La vacuna Shingrix (GSK) contra el herpes zóster se asocia con un menor riesgo de desarrollar demencia. Así lo ha confirmado un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, en el que participaron más de 200.000 personas y que ha sido publicado en la revista Nature. Los resultados de la investigación indican que esta vacuna puede retrasar los efectos de la demencia hasta 164 días. Este resultado se observó en ambos sexos, aunque se registró un mayor número de respuestas positivas en mujeres.

Dado que en octubre de 2017 se realizó una transición de la vacuna Zostavax y Shingrix, ambas destinadas a prevenir frente al herpes zóster, los investigadores del estudio utilizaron la red de historias clínicas de EE. UU. El objetivo fue comparar el riesgo de demencia en los seis años posteriores a la administración de Shingrix con el riesgo en personas que habían recibido Zostavax. Más de 100.000 personas estaban en cada grupo, y Shingrix se comparó también con personas que habían recibido otras vacunas contra la gripe y tétanos/difteria/tos ferina.

La vacuna Shingrix se asoció con un riesgo de demencia un 17 por ciento menor en comparación con la vacuna Zostavax, y un 23-27 por ciento menor respecto a otras vacunas. Esto implica que quienes recibieron Shingrix pueden vivir entre 5 y 9 meses más sin demencia.

Más investigación

Los investigadores han asegurado que, aunque los datos sean sólidos, se debe seguir investigando antes de sugerir la vacunación con Shingrix para retrasar la aparición de la demencia. Maxime Taquet, profesor clínico académico del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención (NIHR, por sus siglas en inglés) en el departamento de Psiquiatría de Oxford ha afirmado que, “estos hallazgos deberían motivar más investigaciones y podrían tener implicaciones para los adultos mayores, los servicios de salud y la salud pública”.

John Todd, profesor de Medicina de Precisión en el Departamento de Medicina Nuffield de la Universidad de Oxford, ha instado a los investigadores a profundizar en el estudio del impacto de esta vacuna y su relación con la demencia. Para fomentar estas investigaciones, ha planteado una pregunta crucial: “¿Cómo logra la vacuna su aparente beneficio en la protección contra la demencia?” Además, ha señalado que “la vacuna podría contener sustancias químicas con posibles efectos beneficiosos adicionales sobre la salud cerebral.

Paul Harrison, profesor de Psiquiatría y responsable del tema de objetivos moleculares del Oxford Health Biomedical Research Centre (OH BRC) y supervisor del estudio, ha asegurado que “los resultados son fascinantes y alentadores. Cualquier cosa que pueda reducir el riesgo de demencia es bienvenida, dada la gran y creciente cantidad de personas afectadas por esta enfermedad”.

Protección contra otras infecciones

Además, la vacuna recombinante contra el herpes zóster también ofrece mayor protección que otras vacunas contra otras infecciones. Se asoció también con menores riesgos de demencia en comparación con otras dos vacunas comúnmente utilizadas en personas mayores, así como la vacuna contra la influenza y la vacuna contra el tétanos/difteria/tos ferina.


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