, Malta, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia. Por su parte, España está en el grupo de los 15 Estados miembros que mejoraron su AOD en relación con su RNB en al menos 0,01 puntos porcentuales.

Eurobarómetro

El apoyo económico que promueve la UE europea enlaza con la sensibilidad de los ciudadanos en materia de ayuda a la cooperación. La encuesta más reciente del Eurobarómetro sobre cooperación al desarrollo así lo confirma. Casi nueve de cada diez ciudadanos de la Unión Europea (UE) consideran importante cooperar con países terceros para reducir la pobreza.

La preocupación por la salud se ha convertido en el problema más acuciante para el futuro de los países en desarrollo, a ojos de los ciudadanos europeos. Un 36,5 por ciento de los encuestados, cinco puntos más que en 2019, lo considera así.

El segundo reto más acuciante que se destaca es la educación (el 35 por ciento), seguido de la paz y la seguridad (el 32 por ciento) y el crecimiento económico y el empleo (el 29 por ciento). Alrededor de una cuarta parte de los encuestados menciona el agua y el saneamiento (el 27 por ciento), la democracia y los derechos humanos (el 26 por ciento), y la seguridad alimentaria y la agricultura (el 24 por ciento).

Un 81% de encuestados cree que la UE debe reforzar sus lazos con los países africanos

Además, una amplia mayoría de los ciudadanos europeos, hasta el 88 por ciento de los encuestados, comparten la afirmación de que la UE debe abordar el cambio climático y sus efectos en los países en desarrollo, mientras que el 77 por ciento se muestra totalmente de acuerdo en que la lucha contra la pobreza en los países en desarrollo debería ser una de las principales prioridades de la UE.

En la misma línea, un 61 por ciento afirma que la política de desarrollo de la UE también habría de centrarse en reducir las desigualdades en los países en desarrollo. De igual modo que en torno a un tercio de los encuestados (el 34  por ciento) cree que la política de desarrollo de la UE solo debería centrarse en ayudar a los países en desarrollo a fortalecer sus economías.

La encuesta también indagó sobre la impresión de los ciudadanos de la UE sobre las relaciones con África. El 81 por ciento de los encuestados consideran que la UE debería reforzar sus asociaciones con los países africanos para crear empleo y velar por el desarrollo sostenible en ambos continentes.

La encuesta también ha puesto el acento en el papel que juegan los jóvenes en los países en desarrollo de cara a afrontar los retos medioambientales.

Sobre este aspecto en particular, hasta nueve de cada diez europeos consideran que su papel es importante, un porcentaje similar al de quienes consideran que son fundamentales para abordar los retos económicos y sociales en estos países.