GM Madrid | miércoles, 08 de febrero de 2017 h |

A partir de la semana que viene, todos los centros de salud de España empezarán a recibir el material de una campaña que ha puesto en marcha la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) para promover las mejores prácticas, dirigidas a evitar intervenciones médicas innecesarias y con potenciales riesgos, en el abordaje de casos de urgencias. Se trata de una acción enmarcada en la iniciativa “No Hacer” que, desde 2014, está desarrollando la Semfyc; en el contexto de la misma ya se han realizado varias acciones previamente, aunque es la edición de estos pósteres la que se espera que tenga mayor proyección. De hecho, esta es la primera vez que las recomendaciones “No Hacer” se presentaran en forma de póster recordatorio incidiendo en buenas prácticas concretas. Se han editado 15.000 pósteres.

Para poner en marcha la campaña se han elegido tres de las indicaciones que se recopilaban en el documento 15 Recomendaciones de No Hacer en Urgencias que se presentó hace unos meses en forma de guía:

• Ante una urgencia hipertensiva No hay que disminuir de forma rápida ni excesiva las cifras de presión arterial.

• No prescribir antibióticos en todos los casos de exacerbación de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

• No realizar tira reactiva en pacientes con sonda vesical.

“Las tres recomendaciones se han seleccionado en relación a su alta prevalencia en servicios de urgencias”, apunta Ayose Pérez, coordinador del Grupo de trabajo de Urgencias y Atención Continuada de la Semfyc, quien enfatiza que “estas recomendaciones —dos terapéuticas y la otra de pruebas diagnósticas—presentan un uso muy extendido al tiempo que cuentan con escaso, o incluso nulo, nivel de evidencia científica que apoye continuar con este tipo de praxis”.

La campaña, con gran componente visual, destaca la recomendación de forma textual, acompañada de una imagen y de la identificación de la campaña “No Hacer”. Esta representación cumple con el objetivo de mostrar el recordatorio con simplicidad y efectividad, para que luego, mediante los textos que aparecen en el pie del póster y un sistema de QR, los profesionales sanitarios puedan contrastar la base científica de la recomendación, así como la bibliografía médica de referencia para cada una de las indicaciones.

“En el fondo de la campaña, prevalece la idea de que, con una base formativa completa y extensiva, el médico de familia cubre un amplio espectro de actividad asistencial que va desde la prevención de la enfermedad, la atención al paciente crónico, las urgencias, o los cuidados paliativos, hasta la gestión sanitaria, incluso. Todo esto nos hace ser actores principales de nuestro sistema sanitario, por tanto la campaña de ‘Recomendaciones No Hacer’ de nuestra Sociedad científica supone también un auténtico compromiso con la calidad, con el paciente y con la eficiencia del sistema sanitario”, apunta el presidente de la semFYC, Salvador Tranche.

Siguiendo la línea de los documentos “No Hacer” que previamente ya ha editado la Semfyc, la puesta en marcha de esta campaña mediante pósteres “quieren reivindicar que no hacer daño es un requisito ético esencial que debe tenerse presente en el entorno sanitario, el cual debe ser crítico con aquellas actuaciones médicas que se llevan a cabo porque siempre se han hecho así, a pesar de su poca evidencia científica, e incluso con evidencia en contra”, explica Pérez.

En este sentido, los documentos “No hacer”, según argumenta Pérez, “nos permiten cuestionar ‘la costumbre’ y mejorar nuestra profesión, para ser críticos con cada experiencia y apoyarnos en la medicina basada en la evidencia”.

Esta idea prevalece también en la última edición de las Recomendaciones “No Hacer” publicadas por la Semfyc en las que se puso el foco de interés en las urgencias dado que “si no hacer daño es un requisito ético esencial que debe tenerse presente en cualquier entorno sanitario, lo es aún mucho más en la atención urgente donde, en la mayoría de ocasiones, se deben tomar decisiones rápidas, en pacientes con elevado grado de complejidad y que comportan un compromiso vital o riesgo de secuelas graves permanentes, por lo que, en numerosos casos, no hacer o realizar determinada prescripción o test diagnostico supondrá un auténtico beneficio sobre nuestro paciente”, constata el coordinador.