nefrología/ 7ª Conferencia Internacional Hipertensión y Riñón

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Reduce un 23% el riesgo de desarrollar esta enfermedad y controla muy bien la PA
| 2010-02-26T16:38:00+01:00 h |

irene fernández

Madrid

Olmesartán, antagonista de los receptores de angiotensina, hasta ahora, se ha utilizado para controlar la hipertensión arterial. Sin embargo, los resultados de un estudio internacional fase III, pendientes de publicación y presentados por primera vez en España en el marco de la 7ª Conferencia Internacional Hipertensión y Riñón, celebrada la semana pasada, demuestran que la utilización de este fármaco podría considerarse también para prevenir la microalbuminuria en pacientes con diabetes tipo 2 (DM2).

La microalbuminuria, marcadora de una enfermedad renal incipiente y que se genera con frecuencia en la DM2, se ha considerado factor de riesgo cardiovascular. El estudio, denominado RoadMap, ha abarcado a un total de 4.400 pacientes europeos con DM2 y normoalbuminúricos (podían ser normo o hipertensos) durante cuatro años. El objetivo pasaba por demostrar la capacidad de 40 miligramos de olmesartán frente a placebo. En concreto, “olmesartán disminuyó un 23 por ciento el riesgo de desarrollar esta enfermedad frente a placebo, una cantidad bastante importante”, declaró Luis Miguel Ruilope, jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital 12 de Octubre de Madrid y del comité ejecutivo del estudio.

Esta disminución del riesgo se debe, según Ruilope, por una parte, a la supresión del sistema renina-angiotensina (RAS) obtenida con olmesartán y, por otro, al control de la presión arterial (PA). “El control de la presión ha sido excelente porque el 80 por ciento de los pacientes alcanzaron niveles por debajo de 130-80, que era el objetivo del estudio”, matizó.

En ese sentido, como señala Ruilope, el estudio ha sido positivo, los efectos renales han sido buenos, y la morbimortalidad ha sido escasa, porque ha habido pocos eventos cardiovasculares, consecuencia del buen control de la presión arterial.

Ahora, están llevando a cabo un estudio de seguimiento de la serie de pacientes, seguidos durante un par de años más, con el objetivo de observar los efectos cardiovasculares y el desarrollo de microalbuminuria. “Queremos ver si hay un legado de protección con olmesartán y ver qué pasa con la morbimortalidad, para saber si mejora después de unos años de tratamiento con este fármaco”, detalló.