La Sociedad Española del Sueño (SES) ha celebrado su XXXI reunión anual en Toledo, en este sentido la presidenta, Milagros Merino ha desgranado para GM las principales conclusiones que se han puesto en valor en el Congreso y, además ha explicado los principales retos a los que se debe de enfrentar la SES en el futuro, donde se alza por encima de todos el reconocimiento oficial de la medicina del sueño por parte del Ministerio de Sanidad.

Pregunta. ¿Cómo valora la celebración del XXXI Congreso de la SEN?

Respuesta. La valoración del congreso es absolutamente positiva y así, nos lo han hecho llegar a la Sociedad los asistentes. La calidad científica de las ponencias y los ponentes ha sido altísima. Es un orgullo absoluto, porque es la materialización de un trabajo y un esfuerzo enorme realizado los últimos meses. Además, eventos como estos nos permite compartir los avances que se han ido realizando este último año y seguir aumentando el conocimiento en la medicina del sueño. Durante el evento, se han dado lugar multitud de interacciones entre los profesionales, lo que nos permite promover estudios científicos y sinergias entre profesionales de toda España, en campos tan importantes como trastornos del sueño, respiratorios y no respiratorios, etc.

De hecho, ha habido una conferencia magistral sobre las apneas obstructivas de sueño en la que se ha incidido en el daño que se produce en la cara interna de las arterias y el rol que ejercen los probióticos en la mejoría en este aspecto.  Asimismo, se ha ahondado en la relación del insomnio y las apneas del sueño, y el papel que juega el tratamiento psicológico en la evolución de estas patologías. Se ha puesto de manifiesto que estas terapias repercuten en una mejor adherencia y seguimiento de los tratamientos de las apneas.

Por otro lado, Rubén Rial ha explicado un tema tan amplio como es el del sueño. El profesional ha desgranado como el sueño ha ido evolucionado a lo largo de los tiempos y ha detallado el concepto del descanso, al que ha definido como el sueño consciente. Ha asegurado que la diferencia entre estas dos ideas radica en la consciencia que se tiene. Es decir, la diferencia entre dormir y descansar es únicamente si se tiene plena consciencia o no.

P. En cuanto al insomnio, el Grupo de trabajo de insomnio de la SES ha publicado un estudio sobre el insomnio crónico, el cual se ha duplicado en España en los últimos años, ¿es un problema puntual o es una situación para tenerlo cuenta en el futuro?

R. Es un problema que se va extender en el futuro. El Grupo de trabajo de la sociedad ha elaborado una encuesta a una muestra representativa de la población española donde se ha puesto de manifiesto la prevalencia del insomnio en España. En los últimos 20 años se ha duplicado el número de personas que padecen insomnio en nuestro país. Sin embargo, lo más significativo es el aumento, en la incidencia y en la severidad, en los adultos jóvenes, de los cuales muchos de ellos ya lo padecían durante la infancia.

Este crecimiento viene provocado por muchos factores, pero el uso masivo de pantallas lo ha acrecentado aún más. El síndrome de retraso de fase está totalmente relacionado con esta práctica. Este trastorno provoca un desajuste del patrón del sueño respecto a la noche biológica debido a que las luces que emiten los móviles o las tablets estimulan el cerebro de tal forma que inhibe la melatonina provocando que la persona entre en un círculo vicioso que le impida dormir. De hecho, es una trastorno que es muy común en adolescentes y es muy probable que persista en la edad adulta.

P. ¿Esta falta de sueño y las patologías derivadas del sueño pueden llegara a afectar la salud mental de estas personas?

R. La falta de sueño tiene una incidencia total en la salud de las personas no solo a nivel mental, sino también a nivel cardiovascular, metabólico, inmunológico, etc. Pero, si nos centramos en la salud mental, está demostrado que no dormir provoca sensación malestar, animo bajo y tendemos a verlo todo más negativo. Además, provoca que las personas estén más irritables y más ansiosas lo que provoca que empeore aún más el sueño. Cuanto más ansiedad, más cortisol, y esta hormona dificulta aún más el sueño.

P. ¿Cuáles son los principales retos que tienen que hacer frente la SES a corto, medio y largo plazo?

R. A corto plazo, lo que queremos es atraer gente hacia la medicina del sueño. Es un área médica muy bonita porque se mejora la calidad de vida de los pacientes y de las familias. Lamentablemente, hay enfermedades que no se pueden curar, pero trabajamos para poder aliviar y mejorar la calidad de vida de las personas que las padecen, y eso es muy gratificante.

Otro reto que tenemos que afrontar es que la población tenga conciencia de que el sueño es importante, que dormir es importante. Hemos heredado de los años 80 la idea de que dormir es perder el tiempo. Eso no puede ser. Dormir te hace más productivo. Descansar no es solo positivo a nivel salud, sino también a nivel económico. Merece la pena que la gente vaya descansada a trabajar.

A un nivel más institucional y político, un reto que tenemos que hacer frente es que consigamos más apoyo por parte de las instituciones políticas y de las gerencias de los hospitales en organizar unidades de sueño. Asimismo, seria importante que la medicina del sueño sea reconocida oficialmente por el Ministerio. La formación en sueño requiere un mínimo de 2 años además de una formación continuada y persistente. No obstante, nosotros estamos acreditados por la Federación Española de Sociedades de Medicina del sueño, pero es necesario una acreditación oficial, como una subespecialidad.

P. Si un médico se quiere dedicar al sueño, ¿Cómo es el proceso que debe de llevar a cabo?

R. La mayoría de los especialistas de sueño son neumólogos, neurólogos, psiquiatras, neurofisiólogos, otorrinos, pediatras, cirujanos maxilofaciales, médicos generalistas. Al fin y al cabo, un profesional al terminar su formación especializada tiene que querer formarse, hacer cursos, hacer una estancia en una unidad de sueño acreditada. En definitiva, el profesional tiene que ser proactivo y querer obtener esta formación en sueño, para poder ejercer esta subespecialidad. Esto es una profesión que es un oficio, es trabajar, trabajar y trabajar. Pero lo ideal, es que el Ministerio de Sanidad lo acredite oficialmente.


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