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Cuando el corazón sufre un daño, como en un infarto (IAM), se ponen en marcha una cadena de procesos que conllevan la liberación de células madre al torrente sanguíneo con el objetivo de reparar el tejido cardíaco dañado.
Científicos de la Red de Investigación Cardiovascular (Recava), han medido por primera vez la relación entre el área cardíaca dañada y la cantidad de células madre que circulan por la sangre para reparar la zona lesionada. El dato más sorprendente ha sido comprobar que el número de células madre en sangre es tres veces mayor en los pacientes que sólo presentaban una arteria dañada, frente a los que tenían dos o tres, en una proporción de 14 a 1.
Según el coordinador, Manuel Jiménez, “la lógica invitaría a pensar que cuanto mayor es el número de arterias lesionadas, mayor será la cantidad de células madre en sangre destinadas a reparar el corazón y sin embargo esta investigación demuestra que no es así”.
La cuantificación pudo realizarse gracias a una técnica llamada citometría de flujo. Esta permite cuantificar la cantidad de anticuerpos que rodean a las células madre en la sangre, aportando un indicador del número de células madre que hay circulando. Los investigadores también fueron capaces de cuantificar los mediadores, es decir, la cantidad de citoquinas que se liberan tras un IAM. Dichas citoquinas actúan como señales que avisan a diferentes zonas del cuerpo, entre ellas la medula ósea, para que generen las células madre que deben ir a reparar la zona infartada.
Según esta investigación, publicada en la Revista Española de Cardiología, tras un infarto no solo hay mayor número de células madre circulantes en sangre, sino que también la cantidad de mediadores están aumentados, en este caso la proporción observada de 8 a 1. En ambos casos las extracciones de sangre se realizaron en distintas fases tras el infarto con el objetivo de ver la cinética de liberación de estas células.
