FORMACIÓN/ El Pleno de la Comisión de Recursos Humanos validará a mediados de enero el documento del grupo de trabajo de las CC.AA.

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El borrador integra a todas las especialidades en troncos y pide profundizar en el análisis de Anatomía Patológica, Pediatría y Psiquiatría

La decena de comisiones nacionales de especialidades que en su día pidieron ser excluidas del modelo formativo han avivado su oposición

| 2010-01-08T16:43:00+01:00 h |

Esther Martín del Campo

Madrid

En la próxima reunión del Pleno de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, prevista para mediados de enero, sus miembros tendrán sobre la mesa las conclusiones del Grupo de Trabajo de Troncalidad que tanto revuelo han ocasionado en las últimas semanas. El texto acordado por los representantes de las comunidades autónomas integra dentro de la formación troncal a las más de una decena de especialidades que reclamaban ser excluidas del modelo.

El último documento de trabajo presentado en la comisión (ver GM nº 302), ya incluía tres especialidades, Ginecología, Dermatología y Pediatría, que en su día la Comisión Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud dejaba fuera de la troncalidad en su propuesta al ministerio. Esta vez, todas las especialidades se distribuyen en uno de los cuatro troncos establecidos, y queda pendiente la tarea de realizar un análisis pormenorizado en el caso de Anatomía Patológica, Psiquiatría y Pediatría.

Avalancha de críticas

Las críticas a este borrador se han avivado desde la mayor parte de las comisiones nacionales y sociedades científicas de esta decena de especialidades que cuestionaban su inclusión en el modelo y que ven en la formación troncal un paso atrás que restará a sus especialistas años de formación específica, necesaria e incluso ya insuficiente en algunos casos (ver GM nº 315).

José María Vergeles, director general de Gestión del Conocimiento y Calidad del Servicio Extremeño de Salud y miembro del Grupo de Trabajo de Troncalidad, insiste en que la decisión respecto a estas tres especialidades no está tomada. “Es cierto que nos hemos planteado como objetivo, si lo que queremos es especialistas que hayan realizado una formación troncal, que todas las especialidades lo sean, pero no es necesario que las metamos con calzador”, matiza.

Sin embargo, el grupo de trabajo no alberga dudas con respecto al resto de los casos. Especialidades como Ginecología y Obstetricia, Dermatología, Neurología, Medicina Preventiva, Oftalmología, Cirugía pediátrica, Medicina Nuclear, Otorrinolaringología y Medicina Física y Rehabilitación encajarían sin excusa dentro de los troncos planteados.

En estos casos, Vergeles insiste en que las sociedades científicas no deben ver el tronco como una privación de espacio a la formación especializada. En su opinión, aporta valor añadido hasta el punto de que considera que cuando una sociedad científica recomienda que su especialidad no sea troncal, condena al futuro especialista a que curse esa especialidad y no pueda volver a reciclarse.

El responsable extremeño insiste en que el trabajo del grupo no ha partido desde cero, la base es un informe previo del Consejo Nacional de Especialidades que se respeta en un alto porcentaje. “Tiene poco sentido que ahora las comisiones recomienden algo diferente cuando en la mayoría de los casos son especialidades que el Consejo consideraba como troncales y nosotros también, teniendo en cuenta que no hablamos de competencias específicas en el periodo de formación de los especialistas”, insiste Vergeles.

En la misma línea, el miembro del Grupo de Trabajo de Troncalidad hace hincapié en que el proceso no está cerrado. Tras la validación del documento en el pleno, el camino hacia la construcción de la troncalidad será muy participativo, asegura. Además de la Comisión de RR.HH., el Foro Marco para el Diálogo Social tendrá que realizar sus aportaciones para definir entre todos el mejor modelo de formación sanitaria especializada. Es en ese punto, afirma Vergeles, donde las comisiones y las sociedades científicas que abanderan estas críticas deberán verter sus opiniones, por lo que realiza una llamada a la tranquilidad y la calma.

El portavoz extremeño considera que se han sentado las bases para que el trabajo se pueda hacer en el periodo establecido. Según el Ministerio de Sanidad, el desarrollo normativo de la troncalidad estará listo en el segundo semestre del año. En estos meses, queda todavía mucho tiempo para hablar, consensuar y escuchar. Tres puntos fundamentales porque aunque las comisiones y el consejo son asesores, el miembro del grupo de troncalidad insiste en que les gustaría contar con el máximo respaldo posible.

“Un desastre total”

Dos ejemplos de este clima de tensión son los que abanderan los presidentes de las Comisiones Nacionales de Ginecología y Obstetricia y Anatomía Patológica.

De salir adelante el borrador en los términos actuales, la integración de Ginecología y Obstetricia, dentro del tronco quirúrgico supondrá un “desastre total”, en palabras del presidente de la Comisión Nacional de Ginecología y Obstetricia, José Manuel Bajo Arenas. El documento elaborado, explica, “no contempla la obstetricia”, que apenas tiene un 5 por ciento de componente quirúrgico, mientras que la Ginecología puede tener hasta un 30 por ciento. Sacando la media de ambas, se dedicarían dos años de formación a lo que representará en la práctica el 17 por ciento del desempeño de estos especialistas, que concentrarán los cuatro años de especialidad en sólo dos.

Bajo Arenas plantea dos opciones que mantendrían el nivel formativo de los futuros ginecólogos y obstetras: o excluir la especialidad de la troncalidad, o, en todo caso, establecer un año de formación troncal y mantener los cuatro años de la especialidad.

En el caso de la Anatomía Patológica, el panorama es, si cabe, más complicado. El presidente de la Comisión Nacional de la especialidad, Javier Pardo, insiste en que el único camino es promover un sistema de formación de residentes común a toda Europa. “En teoría, donde mejor encajaríamos es en el bloque médico, pero sería diletante pasar dos años rotando por especialidades a las que no nos parecemos en nada metodológicamente”, apunta. Pardo incide en que no dejaría que un especialista con formación troncal y dos años de especialidad se enfrentara a una biopsia.

La opción de quedar fuera de la troncalidad tampoco es válida para el presidente de la Comisión, ya que corren el riesgo de quedarse aislados de cara al futuro. En su opinión, los jóvenes no apostarán por una especialidad que no tiene tronco y limita sus posibilidades de trabajo al hospital y optarán por otros caminos.

Dos exámenes

En el nuevo modelo de formación troncal los exámenes también serán diferentes. José María Vergeles explica que el grupo de trabajo aboga por establecer un conjunto de pruebas que permitan asegurar la calidad de la formación del futuro especialista, tanto en el periodo troncal como en el que realiza la formación de la especialidad completa. Más allá de medir conocimientos, las nuevas pruebas también pretenden valorar las habilidades y las actitudes del especialista en formación, tal y como se ha reclamado en numerosas ocasiones.

El borrador dibuja una primera prueba que dará acceso al periodo troncal, en la línea del examen MIR. En realidad, matiza Vergeles, se trata de una prueba nueva en su concepción que valorará estos otros elementos y dará acceso a uno de los cuatro troncos.

Durante este periodo, explica el miembro del Grupo de Trabajo de Troncalidad, el residente será supervisado en todo momento, a través de una evaluación continua. Al final de este periodo, se establecerá una nueva prueba que dará acceso a la especialidad como tal.

Aunque todavía no se ha fijado una postura definitiva, desde el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina su presidente, Lucas de Toca, considera que ya existe suficiente evaluación durante la carrera de Medicina y el examen MIR. En su opinión, sería conveniente conservar para el periodo troncal la nota MIR y, teniendo en cuenta la diferencia de las evaluaciones en función de los criterios de hospitales, que se mantuviera una calificación de apto o no apto en la troncalidad.