Cada año se diagnostican en Andalucía entre 150 y 200 casos de Alzheimer en menores de 65 años. Esta cifra es alarmante y pone de manifiesto la necesidad urgente de una intervención integral y efectiva. Para abordar esta situación, la Consejería de Salud y Consumo ha lanzado la nueva Estrategia de Alzheimer y otras demencias neurodegenerativas, un ambicioso plan que tiene como objetivo promover la salud cognitiva, mejorar la atención a los afectados e impulsar la investigación en este campo.

La nueva Estrategia ha sido desarrollada en estrecha colaboración con la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, así como con la Confederación Andaluza de Alzheimer y otras Demencias. Este esfuerzo conjunto subraya la importancia de una aproximación multidisciplinar y coordinada para enfrentar los retos que plantean estas enfermedades. El plan tiene como finalidad última mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por estas condiciones, así como de sus familias y cuidadores, quienes a menudo soportan una carga significativa.

Prevalencia

Las demencias neurodegenerativas, entre las que el Alzheimer es la más común, son enfermedades que afectan no solo a la memoria y otras funciones cognitivas, sino también a la autoestima y la independencia de quienes las padecen. Este deterioro progresivo genera una gran preocupación entre los familiares y cuidadores debido a la pérdida gradual de autosuficiencia del enfermo.

En España, se estima que unas 800.000 personas viven con algún tipo de demencia, de las cuales 120.000 residen en Andalucía, representando casi un 1,5 por ciento de la población andaluza. La prevalencia de estas enfermedades aumenta con la edad, afectando al 0,05 por ciento de las personas entre 40 y 65 años, al 1,07 por ciento entre los 65 y 69 años, y subiendo casi proporcionalmente hasta alcanzar el 39,2 por ciento en los mayores de 90 años.

Dada la magnitud del problema, la demencia se ha convertido en una prioridad sanitaria global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado la elaboración de planes nacionales para enfrentar esta crisis de salud pública. En Andalucía, la necesidad de un diagnóstico precoz es crucial, especialmente considerando que cada año se identifican entre 150 y 200 nuevos casos de enfermedad de Alzheimer presenil en menores de 65 años. Además, se proyecta que el número de personas afectadas se duplicará cada 20 años, lo que hace aún más urgente la implementación de estrategias efectivas para el diagnóstico y tratamiento temprano.

Estructura del plan

El Plan Integral de Alzheimer y otras Demencias de Andalucía se estructura en tres grandes apartados: un análisis exhaustivo de la situación actual, la planificación operativa a través de líneas estratégicas específicas y el establecimiento de indicadores de evaluación y seguimiento. Las cuatro líneas estratégicas del plan son: promoción de la salud cognitiva, sensibilización y adaptación de la sociedad, mejora de la atención y la continuidad asistencial, y formación e investigación.

La primera línea estratégica, la promoción de la salud cognitiva, se centra en sensibilizar a la sociedad y fomentar un cambio cultural que permita a las personas con demencia mantenerse en su entorno cercano. La segunda línea busca mejorar la atención y coordinación asistencial, promoviendo la salud cognitiva en todas las etapas de la vida y optimizando los procesos asistenciales. La tercera línea estratégica está orientada al reconocimiento y apoyo a los cuidadores, incluyendo la creación de protocolos para la prevención y abordaje de desapariciones, y la promoción del buen trato y la coordinación intersectorial para evitar la soledad no deseada de las personas afectadas. Finalmente, la cuarta línea se enfoca en la formación e investigación, con el objetivo de desarrollar competencias profesionales específicas y fomentar la investigación en patogénesis, carga epidemiológica y nuevas herramientas de tratamiento.

Línea Alzheimer

Entre las medidas concretas destacadas en el plan se encuentra la creación de la ‘Línea Alzheimer’ 24 horas, un servicio telefónico de información y apoyo para los afectados (953 00 30 30). Asimismo, se promoverá la detección precoz del deterioro cognitivo mediante biomarcadores específicos en líquido cefalorraquídeo, y se lanzará una campaña divulgativa para concienciar sobre la importancia de un diagnóstico temprano.

El desarrollo de este plan ha sido un proceso complejo y colaborativo, involucrando a múltiples entidades y asociaciones que han aportado su experiencia y conocimiento. La Consejería de Salud y Consumo se compromete a seguir trabajando en esta línea, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y sus familias, así como de fortalecer el sistema sanitario público y asistencial de Andalucía. Con esta nueva estrategia, Andalucía da un paso adelante en la lucha contra las demencias neurodegenerativas, demostrando su compromiso con la salud y el bienestar de sus ciudadanos.


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