OFTALMOLOGÍA/ 86º Congreso de la SEO

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Las lentes intraoculares permiten mejorar la visión sin necesidad de láser
| 2010-09-24T17:12:00+02:00 h |

Redacción

Madrid

El láser de femtosegundos, que actúa a nivel molecular, se ha convertido la última frontera en cirugía de los trastornos de la visión, 20 años después de las primeras aplicaciones del láser en este campo (el Lasik), según los expertos reunidos en el Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).

Una de sus versiones se utiliza ya en patologías refractivas (miopía, hipermetropía, astigmatismo) y desde hace unos meses ha comenzado a aplicarse, en otra versión, en trasplante de córnea o queratoprótesis. Ahora, un grupo de oftalmólogos españoles, en colaboración con otros países, está realizando pruebas, en otro modelo de láser de femtosegundos con cirugía de cataratas, la causa más común de deterioro visual y la intervención con más lista de espera en la sanidad pública.

Este tipo de láser utiliza la luz infrarroja para separar moléculas de la córnea sin transferencia de calor o impactos a las células adyacentes. Su aplicación más reciente, en unos pocos centros españoles, es en el trasplante de córnea.

Aunque desde hacía unos años los trasplantes de córnea invasivos estaban dando paso al trasplante de finas capas de la misma (queratoplastia lamenar), con el láser de femtosegundos este procedimiento se facilita, afirma Luis Fernández de la Vega, vicepresidente de la SEO. “Conseguimos reducir el riesgo de rechazo y el paciente obtiene una recuperación más rápida y una mayor agudeza visual”.

Lentes intraoculares

Los ensayos para extender su aplicación en cataratas ya han comenzado. “Aún nos quedan dos o tres años para su uso generalizado pero lo que hemos observado hasta el momento es que la intervención es más perfecta y reduce el tiempo quirúrgico en algunas fases”, añade.

Otro avance que ha permitido mejorar la visión de quienes se operan de cataratas y en defectos refractivos son las lentes intraoculares ajustables a la luz. Entre un 10 y un 30 por ciento de pacientes requiere un ajuste de su visión tras la cirugía. Ahora estos retoques se pueden realizar directamente sobre la lente y no sobre la córnea, por lo que los cambios son reversibles, señala Miguel Ángel Zato, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y director del Instituto de Ciencias Visuales.