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La necesidad de un cambio de modelo que permita una gestión más eficiente de unos recursos limitados y reoriente la atención hacia las nuevas necesidades de una población cada vez más envejecida está fuera de toda duda, como también el papel de la tecnología en esta transformación imprescindible. Los expertos reunidos en el XVIII Encuentro del Sector de la Tecnología Sanitaria organizado por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) en Madrid han alcanzado muchos puntos en común.
Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin, insiste en ello: “La compleja estructura del sistema sanitario, la evolución de los parámetros poblaciones y, sobre todo, la desaceleración económica, obligan a buscar nuevos modelos de gestión en los que la participación de la industria de tecnología sanitaria es clave”. Una idea que se aproxima a la de César Pascual, gerente del Hospital Marqués de Valdecilla, que pone en valor la utilidad de las nuevas de tecnología en el camino hacia los nuevos modelos de gestión.
Sin embargo, la realidad es que, en la práctica, la falta de liquidez que asfixia a las comunidades autónomas obliga a los gestores a dejar para mañana la inversión tecnológica. El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, no duda de su aportación, pero subraya que en este momento, “el más comprometido de la historia del Sistema Nacional de Salud”, sólo es posible plantearse inversiones que puedan generar un ahorro a corto plazo.
Una visión parecida a la de Cataluña, con la ventaja de haberse adelantado en la adopción de medidas de ajuste. Para Boi Ruiz, consejero de salud catalán, el problema principal es “de tesorería”, pero añade que la experiencia les ha demostrado que “se puede gastar menos, pero también de forma diferente”. Cuando la situación mejore, Ruiz aboga por crear un plan de trabajo a largo plazo con la industria de la tecnología sanitaria e impulsar los modelos de riesgo compartido en este terreno.
