E.M.C./M.R. Madrid | viernes, 30 de agosto de 2019 h |

El Grupo de Trabajo en Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) ha recogido en un completo artículo toda la información sobre listeriosis que han de manejar los médicos del primer nivel asistencial.

El trabajo establece las pautas de actuación desde atención primaria y remarca que, ante un brote epidemilógico de esta patología, es fundamental detectar los casos probables de infección y remitir al hospital la función del riesgo de presentar infección invasiva, la forma potencialmente grave de la patología. Los casos invasivos son mucho menos frecuentes, recuerdan, y generalmente se producen en la población de mayor susceptibilidad, y requieren generalmente atención hospitalaria.

Los especialistas remarcan que el diagnóstico clínico de listeriosis resulta difícil, por la elevada frecuencia de cuadros asintomáticos o levemente somáticos de las formas no invasivas, y la inespecifidad de signos y síntomas de las más graves. Ante un brote epidémico alimentario, remarcan que tienen mayor valor predictivo los signos y síntomas clínicos que caracterizan las formas invasivas: fiebre, síntomas y signos gastrointestinales o de infección encefalomeníngea. Además, explican que las pruebas microbiológicas se recomiendan solo para personas sintomáticas en situaciones de brote epidemiológico.

Desde la atención primaria también se ha de llevar a cabo la vigilancia epidemiológica de los pacientes expuestos a la contaminación alimentaria que no requieren estudio diagnóstico ni tratamiento, que son todos los pacientes asintomáticos, así como la población con sintomatología gastroitestinal sin fiebre que no presenta factores de riesgo de infección invasiva, incluidas las embarazadas. Aclaran que estas personas no requieren al realización de hemocultivo, tratamiento preventivo ni atención sanitaria específica. En estos casos, subraya, se han de facilitar consejos de prevención y se ha aconsejar consultar de nuevo ante síntomas de la forma más grave de la patología en las siguientes cuatro semanas u ocho semanas, en función de que haya o no factores de riesgo.

Los especialistas también recuerdan que han de manejar de forma convencional, sin necesidad de descartar la listeriosis, a la población sin historia de exposición al alimento contaminado, incluso aunque hayan tenido contacto directo con enfermos confirmados, tengan factores de riesgo de listeriosis invasiva, y presenten clínica gastrointestinal con fiebre o fiebre sin otra sintomatología.

Consejos para la población de los dietistas-nutricionistas

El brote de listeriosis que ha hecho saltar las alarmas en Andalucía ha despertado las dudas entre la población sobre las pautas alimentarias. Alba Santaliestra, presidenta del Comité Científico de la Academia Española de Nutrición, y Alma Mª Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas Nutricionistas, repasan las recomendaciones principales.

Santaliestra remarca que es importante tener en cuenta que en Europa y por extensión en España, “los controles que se llevan a cabo para lograr la seguridad alimentaria cumple con los máximos estándares, y permite que los consumidores en general estén tranquilos a la hora de tomar los distintos alimentos”. Por otro lado, prosigue, “siempre hay situaciones en las que se debe tener especial cuidado como son la población infantil, incluyendo a lactantes, bebés y niños de corta edad, embarazadas, personas mayores, pacientes inmunodeprimidos, puesto que tienen situaciones fisiológicas especiales, y requieren un mayor cuidado con las pautas alimentarias”.

De cara a estos colectivos, es especialmente importante prestar atención a diversos alimentos, cuyo consumo se ha de evitar, como son los quesos elaborados con leche sin pasteurizar o en los que se elaboran con pastas enmohecidas como el roquefort o el cabrales. Además también es importante tener especial cuidado con las carnes, pescados, moluscos y mariscos que se consumen crudos, así como los vegetales, tanto frutas, verduras y hortalizas, que no se han lavado adecuadamente. También pueden estar implicados alimentos como los embutidos, patés o fiambres, recuerda la especialista.

Santaliestra remarca que es necesario asegurar un buen procesado de los alimentos en la industria alimentaria, “que se logra siguiendo el Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC), así como aplicar las buenas prácticas higiénicas y de fabricación”.

No obstante, también es preciso adoptar una serie de medidas en el hogar. Entre las recomendaciones, subraya como fundamental lavar las frutas, verduras y hortalizas con agua potable, y a ser posible utilizar lejía apta para uso alimentario, siguiendo la dosificación indicada en cada envase. En la misma línea, destaca que es necesario asegurar la desinfección de todas las superficies donde se trabaje con los alimentos en crudo, así como los utensilios y especialmente las tablas de cortar, mejor que no sean de madera.

Además, se deben mantener los alimentos en temperaturas de refrigeración inferiores a 5ºC para limitar el crecimiento de patógenos, así como guardar separados los alimentos crudos y cocinados en distintos aparadores del refrigerador para evitar la contaminación cruzada. Asimismo, en caso de que se hubiera podido contaminar el alimento, es necesario cocinarlo, garantizando que se alcanzan los 65ºC en el interior del alimento, y que si quedan sobras, se deben refrigerar lo antes posible a -5ºC y consumirlo en 24 horas.

Desde el consejo, Alma Mª Palau insiste en que aunque el caso que nos ocupa es de una enorme gravedad, ya que la listeria puede ser mortal y se ha desarrollado por falta de medidas de higiene y seguridad alimentaria en una industria, la prevalencia de dicha intoxicación nos alerta de que un número importante de casos se producen en el propio hogar por no seguir las recomendaciones arriba indicadas, dándose un mayor número de casos en productos elaborados con pescados, seguidos de productos cárnicos.

En este sentido, subraya que la educación y la formación en material de higiene y seguridad alimentaria es esencial en los hogares y debe fomentarse desde la propia escuela.

“Todas las personas, pequeños y mayores, debemos ser conscientes de los riesgos alimentarios si no cuidamos las medidas de higiene”, alerta.

De igual modo, pone el acento en que el dietista-nutricionista es una profesión sanitaria cualificada e idónea para incluir en su prescripción alimentaria las medidas de higiene que deben tenerse en cuenta a diario.