23er Congreso de la Sociedad Europea de Neurología (ENS)

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c. ossorio Barcelona | viernes, 14 de junio de 2013 h |

“El micro-RNA será uno de los temas más candentes en la investigación sobre epilepsia de esta década”. Así lo considera Hannanh Cock, de la Universidad St. George de Londres, a raíz de los resultados de un estudio de la Universidad Central del Sur en Changsha (China) presentados durante la 23ª Reunión Neurológica Europea (ENS) en Barcelona.

Después de analizar en un modelo de rata la interacción de varios factores implicados en procesos inflamatorios en el hipocampo que tienen relación con la epilepsia, comprobaron que entre ellos se encuentra el micro-RNA perteneciente a las familias de miR-146a y miR-155, así como a las sustancias de alerta del sistema inmunológico interleukina-1 beta (IL1B) y al factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa).

Dependiendo de la fase de evolución en que se encuentre la enfermedad, la interacción de estos factores es diferentes. Así, mientras en la fase latente la IL1B se presenta en niveles bajos y la expresión de miR-146a está al máximo, en la fase aguda la proporción es al contrario, y en la crónica los dos factores se registran de manera elevada. En lo que respecta a la interrelación entre TNF-alfa y miR-155, los investigadores observaron que era similar.

Por tanto, aunque se trata de un trabajo de investigación básica aún muy lejos de la práctica clínica, Cock valora que la modulación de la micro-RNA supone un objetivo “completamente novedoso” para el abordaje de la epilepsia.

En esta enfermedad, cada vez se pone más atención a sus comorbilidades asociadas. De hecho, investigadores de la Clínica Bakirköy de Neurología y Psiquiatría de Estambul evidencian en un estudio con 60 pacientes con dos tipos de epilepsia (de lóbulo temporal y mio-clónica juvenil) y 30 controles que un 57 por ciento de los que padecen epilepsia del primer tipo y un 37 por ciento del segundo, respectivamente, presentan al menos un desorden psiquiátrico clínico severo, como episodios de esquizofrenia o depresión, así como ataques de pánico. Unos trastornos que se vieron en el 23 por ciento de los inviduos control sin epilepsia.

Mientras la epilepsia de lóbulo temporal se relaciona más con el cansancio y el aislamiento social, la forma mio-clónica juvenil afecta más a la capacidad de concentración y atención.