15ª Reunión nacional de la SEH-LELHA

br

Y sólo un 20% está controlado, según el primer estudio de riesgo CV en España
| 2010-03-12T16:13:00+01:00 h |

irene fernández

Zaragoza

Hasta ahora, los profesionales creían que el grado de conocimiento en los hipertensos en España alcanzaba el 60 por ciento. Pero, por primera vez, se han dado a conocer, durante el congreso de la Seh-Lelha, los resultados preliminares del tan esperado estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España (Enrica) —el primero de nuestro país—, tres meses antes de su finalización, que vienen a desmentirlo, bajando esta cifra al 50 por ciento. Es decir, la mitad de los hipertensos desconoce su enfermedad, y sólo un 20 por ciento de los que la tienen están controlados.

Estos resultados preliminares (de 9.000 pacientes españoles de los más de 13.000 que constituyen la muestra final) “aportan una verdadera novedad, pues hasta ahora los estudios no eran de base poblacional o abarcaban segmentos concretos, y proporcionan un instrumento de actuación de los poderes públicos para mejorar la nutrición, controlar la obesidad y mejorar ese riesgo CV con herramientas clínicas y terapéuticas”, expresó José Ramón Banegas, de la Universidad Autónoma de Madrid, que junto a Sanofi-Aventis y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición han desarrollado dicho estudio.

Además, se ha observado que la prevalencia de hipertensión es más alta de la esperada, por encima del 44 por ciento; que de los hipertensos diagnosticados y que conocen su enfermedad un 71 por ciento están tratados con fármacos (el 65 con tratamiento higiénico-dietético) y, de éstos, sólo están controlados el 33 por ciento. Ahora, habrá que esperar a mayo para conocer el resto de datos.

Científicos españoles del CNIO de Madrid, junto al Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona y la Universidad de Tufts de EEUU, han logrado, por primera vez, incorporar la genética al estudio, más preciso y específico, del riesgo cardiovascular (CV), integrándola en la clínica y los hábitos de vida del paciente, tras analizar 7.000 muestras. Esta herramienta será muy útil para reclasificar los pacientes con riesgo intermedio, pudiendo identificar en dicho grupo a aquellos que presentan un riesgo CV mayor por tener una predisposición genética.