DEBATE

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A.F. Madrid | viernes, 25 de enero de 2013 h |

Los invitados al debate Toma Medicina! comentaron la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de obligar a España a subir el IVA de algunos productos al 21 por ciento, algo que perjudicará por igual a la administración, a los proveedores y a los pacientes. La subida en los productos sanitarios tendrá repercusión en el consumidor final, y hará estragos en el sector de la tecnología sanitaria y la sanidad privada. El director de la Fundación de Anefp, Rafael García Gutiérrez, consideró que lo más grave de este asunto es que “”influye terriblemente en el SNS al 100 por cien” porque todos esos productos sanitarios, “el que los paga es el SNS, que no puede deducirse ese incremento del IVA” porque actúa como consumidor final. Por su parte, el Dr. Jorge Matías-Guiu, vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología, consideró que “es un momento inapropiado” y, a pesar de que pueda ser “razonable” desde el punto de vista fiscal, no lo es dado el sistema español, que “no es comparable” al de otros países de la UE. En este sentido, agregó que “habría que legislar un estatuto especial para los hospitales públicos”. Rafael Borrás, director de Farmacia de Antares Consulting, ve complicado que se aplique de forma paulatina porque Europa “no lo va a permitir”.

Central de compras

La central de compras que han establecido el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, en principio sólo tendrá en cuenta el precio de la oferta a la hora de elegir los productos, lo que supondrá que las compañías presenten a concurso únicamente la gama más baja de productos. García Gutiérrez explicó que las decisiones sobre las condiciones que han de cumplir los productos “serán de las comunidades autónomas” de forma individual, por lo que pueden añadir otros criterios para la selección además del precio, “que no pasa del 50 por ciento del peso” final. Matías-Guiu recalcó que “la medicina es una medicina individual”, cada paciente tiene unas características y unos riesgos “especiales” y “generalizar mucho” es peligroso, por lo que comprar en bloque, como en el caso de las subastas andaluzas, no es positivo “en aspectos determinados”. Borrás aseguró que lo que le preocupa es “el control del proceso” ya que hay que “saber hacer y manejar a gran volumen” porque “estamos acostumbrados” a controlar empresas más pequeñas y “con un nivel de eficiencia muy alto”.