El eurodiputado del grupo de izquierda en el Parlamento Europeo, Manuel Bompard, ha denunciado la presencia del amianto en territorio europeo y ha instado a la UE a movilizarse para proceder a la retirada de este material que está clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un carcinógeno de primer grupo. El eurodiputado ha trasladado este problema a través de un procedimiento de iniciativa legislativa durante el desarrollo de la Comisión de Medioambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) del Parlamento Europeo.

“El amianto es un veneno que ha arruinado muchísimas vidas y que sigue haciéndolo, hay cerca de 250.000 personas que sufren las secuelas de este material”

Manuel Bompard, eurodiputado del grupo de izquierda en el Parlamento Europeo

El eurodiputado ha calificado esta situación de “escandalosa”, al considerar que “ya éramos conscientes de la peligrosidad del amianto a principios del siglo XX”. Bompard denuncia que, a pesar de las prohibiciones existentes, la retirada del amianto continúa siendo “una asignatura pendiente” en Europa.

Si bien, las personas afectadas por esta situación han creado colectivos y plataformas para consolidar una movilización social en este sentido, Bompard insiste en que “300.000 personas morirán por las consecuencias del amianto, según las estimaciones de la OMS”. Esta situación se suma, según el eurodiputado francés, a que “un tercio de los ciudadanos europeos viven en un país donde no se han prohibido todos los tipos de amianto”.

“Estamos lejos de una prohibición a nivel mundial cuando hay un lobby industrial muy poderoso para impedirlo”

Manuel Bompard, eurodiputado del grupo de izquierda en el Parlamento Europeo

Legislación existente

A pesar de ello, muchos países están incluyendo normativas en su legislación para proceder a la retirada. De hecho, en España la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) junto a la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) llevan meses reclamando el desarrollo de una Ley Integral del Amianto.

En este contexto, Bompard ha destacado países como Francia o Polonia que están desarrolando estrategias de actuación para reducir o eliminar el amianto de aquí a 2032. Asimismo, el eurodiputado ha hecho referencia al Convenio de Rótterdam, un acuerdo firmado en Europa sobre el procedimiento de consentimiento fundamentado previo (CFP) aplicable a ciertos plaguicidas y productos químicos peligrosos objeto de comercio internacional.

“La legislación no basta, necesitamos el peso de las autoridades públicas y financiación pública que no atiendan a consideraciones presupuestarias”

Manuel Bompard, eurodiputado del grupo de izquierda en el Parlamento Europeo

Los vacíos de la UE

En este contexto, Bompard ha aprovechado su intervención para denunciar que “la Unión Europea está lejos de ser ejemplar”. El francés sostiene que la UE continúa permitiendo actividades de exportación de amianto a Estados terceros, una situación que lamenta ya que “no podemos exponer a otros países a peligros que nosotros queremos eliminar”.

El amianto, o también denominado asbesto o uralita, se ha utilizado en grandes industrias y en sector de la construcción hasta el punto de ser uno de los materiales más popularizados en las décadas de los 70 y 80. Sin embargo, la manipulación del mismo trajó graves problemas a los trabajadores encargados del mismo, que desarrollaban diferentes enfermedades con el paso del tiempo. Algunas de las enfermedades destacadas son el cáncer de pulmón, cáncer de laringe y de ovario, y asbestosis (fibrosis de los pulmones).

Por este motivo, el eurodiputado pide colaboración y ayuda entre los Estados miembro porque “el trabajo debe ser un lugar de emancipación individual y colectiva, no un lugar de desgracias”. Además, denuncia que la contaminación de este material no se queda relegado únicamente al entorno laboral, ya que se encuentra en otros espacios y “afecta a familias enteras”. Los efectos ambientales que causa este material también han sido destacados por Bompard, que insiste en que “estamos envenenando los suelos”.

El ponente ha apelado además a la desigualdad social que genera la presencia de este material, creando “injusticias” y siendo los trabajadores de los sectores “más duros”, las mujeres, los niños y las poblaciones pobres y marginadas “los más expuestos”.

Urgencia de eliminación

Por los motivos anteriormente detallados, Bompard insta a la UE a actuar y crear “medidas políticas concretas” con una ‘Estrategia Europea de Eliminación del Amianto’, que se apoye en los planes nacionales y hojas de ruta específicas a nivel local, regional y nacional. “La UE debe garantizar que se cumplan estos planes nacionales con una directiva marco”, ha insistido.

Un paso que “solo tendrá éxito”, según Bompard, si las instituciones europeas valoran las opiniones y las demandas de todas las partes interesadas, los interlocutores sociales y las víctimas del amianto para participar en la elaboración de las mismas. Para consolidar estas estrategias, el eurodiputado defiende la transparencia de las medidas que se desarrollen, así como la creación de registros “públicos y accesibles” del amianto con “información clara de los lugares donde está presente el material”.

Ante la presentación de esta iniciativa, el documento se encuentra ahora a la espera de la decisión del comité y de las votaciones correspondientes. Sin embargo, los eurodiputados de la cámara han mostrado su apoyo al informe presentado por Bompard y aseguran elaborar enmiendas en este ámbito para avanzar en la retirada del amianto en Europa.


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