Ensayos clínicos/ Reclaman continuar con el tratamiento si la respuesta es buena

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S.P. Madrid | viernes, 23 de noviembre de 2012 h |

“La investigación clínica es esencial para conseguir el progreso de la medicina, pero para desarrollarla adecuadamente es necesario tener en cuenta a los pacientes para los que se investiga y conocer su opinión para hacerles partícipes del proceso, promoviendo su participación activa a lo largo del mismo”. Es la visión de José Antonio Sacristán, director médico de Lilly y de la Jornada de Puertas Abiertas para Organizaciones de Pacientes de toda España celebrada en la sede de la compañía el pasado 16 de noviembre.

Por segundo año consecutivo, más de 100 pacientes de 40 organizaciones de diferentes áreas terapéuticas acudieron a sus instalaciones para debatir la implicación de este colectivo en cada paso del proceso de la investigación clínica.

Durante la jornada se celebró una mesa de debate en la que participaron representantes de todos los agentes implicados en un estudio clínico y que aportaron sus diferentes puntos de vista: Lucía Conejero, paciente participante en un estudio clínico; Sofía Mirón, miembro del Comité Ético de Investigación Clínica del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid); Josep Antoni Ramos, investigador clínico del Hospital Vall d’Hebron (Barcelona), y José Alfredo Martín, gerente de química orgánica del centro de I+D de Lilly España, además de José Antonio Sacristán.

Formación y participación

Las asociaciones reclamaron un mayor nivel de formación sobre el proceso de desarrollo de nuevos fármacos, mejor información sobre los ensayos clínicos que se realizan en España y más participación en los Comités Éticos de Investigación Clínica.

En la misma línea, solicitaron la creación de la figura del “médico en casa”, un profesional que mantenga una relación fluida con las asociaciones de pacientes que pueda proporcionarles la información. Asimismo, reclamaron la posibilidad de contactar con pacientes con experiencia en ensayos clínicos, que puedan aportar su punto de vista y ser consultados durante el proceso de la investigación. Otras de sus demandas fueron recabar un mayor apoyo social y económico para evitar que los pacientes abandonen los ensayos, así como la posibilidad de continuar con el tratamiento del ensayo en caso de que la respuesta sea favorable.

Por su parte, Sacristán subrayó que “la especialización en áreas terapéuticas agrupada en grandes centros de investigación sería de gran ayuda para conseguir un punto único de contacto para los pacientes, que además permitiría mejorar la competitividad de España frente a otros países investigadores”.