Bajo el lema “Una alianza para una sola salud”, la Memoria de Sostenibilidad de SIGRE recoge los resultados de esta iniciativa que apuesta por el cuidado de la salud de las personas y del medio ambiente. Con el paso de los años, SIGRE se ha convertido en el mayor proyecto colaborativo emprendido por el sector farmacéutico para garantizar la correcta gestión de los residuos de medicamentos.
Así en los últimos tres años, las compañías farmacéuticas han adoptado 749 medidas de ecodiseño, ahorrando 2.800 toneladas de materias primas y haciendo más sostenibles 600 millones de envases. Por otra parte, el 70 por ciento de los envases depositados en el Punto SIGRE se reciclan.
“En un momento como el actual, el compromiso con la difusión de información contrastada y confiable es más importante que nunca si queremos conseguir que todos asumamos nuestra parte de responsabilidad y contribuyamos al cuidado de nuestro planeta y de la salud global”, señala su director general, Miguel Vega.
Durante 2023, SIGRE ha redoblado esfuerzos para acompañar a las compañías farmacéuticas en su adaptación a las nuevas obligaciones legislativas. A través de múltiples servicios, esta entidad sin ánimo de lucro ofrece a los laboratorios soluciones para su tránsito hacia una economía más circular y sostenible. Entre estos servicios destacan los Planes Empresariales de Prevención y Ecodiseño, que durante el período 2021-2023 facilitaron la adopción de 749 medidas de ecodiseño que han permitido, entre otros logros medioambientales, ahorrar 2.800 toneladas de materias primas y hacer más sostenibles 600 millones de envases farmacéuticos.
El año pasado también quedó patente la consolidación de la colaboración ciudadana con SIGRE. De esta forma, cada español depositó en el Punto SIGRE de las farmacias una media de 102,48 gramos de envases vacíos o con restos de medicamentos, lográndose reciclar el 69,23 por ciento de los materiales de dichos envases.
Este compromiso de la ciudadanía se ha visto reflejado en el último sondeo de opinión elaborado para SIGRE, cuyos resultados muestran que el 90 por ciento de los españoles considera que tirar medicamentos a la basura o por el desagüe es una acción perjudicial para el planeta. Igualmente, el 98 por ciento cree que el estado del medio ambiente es fundamental para la salud de las personas. Estos porcentajes están en línea con los obtenidos por el “Eurobarómetro de actitudes hacia el medio ambiente”, publicado el pasado 29 de mayo, y demuestran que los españoles están cada vez más concienciados en esta materia.
SIGRE también en los laboratorios
Demandas sociales a las que el sector farmacéutico (industria, distribución y farmacia) lleva más de dos décadas dando respuesta a través de su activa participación en SIGRE y que, como refleja este informe, nos debe permitir avanzar hacia metas más exigentes. Así, a partir del 1 de enero de 2025, SIGRE ampliará su ámbito de actuación para dar cumplimiento a las nuevas obligaciones ambientales aprobadas recientemente, pasando a organizar también la gestión de los envases de medicamentos generados en los laboratorios, centros sanitarios e instalaciones de los distribuidores, operadores logísticos y farmacias.
“Se trata de un reto no exento de dificultades porque implicará la gestión de los envases de medicamentos que se generan en más de 150.000 puntos de toda España, sumando unas 42.000 toneladas de residuos al año, con una tipología muy variada (inmediatos, externos, de agrupación y de transporte) y diferentes materiales”, añade Miguel Vega.
Por decimoquinto año consecutivo, esta Memoria se ha elaborado bajo los estándares internacionales de la Global Reporting Initiative (GRI) y se encuentra disponible en la web de SIGRE. Puede consultarse en su versión íntegra, así como en su versión resumida.
Doble objetivo de SIGRE
Y es que SIGRE persigue un doble objetivo desde su creación, por un lado, el medioambiental, promoviendo la aplicación de medidas de ecodiseño que permitan reducir la generación de residuos y garantizando la recogida y el correcto tratamiento medioambiental de los residuos generados. Por otro lado, el sanitario, fomentando la revisión periódica del botiquín doméstico para evitar la acumulación innecesaria de medicamentos en los hogares y sensibilizando al ciudadano sobre los riesgos sanitarios derivados del uso inadecuado de los mismos.
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