Desde la introducción de los nuevos fármacos antivirales en 2015, España ha dado pasos significativos hacia la erradicación de la hepatitis C. Así lo pone de manifiesto Juan Turnes, experto de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y jefe de Servicio de Aparato Digestivo en el Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra quien ha reivindicado la situación de España que está a punto de cumplir los retos de eliminación de la hepatitis C marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y convertirla en una enfermedad rara.

La hepatitis C en nuestro país ha pasado de ser una crisis sanitaria a un ejemplo de éxito en salud pública gracias a la combinación de políticas nacionales iniciales y esfuerzos innovadores a nivel regional y profesional. Aunque quedan desafíos por superar, España se han dado pasos para erradicar la hepatitis C y convertirse en un modelo a seguir a nivel mundial.

Estrategias actuales para el manejo y eliminación de la hepatitis C

La estrategia nacional para el tratamiento de la hepatitis C en España se inició en 2015, bajo la dirección del Ministerio de Sanidad. Este esfuerzo se desencadenó con la aparición de nuevos antivirales revolucionarios que lograron eliminar una infección viral crónica en un período de dos a tres meses, con una eficacia inicial del 95 por ciento, alcanzando alrededor del 99 por ciento en la actualidad. Esta transformación no solo fue médica, sino también económica, dado el alto costo de los tratamientos para cientos de miles de personas afectadas.

Para hacer frente a esta situación, el Ministerio de Sanidad desarrolló un plan de acción financiado con 1.600 millones de euros, que permitió tratar a más de 50,000 personas en sus primeros dos años. Hoy, más de 170,000 personas han sido tratadas, acercándose a las 185,000 curaciones. Este esfuerzo ha situado a España como uno de los primeros países del mundo en alcanzar los criterios de eliminación de la hepatitis C establecidos por la OMS.

Desigualdades regionales

A pesar de estos avances, existen disparidades en las estrategias a nivel regional. Algunas comunidades autónomas, como Cantabria, Andalucía y Galicia, han desarrollado sus propios planes alineados con los objetivos de la OMS. Galicia, por ejemplo, ha implementado un cribado oportunista en personas de entre 40 y 70 años y ha enfocado sus esfuerzos en poblaciones vulnerables.

En este sentido, Turnes subraya la necesidad de una aproximación centralizada para la eliminación de la hepatitis C. Destaca que solo una autoridad gubernamental nacional puede certificar ante la OMS que España ha alcanzado los objetivos de eliminación. Sin embargo, el especialista se muestra pesimista sobre la posibilidad de implementar un plan nacional en el corto plazo, dado que hasta ahora ningún gobierno lo ha priorizado.

Estrategias de microeliminación

“En ausencia de una política nacional coherente, la comunidad científica y las sociedades de pacientes han desempeñado un papel crucial” asevera Turnes. De hecho, explica que han surgido diversas estrategias de microeliminación, enfocadas en grupos específicos con mayor riesgo, como personas en prisiones, con antecedentes de consumo de drogas o con patologías psiquiátricas. Estos proyectos de microeliminación han sido exitosos y se han replicado en diferentes áreas de España y otros países, reduciendo significativamente el número de personas infectadas.

Impacto

La disminución de la incidencia de hepatitis C ha tenido un impacto notable. Hace diez años, la hepatitis C era la principal causa de trasplante hepático en España. Dos años después de la introducción de los nuevos tratamientos, dejó de serlo, y actualmente es una causa menor. De hecho, la mortalidad asociada también ha disminuido drásticamente desde 2017-2018.

No obstante, Turnes identifica una serie de retos que se deben de acometer para conseguir los retos que marca la OMS. “A corto plazo, el reto es no dar por finalizada la lucha. Aún quedan uno o dos años para alcanzar plenamente los criterios de la OMS, y es crucial seguir trabajando” recalca el especialista. En cuanto a medio plazo, Turnes señala que el objetivo es involucrar a todas las autoridades sanitarias para disponer de la información necesaria que permita certificar la eliminación de la hepatitis C en España. Y, por último, a largo plazo, el especialista apuesta por convertir la hepatitis C en una enfermedad rara sería un gran logro, eliminando prácticamente su presencia en la vida diaria de los españoles y relegándola a una cuestión de interés histórico y científico.


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