Gaceta Médica Madrid | miércoles, 16 de abril de 2014 h |

Una investigación publicada en la revista Stem Cell Reports ha descubierto el papel clave de la proteína SIRT1 en el alargamiento y mantenimiento de los telómeros durante la reprogramación celular, que conduce a las células especializadas hacia un estado embrionario de célula madre. Además del alargamiento y mantenimiento de los telómeros, esta proteína también garantiza la integridad del genoma de las células madre resultantes del proceso, las llamadas células madre de pluripotencia inducida (iPS). El estudio, llevado a cabo por el Grupo de Telómeros y Telomerasas del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha sido dirigido por María Blasco, directora del centro, y por Sagrario Ortega, jefa de la Unidad de Animales Transgénicos de este mismo centro.

Con los resultados de este estudio, el CNIO da respuesta a las preguntas que se plantearon en 2009 (fecha del descubrimiento de que la longitud de los telómeros aumenta durante la reprogramación celular) y en 2010 (cuando se demostró que el nivel de la proteína SIRT1, del tipo de las sirtuinas, tiene relación con el mantenimiento de los telómeros, la estabilidad genómica y la respuesta al daño en el ADN) acerca la participación de esta molécula en el proceso de reprogramación celular. Ahora, con esta investigación en cultivos celulares y posteriormente en modelos murinos, el equipo de Blasco no solo ha descubierto que esta proteína es esencial para que se produzca la reprogramación celular de forma correcta, sino también para que ésta sea segura.

Tal y como destaca Blasco, “observamos reprogramación celular en ausencia de SIRT1 pero, con el tiempo, las iPS resultantes sufren un acortamiento progresivo de los telómeros, aberraciones en los cromosomas y daño en el ADN”. De ahí, como concluye esta investigadora, se deduzca que “SIRT1 ayuda a que las iPS se mantengan en buen estado”. Los autores describen que este efecto protector sobre las iPS está en parte mediado por el regulador c-MYC, ya que SIRT1 retrasa la degradación de c-MYC, lo que provoca un aumento de telomerasa (la enzima que incrementa la longitud de los telómeros) en las células.

Este hallazgo arroja luz sobre cómo la reprogramación celular garantiza el buen funcionamiento de las células madre, un conocimiento que ayudará a superar las barreras existentes en el uso de las iPS (sobre todo en torno a su seguridad) en medicina regenerativa.