El XLI Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria arranca este jueves en el Palacio de Congresos de Palma de Mallorca. Es la primera vez desde el inicio de la pandemia que la sociedad científica celebra un encuentro presencial de esta magnitud, que reunirá en esta sede a cerca de 2.500 médicos de familia hasta el próximo sábado 8 de octubre.

Su presidente, Salvador Tranche, ha destacado esta mañana en la presentación que el congreso llega en un momento excelente para hablar de la atención primaria. Lo hace en un momento crítico, en el que la atención primaria ha logrado situarse, al menos, en la agenda política, en un primer plano, tras el encuentro mantenido la semana pasada en Gran Canaria entre los consejeros y el Ministerio de Sanidad, del que saldrá un plan de acción antes de finales de año.

En la Declaración Institucional de Canarias sobre Atención Primaria las consejerías y Sanidad instan a las sociedades científicas a adherirse a esta iniciativa. Tranche recoge el guante desde Semfyc y asegura que la sociedad se “adhiere” en la idea de que no podemos perder una oportunidad.

“Es necesario el compromiso del estado de forma conjunta con las CC. AA. para salir de esta situación”

Salvador Tranche, presidente de Semfyc

Aunque reconoce que para ellos supuso “un jarro de agua fría” leer unas conclusiones, sin concreciones , se quedan con la lectura del compromiso a finales de año. A partir de ahí, ha subrayado que van a poner “toda la carne en el asador” y su compromiso para que de aquí a diciembre todas las sociedades científicas que forman parte de Semfyc trasladen a las consejerías sus propuestas de mejora para la atención primaria”, según ha manifestado. Su intención es hacer llegar a las consejerías su deseo de que “en diciembre ese plan de acción vaya acompañado de presupuesto”. No en vano, ha subrayado que es necesario el compromiso del estado de forma conjunta con las CC. AA. para salir de esta situación.

El presidente de Semfyc también ha hecho hincapié en que en este momento la situación es absolutamente crítica, una situación que se arrastra a lo largo de este siglo con una progresiva desfinanciación y que se ha agudizado durante la pandemia, que ha tenido un impacto “brutal” en la medicina de familia, donde se ha batido el récord de profesionales fallecidos.

“En la pandemia hemos sido invisibles. Se ha relacionado con las UCIS y eso invisibiliza también a las personas que hemos atendido y deteriora la atención primaria”, lamenta.

Según su visión, el deterioro no solo afecta a la calidad, sino también al clima laboral, que se encuentra entre los peores de Europa

En este sentido, insiste en que se necesitan “contratos estables y que se reduzca la precariedad” teniendo en cuenta que es la especialidad con cifras de precariedad más alta y menor cobertura de interinidades.

El presidente de Semfyc ha anunciado la presentación a lo largo del congreso de la iniciativa AP-Fenix, que suma esfuerzos de la sociedad científica y de otros profesionales de la atención primaria para relanzar el primer nivel asistencial.

Entre las líneas de este proyecto destaca la necesidad de recuperar la inversión perdida desde 2008, con una cifra próxima a los cerca de 4.000 millones de euros, que contemple la contratación de entre 6.000 y 7.000 médicos de familia; la necesidad de cambios organizativos; la apuesta por hacer atractiva la medicina familiar para los estudiantes de medicina y la participación de los ciudadanos en los órganos de gobierno sanitarios.

Junto a la falta de reconocimiento por la labor prestada durante la pandemia, Tranche no oculta su preocupación por lo que considera un hecho. Y es que algunos gestores políticos están dando marcha atrás en su apuesta por la atención no presencial.

“Volver al modelo de presencial para todos es un error. Es una fórmula que ha venido para quedarse y ahora hay muchas resistencias”, indica.

También les preocupa que la clase media abandone la atención primaria pública y se refugie en el doble aseguramiento, lo que, en su opinión, supondría un empobrecimiento del sistema sanitario y un riesgo para la atención primaria.

Otro problema pendiente de resolver son las dificultades de acceso a la consulta de los profesionales, que a menudo se confunden con la falta de actividad. “En algunas comunidades autónomas conseguir cita con el médico de familia es muy complicado y eso se confunde con la idea de que el médico no pasa consulta, cuando no es así. Nuestra actividad se ha incrementado entre un 30 y un 40 por ciento durante la pandemia”, argumenta.

Baleares, el reencuentro

Durante la presentación del congreso, Elena Muñoz Seco, presidenta de la IBAMFIC, la sociedad anfitriona, ha destacado que se trata de un congreso especialmente emotivo y valioso para todos por lo que supone después de una etapa tan dura en el plano asistencial y profesional, en el que los médicos de familia han estado aislados y han perdido muchas líneas de trabajo.

En su opinión, “como se ha demostrado en la pandemia, la atención primaria procesa el 90 por ciento de las demandas y hemos de tener medios y personas que puedan dar respuesta a todo ello”.

En su comunidad, recuerda, “hay médicos todavía con más de 2.000 personas asignadas en los cupos, cuando lo recomendable ronda los 900. No es lo general, pero esas situaciones existen y deben corregirse”, sentencia.

Transformando la atención primaria

Por su parte, María del Mar Guillén Castillo, coordinadora Comité Organizador del Congreso, ha hecho hincapié en que, en definitiva, los congresos de Semfyc son una reunión de compañeros: “Tenemos ganas de volver a reunirnos. Nos merecemos encontrarnos y estas ganas de volver a vernos se reflejan en los 2.500 médicos inscritos, más de la mitad residentes, que son el futuro de la especialidad”, ha detallado.

El lema de este año es “Transformando la Atención Primaria”. En este sentido, Guillén ha remarcado que a pesar de las dificultades siguen esforzándose “para conseguir una atención primaria de calidad y comprometida, que hace uso de una medicina basada en la evidencia y centrada en el paciente”. “Queremos reivindicar el papel de la medicina de familia como el eje del sistema sanitario que es la base sin la cual se desmoronaría”, concluye.

En la misma línea, Bernardino Oliva Fanlo, coordinador Comité Científico, ha repasado las tres líneas generales del congreso. Por un lado, la versatilidad, tanto en conocimiento como en relación a los lugares en los que el médico de familia desarrolla su trabajo; las desigualdades en salud, que impiden cerrar los ojos a la importancia de los determinantes sociales; y en último lugar el día a día en la consulta, con el análisis de problemas prevalentes y graves que afectan a la calidad de vida de los pacientes.


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