Las plazas médicas desiertas empiezan a agudizarse y a amenazar los sistemas sanitarios de España y de Europa. La European Junior Doctors (EJD) ha elaborado un informa que detalla algunas claves esenciales para evitar la cronificación de este problema. Priorizar la planificación de recursos humanos a largo plazo, invertir en programas formativos o crear incentivos positivos, entre otras acciones estratégicas. Se trata de una situación en la que la retención de médicos jóvenes resulta crucial para la política sanitaria y la sostenibilidad del sistema.

La Organización Médica Colegial de España (OMC) ha acogido este viernes la presentación de un informe de la European Junior Doctors (EJD). ‘De la obligación a la motivación. Transformación de las prácticas de retención de talento en Europa’ ha sido presentado por el presidente de la EJD, Álvaro Cerame, y la vicepresidenta primera de la Organización Médica Colegial, M.ª Isabel Moya, así como el representante nacional de médicos jóvenes de la OMC, Domingo Antonio Sánchez. “Este estudio cuya base se asienta en el debate iniciado en España en el año pasado, aborda la crisis de recursos humanos en salud en Europa”, han apuntado.

Según los cálculos de la Comisión Europea (CE), actualmente faltan un millón de trabajadores sanitarios. Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado la necesidad urgente de estrategias para retener a los profesionales sanitarios en Europa. A pesar de los esfuerzos que se están llevando a cabo por parte de la Unión Europea (UE) y los Estados miembros, enfocados en garantizar la cobertura sanitaria universal para hacer frente a estas carencias, persisten los problemas de retención del personal sanitario.

El informe presentado en la OMC, pone el foco en este problema de fidelización y retención de profesionales jóvenes. “Una cuestión central en la política sanitaria actual y la sostenibilidad del sistema”, tal y como ha señalado OMC. Este informe muestra iniciativas, tanto positivas como negativas que se han puesto en marcha en los distintos países estudiados para hacer frente a estos retos. Para ello, han evaluado todos los aspectos de las medidas basadas en la obligatoriedad e imposición y los enfoques basados en incentivos abogando por el cambio de políticas de asignación forzosa a las estrategias basadas en la motivación de los profesionales.

Problema de los desiertos médicos

Así, Moya ha denunciado la urgencia de abordar los desiertos médicos durante esta presentación. “Tiene una absoluta relación con la planificación, gestión y distribución de los recursos humanos, que todavía sigue siendo una asignatura pendiente dentro de las reformas que urgentemente necesita nuestro sistema sanitario”. También ha reiterado la preocupación de la OMC por las dificultades que enfrenta el Sistema Nacional de Salud (SNS) en la retención de profesionales jóvenes. Por ello, ha apelado a elevar esta problemática a un primer nivel de debate político e institucional.

También ha alertado del problema de que, según las estimaciones del British Medical Journal Global Health, el Banco Mundial, la OCDE y la OMS, “se necesitarán 10 millones de trabajadores sanitarios para el 2030”. De este modo, están relacionados con una deficiente planificación y falta de incentivos laborales. “Este problema de la falta de disponibilidad de recursos humanos y la falta de los problemas que tenemos en atraer talento médico no es un problema nuestro, nada más, es un problema de ámbito mundial”, ha insistido. Por ello, ha abogado por la colaboración para encontrar soluciones. “Quizá la clave se halle en saber planificar con una visión prospectiva y no cortoplacista”, ha sentenciado.

Resultados del informe de la EJD

En cuanto a los resultados del informe, Cerame, ha explicado que “la retención forzosa contribuye a reducir la satisfacción laboral y conlleva una experiencia de trabajo negativa, lo que puede dar lugar al abandono del puesto de trabajo y agravar aún más el problema que estas medidas pretenden reducir”. Por tanto, en base a este estudio de la EJD, de igual forma han recalcado la necesidad de priorizar la planificación a largo plazo. También en la inversión en formación médica, crear incentivos positivos y atractivos para trabajar en zonas de difícil cobertura. En concreto, para éstos últimos, una mejora de las condiciones laborales y salariales. Por último, evitar comprometer la calidad de la formación médica debido a las necesidades de planificación de la mano de obra.

A pesar de que en España nunca se habían graduado tantos médicos, faltan más que nunca. Esto quiere decir que el mercado laboral no es atractivo para los médicos jóvenes o no podemos fidelizar a los que ya están, cuidando adecuadamente de ambos. También existe otra lectura y es que la demanda de atención sanitaria supera a la estructura existente desbordándola y sometiendo al sistema sanitario a una debilidad constante. En cualquier caso, mejoras retributivas, de carrera profesional, de la docencia, posibilidades de participar en proyectos de investigación y medidas que faciliten visualizar un proyecto de vida son fundamentales para retener talento y hacer prosperar nuestro modelo de protección de la salud, según ha recalcado en un comunicado.

El caso español

En cuanto al apartado dedicado a España, el informe expone que para hacer que las áreas de difícil cobertura sean más atractivas para los médicos jóvenes, el gobierno español y los gobiernos regionales se están planteando la introducción de una serie de iniciativas que incluyen contratos laborales mejorados con salarios competitivos y beneficios en regiones rurales y remotas, y oportunidades de formación especializada en medicina rural, han recordado. Para Sánchez, es fundamental “crear soluciones sostenibles que no sólo aborden la escasez inmediata de personal sanitario, sino que también contribuyan a la estabilidad y efectividad a largo plazo de los servicios de salud en toda España, mitigando así el problema de los desiertos médicos y asegurando un acceso equitativo a la atención sanitaria para todos los ciudadanos”.

Así, el representante juvenil de la OMC, ha señalo que “en juego está mantener los estándares de calidad y accesibilidad de nuestra joya de la corona, nuestro sistema sanitario”. Además, el año pasado esta sección presentó otro informe sobre desiertos médicos que concluía con resultados similares al presentado por la EJD. Ponía de relieve que los desiertos médicos suponían un problema transversal para la sanidad en España y en Europa y resaltó que la desertificación médica era “un problema emergente que requiere la atención de todos los agentes implicados y que necesitaba de un análisis más profundo”.

En cuanto a la implementación de estrategias para garantizar el acceso a servicios de salud en estas zonas rurales, propusieron medidas dirigidas durante tres etapas. Universitaria y grado, formación sanitaria especializada y primeros años como especialista y, por último, la trayectoria profesional. Igualmente, también destacaron incentivos económicos o flexibilidad laboral. “Muchas de estas medidas se proyectan ahora en este estudio europeo impulsado por el colectivo de médicos jóvenes españoles que continúan liderando el abordaje de esta problemática a nivel nacional y europeo”, ha concluido la OMC.


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