BARTOLOMÉ BELTRÁN,
Jefe de los servicios
médicos de A3media
| viernes, 28 de noviembre de 2014 h |

¿Cuáles son las causas por las que la tasa de penetración de los biológicos en España es una de las más bajas de la UE?

Uno de los grandes desafíos del sistema sanitario de cualquier país desarrollado es otorgar acceso a la innovación en nuevas tecnologías sanitarias. ¿Cómo valoramos los esfuerzos que se están haciendo en España en este sentido? Atacamos solo la oferta estableciendo precios de referencia, agrupaciones homogéneas y otras cuestiones que obligan a que a veces los elementos de la comunicación se viralicen por caminos poco heterodoxos.

Ante esta diatriba sanitaria, política y social nos viene al pelo la Jornada sobre “Innovación biotecnológica y mejora de los resultados en salud”, que nos cuenta Ángel Capuchino.

Se espera con interés las aportaciones de Jesús Millán, José Luis Poveda, Pedro Jaén, Álvaro Sáenz de Viteri y Martín Sellés. Pero también las de Joan Bigorra, José Luis Trillo, Antonio Manfredi, y Ricardo Herranz.

Los datos reflejan, según un trabajo de Ferrándiz, Carrascosa y Toro, del Hospital Germans Trias i Pujol, que la cifra de prevalencia de la psoriasis en España es sensiblemente superior a la estimada en estudios previos. Todo parece indicar que invertir en psoriasis parece ser rentable, se logran más y mejores reinserciones laborales, se evita la proliferación de comorbilidades forzosas de tratar y desde luego muchas hospitalizaciones. Por eso van a interesar mucho las opiniones de Alberto Morell, Eloína Núñez, Francesc Xavier Bordas y Sergio Blasco.

Subyace el interés al querer comprobar cuáles son las causas que de manera inexplicable hacen que la tasa de penetración de los tratamientos biológicos en España sea una de las más bajas de la Unión Europea.

En el caso de la psoriasis nos encontramos con el caso del anticuerpo monoclonal totalmente humano anti IL 12/23 conocido como ustekinumab, o sea, “stelara”, que tiene un único mecanismo de acción diferente que está indicado precisamente para el tratamiento de la psoriasis y artritis psoriásica, que se une con gran afinidad y especificidad a la subunidad protéica p40 de las citocinas humanas IL-12, IL-23. Su rápida eficacia mantenida en el tiempo y su baja inmunogenicidad le convierten en un biológico que tiene en su comodidad de tratamiento, cuatro pinchazos al año, una de las mejores cualidades para conseguir la adherencia al tratamiento en unos pacientes “muy estigmatizados” que viven en la cronicidad, y en muchas ocasiones, abandonados a su propia suerte para perjuicio del Sistema Sanitario y de sus propias vidas. Sin embargo, no hay que pasar por alto el gran perfil de seguridad que se ha constatado en 3.117 pacientes con un total de 8.998 años pacientes/año de seguimiento.

Ante los expertos habrá que oír básicamente al nuevo y concienzudo presidente de la Sociedad Española de Dermatología quien representa en los dermatólogos un elemento fundamental para la atención por mejorar la calidad de vida de las personas con psoriasis. Sobre todo si tenemos en cuenta que el Journal of the European Academy of Dermatolgoy and Venereology (JEADV) hizo un informe desarrollado por el Grupo de Trabajo Europeo experto en el cuidado sanitario de la psoriasis que matiza los impactos a todos los niveles de esta maléfica patología inductora de múltiples comorbilidades como es el caso de la hiperlipidemia, hipertensión, obesidad, cardiopatías, colitis ulcerosa, diabetes y otros procesos de índole reumático sin olvidarnos de que un alto porcentaje vivirán inmersas en el síndrome metabólico.

Tendremos que ver las matizaciones finales y las conclusiones que aporte el Director General de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia, Agustín Rivero. Es lo que hay. Seguro.