José A. Rodríguez Barcelona | viernes, 30 de enero de 2015 h |

Pocas personas pueden presumir de que una copa mundial de fútbol lleve su nombre y apellido. La Ferran Morell Cup, el campeonato mundial de fútbol para equipos formados por médicos, es uno de los muchos hitos de este neumólogo, que descubrió la relación entre los edredones de plumas y la fibrosis pulmonar idiopática y participó en el primer trasplante de pulmón que se hizo con éxito en España, allá por 1990.

Pregunta. Ya has colgado las botas como clínico, pero no como investigador ni como futbolista…

Respuesta. Me da miedo retirarme. Yo creo en eso de que la función hace el órgano.

P. Entre pacientes e investigaciones, has tenido tiempo de crear la Ferran Morell Cup…

R. El primer campeonato lo organicé en 1995. Me encanta el fútbol y organicé un torneo de equipos formados por médicos. Ya no soy el organizador, pero todavía se celebra cada año y todavía juego.

P. ¿Por qué sólo para médicos?

R. Porque el objetivo no sólo es jugar, sino también hacer amigos entre la gente de la profesión. Antes se nos colaban jugadores muy buenos, que no eran médicos. Así que instauramos un particular control antidoping. En el descanso de los partidos, el capitán llamaba a los dos mejores jugadores del equipo contrario, a los que les hacía dos preguntas que sólo un médico puede responder.

P. Durante diez años competisteis en el Mini Estadi, el segundo estadio del Barça. Como neumólogo también has jugado en otro templo, en la Mayo Clinic…

R: Estoy contento de mi trayectoria profesional. Creo que, gracias a mi esfuerzo, he logrado cosas interesantes. Y, en cuando a la copa, aparte de que me gusta jugar a fútbol y he hecho muchos amigos, el equipo de médicos del Vall d’Hebron la ha ganado varias veces.

P. En 2013 recibiste la atención mediática de una estrella de fútbol por haber descubierto que los edredones de plumas pueden causar fibrosis pulmonar idiopática.

R. Fue demasiado mediático, lo que quizás no permitió ver la parte más seria de un estudio de más de diez años que se publicó en The Lancet Respiratory Medicine. Descubrimos que los edredones o los almohadones de plumas, así como la exposición a aves y hongos en cantidades mínimas pero persistentes, puede causar una neumonitis por hipersensibilidad crónica que en algunos casos evoluciona a fibrosis pulmonar.

P. Imagino que los fabricantes de edredones no te llaman para felicitarte la Navidad…

R: Bueno, yo sí les llamé. Hablamos con los tres principales fabricantes. Les propuse trabajar juntos, pero no quisieron.

P. Aunque ya estabas acostumbrado a regatear situaciones complicadas, como el famoso caso de la soja allá por la década de los ochenta.

R. El problema era que, normalmente, en aquella época en Barcelona acudían a urgencias cuatro o cinco asmáticos cada día. Pero había días que iban 50. No había forma de dar con la causa. Nos llamó el Ayuntamiento de Barcelona y formamos un equipo con epidemiólogos y otros profesionales. Estuvimos estudiando los inhaladores, por si estaban defectuosos. Nada. Y nos dimos cuenta de que muchos ataques se producían en la zona del Raval, cerca del mar. Entonces vimos que los días de los ataques descargaban barcos con soja y que el 70 por ciento de las personas que sufrían ataques esos días tenían niveles elevados de anticuerpos IgE específicos a la soja. Desde entonces, en Barcelona cada día se miden los niveles de soja en el aire.

P: ¿Un excelente jugador puede hacer algo importante sin un buen equipo detrás?

R: No creo, yo soy un gran defensor del trabajo en equipo. Creo que la función de un jefe de servicio es parecida a la de un entrenador, que ha de conseguir que la gente sea feliz para que pueda rendir. Me gusta mucho estar con la gente, el trabajo en equipo.

P. ¿En el VHIR os pasáis mucho la pelota o sois más bien individualistas…?

R: Sentimos que cuando alguien consigue algo importante, como publicar en una revista científica de impacto, ganamos todos. Y eso, desgraciadamente, no pasa en todos los sitios.

Pocas personas pueden presumir de que una copa mundial de fútbol lleve su nombre y apellido. La Ferran Morell Cup, el campeonato mundial de fútbol para equipos formados por médicos, es uno de los muchos hitos de este neumólogo, que descubrió la relación entre los edredones de plumas y la fibrosis pulmonar idiopática y participó en el primer trasplante de pulmón que se hizo con éxito en España, allá por 1990.

Pregunta. Ya has colgado las botas como clínico, pero no como investigador ni como futbolista…

Respuesta. Me da miedo retirarme. Yo creo en eso de que la función hace el órgano.

P. Entre pacientes e investigaciones, has tenido tiempo de crear la Ferran Morell Cup…

R. El primer campeonato lo organicé en 1995. Me encanta el fútbol y organicé un torneo de equipos formados por médicos. Ya no soy el organizador, pero todavía se celebra cada año y todavía juego.

P. ¿Por qué sólo para médicos?

R. Porque el objetivo no sólo es jugar, sino también hacer amigos entre la gente de la profesión. Antes se nos colaban jugadores muy buenos, que no eran médicos. Así que instauramos un particular control antidoping. En el descanso de los partidos, el capitán llamaba a los dos mejores jugadores del equipo contrario, a los que les hacía dos preguntas que sólo un médico puede responder.

P. Durante diez años competisteis en el Mini Estadi, el segundo estadio del Barça. Como neumólogo también has jugado en otro templo, en la Mayo Clinic…

R. Estoy contento de mi trayectoria profesional. Creo que, gracias a mi esfuerzo, he logrado cosas interesantes. Y, en cuando a la copa, aparte de que me gusta jugar a fútbol y he hecho muchos amigos, el equipo de médicos del Vall d’Hebron la ha ganado varias veces.

P. En 2013 recibiste la atención mediática de una estrella de fútbol por haber descubierto que los edredones de plumas pueden causar fibrosis pulmonar idiopática.

R. Fue demasiado mediático, lo que quizás no permitió ver la parte más seria de un estudio de más de diez años que se publicó en The Lancet Respiratory Medicine. Descubrimos que los edredones o los almohadones de plumas, así como la exposición a aves y hongos en cantidades mínimas pero persistentes, puede causar una neumonitis por hipersensibilidad crónica que en algunos casos evoluciona a fibrosis pulmonar.

P. Imagino que los fabricantes de edredones no te llaman para felicitarte la Navidad…

R. Bueno, yo sí les llamé. Hablamos con los tres principales fabricantes. Les propuse trabajar juntos, pero no quisieron.

P. Aunque ya estabas acostumbrado a regatear situaciones complicadas, como el famoso caso de la soja allá por la década de los ochenta.

R. El problema era que, normalmente, en aquella época en Barcelona acudían a urgencias cuatro o cinco asmáticos cada día. Pero había días que iban 50. No había forma de dar con la causa. Nos llamó el Ayuntamiento de Barcelona y formamos un equipo con epidemiólogos y otros profesionales. Estuvimos estudiando los inhaladores, por si estaban defectuosos. Nada. Y nos dimos cuenta de que muchos ataques se producían en la zona del Raval, cerca del mar. Entonces vimos que los días de los ataques descargaban barcos con soja y que el 70 por ciento de las personas que sufrían ataques esos días tenían niveles elevados de anticuerpos IgE específicos a la soja. Desde entonces, en Barcelona cada día se miden los niveles de soja en el aire.

P. ¿Un excelente jugador puede hacer algo importante sin un buen equipo detrás?

R. No creo, yo soy un gran defensor del trabajo en equipo. Creo que la función de un jefe de servicio es parecida a la de un entrenador, que ha de conseguir que la gente sea feliz para que pueda rendir. Me gusta mucho estar con la gente, el trabajo en equipo.

P. ¿En el VHIR os pasáis mucho la pelota o sois más bien individualistas…?

R. Sentimos que cuando alguien consigue algo importante, como publicar en una revista científica de impacto, ganamos todos. Y eso, desgraciadamente, no pasa en todos los sitios.

¿Lionel Messi o Cristiano Ronaldo? Sin ninguna duda me quedo con Messi, por la sencilla razón de que se trata de un verdadero jugador de equipo.

¿Cuál ha sido la mejor jugada de tu vida? Lo más importante es siempre el ámbito personal, y me quedo con mis maravillosos hijos.

¿Un partido de fútbol que hayas jugado y que recuerdes por algún motivo? Ufff… uno que jugamos hace ya muchos años, en Francia, contra médicos de Ajaccio. Fue un partido muy violento.

¿Qué es más peligroso: el tabaco o un central leñero? Sin duda, el tabaco.