El próximo viernes, 14 de abril, comienza el plazo para la elección de plazas MIR. Sin perder de vista la situación vivida el año pasado, que se saldó con cerca de 170 vacantes para la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) ha preparado una campaña en la que se anima a los jóvenes médicos que acaban de aprobar el examen, a elegir la Medicina Familiar y Comunitaria para hacer su periodo formativo como residentes. Una de las ideas clave para la puesta en marcha de esta acción es resaltar la peculiaridad de esta especialidad, única, que aborda la medicina con mirada salutogénica y centrada en las personas.

A través de una intensa campaña en redes sociales, mails, videos y entrevistas a residentes socios y socias de la sociedad, Semfyc va a impulsar la elección de la Medicina Familiar y Comunitaria entre los casi 11.000 médicos que han pasado el examen MIR 2023 y que se disponen a elegir especialidad para hacer la residencia.

Para ello se van a poner en valor las características propias y diferenciadoras más significativas de esta especialidad, aquellas que la hacen única, como el hecho de que los médicos y médicas de familia son médicas de personas y tratan a sus pacientes con una mirada holística única en la Medicina.

La campaña hace referencia también a las capacidades que han de tener los futuros especialistas de familia, que se ocupan del abordaje de cualquier patología, desde cardiovasculares a infecciosas, pasando por respiratorias, psiquiatría, oncología, dolor persistente, dermatología, artrosis, etc. Y cualquier entorno en el que desempeñan su actividad asistencial, en consulta, en urgencias, en el domicilio…

Longitudinalidad, un rasgo único

La longitudinalidad es la característica que convierte la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en única. Es el valor de la especialidad, que hace que los médicos de familia establezcan una relación muy especial con sus pacientes. Pero además, se trata una herramienta coste efectiva que hace que los sistemas sanitarios sean sostenibles, y rentables, ya que va asociada a una tasa de reducción de la mortalidad de hasta un 30 por ciento.

En este sentido, Remedios Martín Álvarez, presidenta de Semfyc, destaca que la longitudinalidad “facilita la atención preventiva y el reconocimiento precoz de los problemas de salud; evita el sobrediagnóstico, la medicalización y los eventos adversos derivados de la sobreexposición a pruebas y tratamientos innecesarios; disminuye las derivaciones a los especialistas del segundo nivel, consigue reducir las visitas a los servicios de urgencias, los ingresos hospitalarios y la mortalidad; y mejora la esperanza y calidad de vida, particularmente en las personas mayores”.

Por otro lado, Martín Álvarez subraya que “la Medicina Familiar y Comunitaria presenta unos retos enormes y altamente motivadores, pues tal vez somos la única especialidad que responde ante todas las patologías, detectándolas desde el inicio. Tenemos la capacidad de estar presentes en todas las demás especialidades o, si lo preferís, que todas las especialidades estén en la MFyC”.

Plazas difíciles de cubrir

Está visión integral y holística explica, según la presidenta de Semfyc, situaciones contractualmente complejas que han perjudicado la especialidad: “Si bien hay un problema de escasez de facultativos generalizada, algunas vacantes de MFyC son difíciles de cubrir, como las que se ofertan en lugares remotos de las grandes urbes, menos atractivas para los jóvenes profesionales”. De hecho, algunas comunidades han intervenido y continúan haciéndolo para estimular su cobertura.

Para Remedios Martín, “el problema se agrava porque hay una gran cantidad de profesionales que eligen trabajar en el sector privado de la salud y en la atención de urgencias, tanto en el sector público como en el privado”. La falta de profesionales y las dificultades para atraer médicos a la atención primaria en los últimos años han llevado a las CC. AA. a crear programas específicos para fidelizar a los residentes MIR. Ejemplo de ello es la medida tomada en 2021 en numerosos centros de diversas CC. AA.: ante la enorme demanda de personal por la COVID, ofrecieron contratos a todos los residentes que terminaban la Formación Sanitaria Especializada, tal y como recuerdan desde la entidad.

Evolución de plazas MIR y plazas de MFyC

En el análisis de la evolución del número de plazas MIR totales y de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) en los últimos años, desde 2018 hasta 2023, los datos de plazas MIR totales muestran un aumento progresivo en el periodo analizado, pasando de 6.749 en 2018 a 8.550 en 2023. Esto supone un incremento del 26,7 por ciento en seis años. El mayor aumento se produjo entre 2019 y 2020, con un 12 por ciento más de plazas, mientras que el menor se dio entre 2021 y 2022, con solo un 2,6 por ciento más.

Los datos de plazas MIR de MFyC también reflejan un crecimiento sostenido, pasando de 1.810 en 2018 a 2.455 en 2023. Esto representa un aumento del 35,6 por ciento en seis años. El mayor incremento se observó entre 2019 y 2020, con un 16,2% más de plazas, mientras que el menor se registró entre 2021 y 2022, cuando prácticamente se mantuvieron planas.

Si se compara la proporción de plazas MIR de MFyC sobre el total de plazas MIR, se aprecia que esta especialidad ha ganado peso relativo en el conjunto de la oferta formativa. En 2018 representaba el 26,8 por ciento del total, mientras que en 2023 alcanza el 28,7 por ciento. Esto significa que casi tres de cada diez plazas MIR son de MFyC. El año con mayor proporción fue 2020, con el 29,2 por ciento; y el año con menor proporción fue 2018, con el 26,8 por ciento.


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