Con este Premio BiC el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz suma seis ya en su recorrido por estos galardones, además de una mención de honor. Daniel Albi, jefe del Departamento de Ginecología y Obstetrica, resume el sentir de todos: “Cada vez tenemos el listón más alto, competimos más, pero como nos encanta competir el año que viene aquí estaremos”, adelanta.

En la misma línea, Javier Plaza, jefe del Servicio se muestra “encantado de alcanzar el primer premio en esta categoría”. Subraya que resulta “muy estimulante tener una buena consideración por parte de todos”.

Los responsables han explicado a GM cómo la pandemia ha acelerado un camino, el de la atención no presencial, en el ya ofrecían una parte de la asistencia. Tras la pandemia, explica Albi, “hemos tenido un aluvión de ideas en esta dirección”.

“Una videoconferencia con un paciente es ya algo de todos los días, chats con pacientes y reuniones, mandarles informes… en esto ha dado un empujó tan fuerte que creo que tenemos que cambiar ya cómo organizamos agendas, citas y cómo será la medicina dentro de solo cinco años. Nos sorprenderá que cojan un número en las salas de espera como en la carnicería”, asegura.

En un primer momento, el impacto de la pandemia fue bastante grande y siguiendo las recomendaciones de la dirección, o la comunidad en su caso, la actividad de cirugía y consulta se minimizó, explica Plaza.

“Durante un tiempo aportamos todo lo que pudimos a otros servicios implicados en la COVID -asegura- tanto en apoyo profesional como en recursos. A medida que la situación mejoró, el servicio fue recuperando su espacio”.

Manuel Albi coincide en este repaso: “Al principio de la pandemia lo pasamos mal todos, como personas y médicos. Ginecología se puso a disposición de las especialidades más implicadas en COVID y solo se operaba cáncer y urgencias. Cerramos el paritorio para dar las camas y el quirófano a estos pacientes”.

Una nueva senda

En este nuevo camino, que potencia la atención no presencial en los casos en los que supone una ventaja, este grupo, y este hospital, va a ir a la cabeza de esta digitalización de la salud en la que ya estamos, advierte Albi.

Pero, ¿cuál es la respuesta de los pacientes? El responsable del departamento asegura que por ahora están siendo prudentes y van poco a poco. “Nos estamos llevando muchas sorpresas también. Estamos haciendo un estudio para ver cuántas mujeres pueden descargarse una app del grupo con el portal del paciente y nos llamó la atención un dato. En la FJD hay 90 personas con más de 90 años que se manejan con nosotros con su teléfono”, indica.

Javier Plaza, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

“Si ha avanzado todo y ya nadie se plantea ciertas esperas ¿por qué no puede ser así también en medicina?. En nada de tiempo habrá una revolución en la asistencia que nos encantará liderar”, subraya.

En este sentido, Javier Plaza remarca que las propias pacientes demandan una parte de esa atención no presencial, siempre y cuando sean respetuosos con la privacidad y aportando la misma calidad y una información completa.

Lo primero que el paciente cuestiona es si el nivel de solución al problema será de la misma calidad. Eso está bien entronizado, lo meditamos, y es una de las máximas que ponemos, que la percepción de nuestros pacientes sea que hacemos un esfuerzo para darles lo mismo o mejor a través de la no presencialidad”, asegura Plaza.

Junto a esta transformación una de las apuestas principales de la atención en el servicio se encamina al trabajo en la experiencia del paciente. “Hay varios sistemas para medir la experiencia del paciente, cómo lo ha vivido, pero ahora queremos que  el paciente nos reporte también su visión sobre  el resultado sobre su salud”, detalla Albi

“El outcome del paciente es lo que vamos a valorar, no solo su experiencia como cliente sino su valoración de resultados, que no siempre coinciden con los nuestros. Ellos quizá valoran una serie de cosas que nosotros no tenemos tanto el cuenta”, asegura.

Esta información se recoge en forma de vías clínicas que introducen preguntas sobre resultados y veremos cómo cambiará la valoración en algo que antes era estrictamente médico, subraya. Por ahora en cáncer ginecológico ya están haciendo este tipo de evaluaciones.

Una plantilla “para ovacionar”

Manuel Albi, jefe del Departamento de Ginecología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

Parte del éxito de estos años reside en un equipo cohesionado y aliado en cuanto a objetivos con los de la propia organización. Plaza apunta que el equipo del servicio está muy consolidado, con todos los perfiles que integran la especialidad.

El equipo ha llegado a un punto de maduración en el que cada uno de los equipos o áreas tiene gente que es capaz de liderar estas áreas. Un grupo muy estable, equilibrado e integrado dentro de la institución muy alineadas con los objetivos. Estamos en un momento dulce de nuestra especialidad”, afirma.

Albi, por su parte, destaca que dentro de los cuatro hospitales que tiene la ocasión de dirigir el de la fundación es muy joven, muy involucrado. “Quirón crea un sentido de pertenencia al grupo”, asegura, lo que hace que “sea fácil poner un poco más” cuando es necesario.

En pleno pico de la pandemia, insiste, los médicos del servicio estaban ayudando a neumólogos e internistas, ayudando en la UCI y ese era su puesto de trabajo. “Desde el más joven al más viejo hemos hecho de internistas de segunda categoría o de cuarta. Ha sido un orgullo y una gozada y trabajar con ellos. Aquí, en Villalba, Valdemoro y Rey juan Carlos que son hospitales nuestros”, remarca Albi.

Aunque, desde luego, la de aquí es una plantilla para estar ovacionándola”, concluye.

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