Tumores raros/ Las terapias dirigidas abren un nuevo paradigma en tumores tiroideos refractarios tras 30 años sin progreso

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El riesgo de progresión tumoral se reduce un 65 por ciento con vandetanib, que acaba de ser autorizado por la FDA

Son numerosos los estudios que han alcanzado la fase III con otros fármacos como sorafenib, sunitinib o cabozantinib (XL-184)

| 2011-05-06T15:39:00+02:00 h |

Cecilia Ossorio

Barcelona

En los últimos 30 años, sólo había un fármaco aprobado para el tratamiento de los pacientes con cáncer de tiroides refractario, la doxorrubicina, una quimioterapia muy tóxica y que ha demostrado poca actividad.

Sin embargo, en los últimos cinco años las nuevas terapias dirigidas contra distintas dianas celulares han demostrado resultados nunca antes obtenidos con ninguna droga en este tipo de tumor poco frecuente en términos de supervivencia. Como celebró Jaume Capdevila, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona y coordinador científico del primer Simposio Nacional de Tumores Raros, son numerosos los estudios que han alcanzado la fase III.

En el caso concreto de uno de los tumores de tiroides más raros —que supone un 10 por ciento del total—, el carcinoma medular tiroideo, el experto indicó que la Agencia Americana del Medicamento (FDA) acaba de autorizar a principios de abril la primera terapia dirigida, vandetanib, que ha demostrado un aumento en la supervivencia libre de progresión (SLP).

En este sentido, Capdevila habla de cambios son espectaculares, pues en algunos casos se logra casi duplicar la SLP, cuando en otro tipo de tumores sólidos, como el de mama, colon o pulmón, cuando se aumenta dos o tres meses ya se considera avance. “Hay pacientes que incluso con tratamientos con placebo pueden llegar a vivir más de 12 meses sin que el tumor crezca, y ahora estamos pasando de un año a dos aproximadamente. El impacto es muy importante”, declaró. Desde el punto de vista estadístico, se traduce en hasta un 70 por ciento de reducción del riesgo de progresión.

Además, hay otros fármacos como sunitinib, sorafenib, o el recién denominado cabozantinib (XL-184), que se encuentran en fases III que han completado el reclutamiento y de los que se esperan resultados próximamente.

Por otro lado, en cáncer diferenciado de tiroides, que incluye el cáncer papilar y el folicular, aún no se ha hallado ningún fármaco que haya demostrado en fase III un aumento de supervivencia. Capdevila participa en la actualidad en el estudio regulatorio de sorafenib en este tipo de histología tumoral, y comunicó a GM que ahora comenzarán un estudio para aquellos pacientes que no respondan a esta terapia. “Lo que persigue el nuevo trabajo es tratar de forma secuencial a estos pacientes”, afirmó.

Cáncer neuroendocrino

Otro de los cánceres abordados durante la reunión fue el neuroendocrino extrapancreático metastásico. En este punto, Ramón Salazar, del ICO-Hospital Duran i Reinals de L’Hospitalet (Barcelona) hizo referencia a un estudio que aún no está publicado, un ensayo clínico con everolimus en esta población de tumores que incluye pulmón, timo e intestino.

En el estudio Radiant-II, se aleatorizó a más de 400 pacientes a recibir el tratamiento estándar brazo control, que era sandostatin LAR, o la combinación con everolimus. Según Salazar, los resultados reflejan hasta cuatro y cinco meses de mediana de supervivencia libre de progresión para los pacientes del brazo experimental. “En estos tumores huérfanos de tratamiento estándar, es un gran avance”, declaró.