| viernes, 20 de abril de 2012 h |

La acción de Rovi cotiza actualmente a 4,7 euros, situándose cerca de su mínimo anual, acumulando en 2012 una caída superior al 5 por ciento, comportamiento peor que el de la media del sector. Su evolución en este periodo ha venido mostrando una pendiente negativa de poca intensidad pero sí prolongada en el tiempo, lo que le ha llevado a perder la referencia de los cinco euros, cotizando actualmente más de un 50 por ciento por debajo del máximo histórico que marcó en el primer trimestre de 2008 cuando llegó a superar los 11 euros.

Los resultados correspondientes al ejercicio 2011 presentaron un crecimiento de los ingresos del 17 por ciento, en línea con las estimaciones que manejaba la compañía, alcanzado un volumen de 188 millones de euros, que acompañado de un menor coste de las ventas le ha permitido alcanzar un incremento del margen bruto del 22 por ciento hasta los 119 millones de euros. El crecimiento de los gastos y el hecho de comparar con un ejercicio 2010 con ingresos no recurrentes explica que este buen comportamiento de la parte alta de la cascada no se haya trasladado a la parte inferior, y así el beneficio neto se redujo un 22 por ciento, hasta los 18 millones de euros.

Si se eliminase el impacto de partidas no recurrentes, el beneficio neto recurrente presentaría un crecimiento interanual del 42 por ciento. A este respecto, cabe destacar que recientemente la junta general de accionistas de Rovi ha aprobado un reparto en forma de dividendo del 35 por ciento del beneficio del 2011.

Por áreas de actividad, la división farmacéutica aumentó su facturación un 13 por ciento (la facturación de fármacos con prescripción se incrementó un 15 por ciento hasta los 100 millones de euros, representando el 54 por ciento de los ingresos del grupo), mientras que la de fabricación para terceros lo hizo un 28 por ciento. El elevado crecimiento de las ventas farmacéuticas hay que valorarlo especialmente teniendo en cuenta las medidas públicas adoptadas para reducir el gasto sanitario, con un impacto negativo estimado en 4 puntos porcentuales.

A nivel de productos cabe destacar el buen comportamiento de Bemiparina (con un crecimiento del 15 por ciento, alcanzando un volumen de facturación de 50 millones de euros), Corlentor (con un crecimiento del 40 por ciento), y Thymanax (incrementó su facturación 2,7 veces hasta los 8,6 millones de euros).

Al apartado de I+D este grupo farmacéutico destinó en 2011 una inversión de 8,4 millones de euros, en línea con el ejercicio anterior. Este importe representa un porcentaje sobre los ingresos del 4,5 por ciento, por debajo de la media del sector. En este apartado, y como hecho relevante, cabe mencionar la reciente autorización por parte de las autoridades sanitarias europeas del fármaco Corlentor para el tratamiento de pacientes con insuficiencia cardiaca crónica. Para el presente ejercicio 2012 Rovi maneja unas estimaciones de crecimiento del negocio en una banda entre un 5 y un 15 por ciento.

Por otro lado, y en relación con su posible comportamiento en bolsa en el corto y medio plazo, señalar que su senda actual es bajista sin que últimamente haya mostrado signos sólidos de recuperación. En todo caso su evolución, al igual que el de otras farmacéuticas españolas integrantes del Índice Global, va a venir muy determinada, como así ha ocurrido en los últimos tiempos, por la evolución general de la bolsa española.

El castigo que vienen sufriendo estos valores, en muchos casos muy superiores a los de sus competidores internacionales, responden en gran medida a un efecto contagio de la penalización que viene sufriendo la renta variable nacional, y no a factores intrínsecos de estos valores.