IV Congreso Nacional GeSIDA

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ROCío Chiva Toledo | viernes, 30 de noviembre de 2012 h |

Prácticamente todos los investigadores básicos, clínicos y epidemiológicos españoles se dieron cita la semana pasada, del 27 al 30 de noviembre, en Toledo, para celebrar el IV Congreso del Grupo de Estudio de Sida (Gesida) y la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).

Entre las investigaciones presentadas destacó el estudio Star, que concluye que el tratamiento combinado de emtricitabina, rilpivarina y tenofovir (comercializado como Eviplera) no es inferior a la combinación de efavirenza, emtricitabina y tenofovir disoproxil fumarato (Atripla) en el tratamiento de adultos naïve. Lo relevante de esta nueva combinación es que, en opinión del equipo de investigación, podría desplazar a la segunda como tratamiento de elección, al menos en adultos naïve con menos de cien mil copias de carga viral, ya que ofrece un régimen en comprimido único (STR) y unas tasas mayores de tolerancia. Además, el estudio Picaso ofreció datos que evidencian que la monoterapia con inhibidores de la proteasa no se asocia con mayores proporciones de deterioro cognitivo que la triple terapia, una conclusión que abre a la puerta a la hipótesis de que un solo fármaco ofrezca menores niveles de neurotoxicidad.

Asimismo, el Congreso también planteó la situación de los pacientes coinfectados por VIH y VHC, una relación que ha disminuido del 43,6 por ciento al 8 por ciento en solo diez años, pero que todavía se mantiene. Además, con el descubrimiento de nuevos fármacos como boceprevir, telaprevir o alisporivir (este último todavía en fase III) que “auguran la futura erradicación del virus”, opina José María Miró, vicepresidente de la Seimc, el reto está ahora en conseguir que estos pacientes coinfectados tengan acceso libre a estos nuevos tratamientos.

Aunque también en claro descenso gracias al carácter crónico del VIH en la mayoría de las ocasiones, es importante no olvidar infecciones oportunistas como la tuberculosis, que aparecen en estadios avanzados de la enfermedad. Gracias a los estudios Sapit y Camelia sobre todo, Federico Pulido, de la Unidad de Infección por VIH del Hospital 12 de Octubre de Madrid, ha codirigido la elaboración de un documento de recomendaciones en pacientes con VIH y tuberculosis, que se publicará a principios del año que viene y que pone un especial énfasis en la importancia de comenzar el tratamiento para la tuberculosis en estos pacientes “dentro de las dos primeras semanas”.