Investigación/ Son capaces de inhibir la progresión de las lesiones

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Los resultados han sido obtenidos a partir de un modelo animal heterólogo

La inflamación y la angiogénesis están asociadas a la endometriosis

| 2010-12-10T16:19:00+01:00 h |

Toni Martínez

Valencia

Investigadores de la Unidad de Genética y del Grupo de Investigación en Reproducción Humana del Hospital La Fe, han descrito un nuevo tratamiento de la endometriosis mediante la administración de un agonista de la dopamina.

El trabajo, dirigido por la doctora Edurne Novella, describe cómo al inhibir la formación de vasos sanguíneos en tejido endometriósico, se mejora el tratamiento de la enfermedad previniendo la formación de nuevas lesiones, a través de la administración de un fármaco que actúa sobre el receptor 2 de la dopamina evitando la angiogénesis tisular. Así se demuestra que la implantación, desarrollo y crecimiento de las lesiones endometriósicas dependen de la angiogénesis o de la generación de vasos sanguíneos, por lo que al impedirlo se abre una posibilidad terapéutica para el tratamiento de esta enfermedad.

Actualmente se conoce una extensa lista de factores que promueven e inhiben la angiogénesis en el endometrio, pero de entre ellos destaca la familia del Vascular Endotelial Growth Factor (VEGF). “Con nuestro trabajo hemos demostrado —explica la doctora Novella— la efectividad de los agonistas dopaminérgicos como reguladores del sistema VEGF”. Según indica la investigadora “el agonista dopaminérgico es capaz de provocar la endocitosis del VEGFR-2 en las células endoteliales, previniendo la unión del VEGF a este receptor, un paso crítico en el proceso de neoangiogénesis, así no hay fosforilación del receptor y las subsiguiente cascada de señales, además con la ventaja de su más que probada tolerancia y empleo clínico”.

Los hallazgos del estudio demuestran que el efecto angiogénico del agonista dopaminérgico provoca una disminución de la proliferación celular que conlleva a una degradación tisular y una reducción en el número de lesiones endometriósicas peritoneales en un modelo experimental animal de endometriosis.

Sobre las ventajas de este nuevo tratamiento la doctora Novella resalta que “hay una más que probada tolerancia y empleo clínico de los agonistas dopaminérgicos para la inhibición de la lactancia y como tratamiento de la hiperprolactinemia, trastorno asociado en muchos casos a la endometriosis, además se cuenta con escasos efectos secundarios en comparación con los tratamientos empleados actualmente en endometriosis y se ha comprobado que hay una reducción de lesiones endometriósicas sin necesidad de cirugía”.


Estudios clínicos

El grupo de investigación empezó trabajando con un agonista dopaminérgico, concretamente la cabergolina, aunque pronto se cambió por la quinagolida, otro antagonista de la dopamina, como regulador del sistema VEGF. Para ello se suministraron dosis progresivas de 25, 50 y 75 microgramos/día en un tratamiento de entre cuatro y cinco meses y se observó que disminuían los genes envueltos en la producción del proceso y disminuía el proceso inflamatorio, de la fibrólisis y del VEGF. También se ha realizado el primer ensayo clínico piloto en humanos que prueba que se reducen las lesiones endometriósicas. En uno o dos años se espera disponer de estudios multicéntricos con agonistas de la dopamina.