La irrupción de la pandemia ha puesto en jaque todos los ámbitos de la sociedad, pero en especial al sistema sanitario, que se vio desbordado y puso de manifiesto algunas carencias que desde hace unos años se vislumbraban. Con ello, las sociedades científico-médicas como voces expertas, han hecho de portavoces de una profesión acostumbrada a hacer diagnóstico de pacientes y que sobre estas líneas lo extienden al Sistema Nacional de Salud (SNS) para dar su receta sobre cómo habría de ser su ‘rescate’.
La pandemia ha puesto de manifiesto algunas carencias que se vislumbraban desde hace años
En este sentido, los internistas son los que tienen una visión más pesimista al respecto y declaran que está “muy, muy cerca”. Aseguran que tras la pandemia la atención a la cronicidad se ha convertido en el verdadero problema del sistema sanitario. La carga de enfermedades crónicas y su control es inasumible, por un sistema sobrecargado y mermado en sus recursos, con una atención primaria “burocratizada y reactiva”, enfocada a la atención de la patología aguda.
Por ello, apuestan por crear planes a la atención a la cronicidad que pivoten sobre atención primaria y medicina interna asegurando la continuidad asistencial de estos pacientes, abogando por la atención domiciliaria, que permite dar al paciente lo que necesita, cuándo y dónde lo necesita. Mientras, en el hospital, la especialidad solicita evitar la fragmentación y apostar por el médico ‘hospitalista’, dotando al paciente de una atención más especializada.
La influencia de la pandemia en el SNS
Por su parte, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) señalan que la pandemia ha hecho que todo un sistema se bloquease y el sistema sanitario ha sido el que ha mantenido la esperanza, por lo que “no saben en qué sentido se tiene que dar” el mencionado rescate. De hecho, añaden que, si el sistema de salud no funciona, el que se muere es el país.
No obstante, los médicos de familia reclaman una inversión adecuada. España tiene el porcentaje del PIB destinado a sanidad de los más bajos de Europa. Es más, señalan que las recomendaciones de la OCDE solicitan un aumento en 1,5 por ciento del PIB y dedicarlo a primaria. Además, valoran el paso, por razones demográficas, a un sistema de crónicos, con primaria encargándose de gestionar la mayoría de la cronicidad. Para Semergen, también es necesario aumentar la inversión en gasto social que actualmente se encuentra en 1,5 por ciento mientras que el resto de nuestro entorno se ubica en el 2 por ciento. En definitiva, “de cada 100 euros que se destinan a primaria en cualquier país europeo llegan 25, en España no llega a 15”.
Nuevo modelo de atención primaria
En opinión de Rafael Manuel Micó, vicepresidente primero de Semergen, es necesario dar una vuelta entera al sistema sanitario apostando por un nuevo modelo de atención primaria, haciéndola más atractiva para que los recursos se queden y no se vayan fuera. De esta manera, “si los recursos se quedan, creas un sistema potente”. Por tanto, si funciona atención primaria el resto de los engranajes de la cadena funcionan de manera más eficaz y eficiente. En este sentido, asegura que es fundamental un pacto de estado y, a partir de ahí, los profesionales, los técnicos y los pacientes serían los encargados de ordenar la inversión de acuerdo con las soluciones. “Esto requiere una colaboración absoluta. Nos estamos jugando nuestra salud y la de nuestros hijos”, ha asegurado Micó.
“Esto requiere una colaboración absoluta. Nos estamos jugando nuestra salud y la de nuestros hijos”
En esta misma línea se muestran los oncólogos que afirman que el SNS está en un momento delicado y requiere un replanteamiento profundo. Aunque no descartan el rescate sanitario, apuestan por una redefinición total de los recursos que dispone: personal, flujos de trabajo, potenciación de los distintos nodos de la asistencia sanitaria y redistribución de las cargas desde una perspectiva más eficiente. Asimismo, plantean la consolidación de una colaboración público-privada. Las deficiencias del SNS llevan mucho tiempo arrastrándose y lo único que ha hecho la pandemia es ponerlas de manifiesto: “estamos ante la necesidad de una catarsis y reinvención completa del modelo“. En definitiva, abogan por la implementación de una estrategia elaborada y consensuada desde la base del sistema, haciendo partícipe a todos los profesionales, pacientes e integrantes de la sociedad.
¿Qué alternativas hay?
No obstante, hay alternativas antes de llegar a un hipotético rescate financiero. Todos están de acuerdo que el primer paso debe de ser el fortalecimiento de la atención primaria con planes de salud en los que primen la promoción de la salud y los planes de prevención de las enfermedades. Para ello, es necesario una inversión ordenada con las soluciones siguiendo el modelo europeo.
“Hay que apostar claramente por la atención domiciliaria, la hospitalización a domicilio. De modo que, el paciente se sitúe en el centro del sistema sanitario”
Además de ello, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) pide apostar por el generalismo. “Hay 17 sistemas sanitarios, con al menos 17 planes de cronicidad diferentes, cada uno con muy diferente inversión, tanto económica como de RR.HH.”. Por ello, los internistas abogan por modelos asistenciales como la hospitalización a domicilio, la asistencia compartida o el ‘hospitalismo’. Por último, los médicos internistas solicitan un cambio, que centre la atención por procesos en lugar de por patologías agudas, mediante equipos multidisciplinares liderados por su especialidad en este ámbito y por atención primaria en el medio ambulatorio. En este sentido, Juana Carretero, presidenta de la SEMI ha recalcado la idea de “ubicar al paciente en el centro del sistema sanitario” de una vez por todas.
Por su parte, la Fundación ECO se alinea con los médicos de familia erigiendo a los profesionales como piedra basal del cambio. “La sanidad se encuentra en una encrucijada y clama una solución de urgencia, pero debe de ser meditada y consensuada. Por ello, es fundamental que se ponga en valor la labor de los profesionales de la salud y se les tenga muy en cuenta en cualquier decisión de cambio”, reflexionan desde la organización.
¿Cuáles son los nuevos retos del SNS?
Población envejecida, cronicidad, pacientes pluripatológico, panorama postpandémico y llegada de las innovaciones terapéuticas… son los retos que se presentan ante el sistema sanitario y a los que se debe de hacer frente. Para ello es necesario contemporizar la inversión para responder a los mismos. En este sentido Semergen, entiende que esta adecuación financiera se debe de hacer priorizando y reordenando en función de las necesidades.
Actualmente en España hay en torno a 25 millones de personas mayores de 55 años, con perspectivas de continuar al alza. Es más, el 90 por ciento de la gente que se muere en territorio nacional lo hace a causa de patologías crónicas. Ante la evidencia de esta tendencia, atención primaria solicita tomar medidas a medio-largo plazo, para lo que se requiere una colaboración absoluta.
Los nuevos retos del SNS: población envejecida, cronicidad, pacientes pluripatológicos, panorama postpandémico y la llegada de las innovaciones terapéuticas
En ello coinciden desde Fundación ECO, que también demanda la generación de grandes acuerdos con un papel destacado de los profesionales. Del mismo modo, los oncólogos aprecian también que las deficiencias del SNS llevan mucho tiempo arrastrándose y la pandemia lo único que ha hecho es sacarlas a la luz.
Por último, la SEMI señala otro reto que afrontar: el relevo generacional. En este sentido, solicitan una planificación trabajada y consensuada. Asimismo proponen un aumento de las plazas en las facultades de medicinas, bajar la nota de corte y “si es necesario aumentar tanto las unidades docentes acreditadas como el número de MIR que puedan formar”. En conclusión, hacer la profesión más atractiva para evitar la fuga de los profesionales fuera de nuestras fronteras motivados por mejores condiciones laborales o posibilidades de desarrollo.
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