La vacunación contra el Herpes Zóster, “un antes y un después” en la calidad de vida de los pacientes

Entrevista a Javier Díez Domingo, jefe del Departamento de Investigación de Vacunas de FISABIO, acerca de la vacunación frente a Herpes Zóster (HZ) y las oportunidades que presenta la nueva vacuna Shingrix

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GACETA MÉDICA entrevista a Javier Díez Domingo, jefe del Departamento de Investigación de Vacunas de FISABIO, acerca de la vacunación frente a Herpes Zóster (HZ) y las oportunidades que presenta la nueva vacuna Shingrix.

Pediatra y Doctor en Medicina, este experto tiene una trayectoria que abarca desde la investigación en la Universidad de Oxford (Reino Unido) a la Universidad Católica de Valencia, donde dirige el grupo de Investigación en vacunas. Díez Domingo es miembro de la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas Pediátricas (ESPID), asesor experto de la Agencia Europea del Medicamento (EMEA) para medicamentos pediátricos y participa en proyectos de investigación multinacionales financiados por la OMS, la EMEA y el CDC, y la Unión Europea.


Puede leer la entrevista completa a continuación:

Pregunta. ¿Qué significa la llegada de vacunas para hacer frente al HZ?

Respuesta: El Herpes Zóster (HZ) es una enfermedad que puede provocar neuralgia post herpética (NPH), un dolor neuropático y crónico que inflama los nervios y que no desaparece con los analgésicos habituales. Este dolor puede durar 3, 6 meses o incluso un año, y que supone una pérdida importante de la calidad de vida en las personas que lo sufren. El HZ también provoca una inflamación generalizada asociada a complicaciones como el accidente cerebrovascular, que se produce principalmente en población de riesgo, más débil, con las defensas más bajas… etc. En resumen, el HZ genera un cuadro clínico de una repercusión sociosanitaria muy importante y que debilita al paciente.

Uno de los objetivos fundamentales de la promoción de la salud actual es mantener la calidad de vida sobre todas las personas y la nueva vacuna Shingrix supone un antes y un después en el control de la infección por HZ y sus consecuencias.

P. ¿Cuál es la incidencia de la reactivación del virus en mayores de 50 años?

R. Aproximadamente, la mitad de las personas que lleguen a los 80 años habrá sufrido una infección por HZ, esto quiere decir que en España hay aproximadamente cerca de  200.000 casos anuales que ocurren principalmente en mayores de 50 años e inmunocomprometidos: pacientes que sufren diabetes, EPOC, en tratamiento oncológico  y trasplantados. Estos pacientes tienen una incidencia altísima porque la bajada de defensas facilita la reactivación del virus. Por lo tanto, una vacuna frente al HZ en este perfil de paciente es imprescindible.

“Aproximadamente, la mitad de las personas que lleguen a los 80 años habrá sufrido una infección por HZ”

P. ¿Quién debe vacunarse y cuándo debe hacerlo? ¿Cuáles son las principales recomendaciones de vacunación?

R. Corresponde a salud pública decidir quién debe vacunarse. La vacuna está indicada para todas las personas mayores de 50 años porque es a partir de esta edad cuando empieza a aumentar la incidencia del HZ. Se ha visto que la inmunidad producida por la vacuna es casi completa hasta 8 años tras la vacunación, una inmunidad extremadamente duradera. Las indicaciones de salud pública en España cuando tengamos la vacuna van a ser muy buenas porque se va a priorizar la vacunación de los grupos de riesgo (inmunodeprimidos, pacientes oncológicos, etc.). También sería conveniente empezar a vacunar a población sana mayor de 65 años, edad en la que hay otro escalón de incidencia, aprovechando que este grupo ya está acostumbrado a vacunarse de gripe. En conclusión: la prioridad es vacunar a los adultos que tengan problemas de inmunidad y con el tiempo lo ideal será vacunar a toda la población a partir de los 60-65 años. Para ello habrá que asegurarse de que haya suficientes vacunas disponibles y suficiente presupuesto.

P. ¿Qué escenario se presenta si no se opta por la vacunación?

R. Cada año hay 40.000 diagnósticos de neuralgia post herpética (NPH) y ésta afecta a todas las esferas de la calidad de vida. Hay pacientes que describen que el dolor hace insoportable el contacto con la sábana durante la noche, lo que provoca insomnio, cansancio e incluso disminuye las ganas de vivir ya que se trata de un dolor inhabilitante. Debido a esto, la NPH suele ir acompañada de ansiedad, que complica aún más la situación para el individuo afectado. La NPH requiere a menudo tratamientos agresivos que en el caso de personas mayores, a menudo polimedicadas, da lugar frecuentemente a interferencias medicamentosas.

Todo esto genera un cuadro clínico que, sin ser mortal,  afecta muchísimo a la calidad de vida de quien lo padece, además produce una cascada inflamatoria que empeora la situación mental de los individuos. Al aumentar la edad media de la población, mantener su salud y calidad de vida es un reto prioritario con gran impacto en el sistema sanitario. Un modelo fármaco-económico, desarrollado por el Servicio Canario de Salud, demostró que el impacto del HZ es tan grande que una vacuna de HZ es rentable, porque no solo mejora la calidad de vida en los sujetos sino que además lo hace a un coste muy asumible para el sistema sanitario.

P. Dentro de la priorización de grupos de riesgo, ¿Cómo de importante es tener vacunas para personas con inmunosupresión a consecuencia de tratamientos?

R. Es fundamental. La vacuna que teníamos anteriormente era una vacuna de virus vivos atenuados, que no estaba indicada para personas inmunocomprometidas por lo que la población más susceptible no se podía vacunar. La nueva vacuna ha demostrado en ensayos clínicos que protege igual a inmunocompetentes e  inmunodeprimidos. Esto supone un avance extraordinario en la calidad de vida de los pacientes inmunocomprometidos que tienen la mayor urgencia de vacunación.

“La nueva vacuna ha demostrado en ensayos clínicos que protege igual a inmunocompetentes e  inmunodeprimidos”

P. ¿Cómo afecta el HZ en este perfil de pacientes? ¿Qué consecuencias tiene para su calidad de vida y su mortalidad?

R. El HZ afecta a todas las personas de la misma forma, pero las complicaciones de la enfermedad -tanto la Neuralgia como los accidentes cerebrovasculares- son más frecuentes según avanza la edad de los pacientes.

P. ¿Cuál ha sido el papel de los investigadores españoles en el desarrollo de la vacuna? ¿Y de Fisabio, el centro que usted dirige?

R. Nosotros llevamos colaborando en este proyecto con GSK, el laboratorio que desarrolla esta vacuna, más de 10 años. Hemos participado muy directamente a todos los niveles: desde las fases iniciales hasta completar la fase 3 del ensayo clínico, donde hemos demostrado que la vacuna tiene una alta eficacia. Fisabio ha incluido más de 1000 personas en los ensayos clínicos de la Comunidad Valenciana, y el grupo que dirijo también está entre los expertos mundiales de este producto, colaboramos en el análisis de resultados y su comunicación a través de publicaciones.

P. ¿Cree que en el futuro esta vacuna podrá actuar como revulsivo de la vacunación de los adultos, una asignatura que todavía tenemos pendiente en nuestro país?

R. En efecto. Antes de tener la vacuna de la COVID, las vacunas para adultos que se usaban eran de una efectividad baja, todo el mundo piensa en la gripe y muchas de las reticencias que tienen las personas mayores a vacunarse es debido a ello. De repente, aparece la posibilidad de ponerse una vacuna que va a generar una protección de más del 90 por ciento frente al HZ. Esto supone un antes y un después.

Considero beneficioso el hecho de que esta vacuna llegue a España de manera simultánea a la vacunación COVID,  que también ha demostrado una efectividad alta en las personas mayores. Creo que ambas vacunas han demostrado que es posible mejorar el sistema inmunitario de las personas mayores. Asimismo, son un indicador de que tenemos un estándar muy alto de efectividad de las vacunas y que las nuevas vacunas deberán tener esa efectividad para que sean útiles.


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