“En España, en los últimos 10 años hemos asistido al abandono paulatino de la atención primaria en favor de una política cada vez más hospitalocentrista, hecho que hemos podido comprobar  de manera lamentable en esta era Covid”. Para María Fernández García, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC), es necesaria una reorganización del primer nivel asistencial. Así lo ha trasladado ante la Comisión para la Reconstrucción del Congreso.

Para llevar a cabo esta transformación Fernández García ha presentado un modelo dividido en cuatro ejes: organización, población, financiación y calidad.

Precisamente, desde el eslabón de la financiación, la sociedad científica apuesta por aumentar de manera progresiva la dotación presupuestaria destinada a AP hasta alcanzar el 25 por ciento del gasto público sanitario en un plazo máximo de cuatro años. “Pero según SemFYC los presupuestos para la AP han de ser finalistas y estar blindados. Como medida urgente, se hace necesario corregir la infrafinanciación de la AP”, ha señalado.

De acuerdo con la evolución presupuestaria del último decenio, los especialistas consideran que sería necesario invertir 2.500 millones de euros en Capítulo I (personal) de atención primaria y comunitaria en los próximos 4 años (2019-2023), lo que supone incrementar estimativamente un 25 por ciento el presupuesto actual. Del mismo modo, proponen una inversión en infraestructuras de 1.250 millones de euros para la próxima década. En esta línea, 50 millones de euros al año, en los próximos cuatro años, para la adquisición de equipamiento y tecnología (15.000-20.000 euros/año/centro de salud).

La especialización

“El  especialista en MFyC debe trabajar en plazas de médico de familia. Ante la falta de médicos, los médicos de familia deben ocupar sus plazas de médicos de familia prioritariamente. Si con el fin de dar respuesta a las necesidades sanitarias se cubren (con médicos de familia) plazas de otras especialidades (por ejemplo, pediatría), se propone, además de informar a la población, cambiar la denominación de dichas plazas o valorar otras alternativas («atención 0 a 100 años», etc.)”.

Por razones de legalidad, seguridad del paciente y reconocimiento de la especialidad, Fernández ha adelantado que se debe garantizar que las plazas de MFyC y EFyC  (AP, atención continuada, urgencias, etc.) no sean ocupadas por profesionales sin esta especialidad.

Otra de las cuestiones en las que ha hecho hincapié la experta ha sido en la titulación. Fernández ha insistido en que “no de deben contratar médicos sin especialidad para trabajar en atención primaria o servicios de urgencias“. En este sentido, la vicepresidenta de SemFYC ha puesto en valor el sistema MIR.

Gestión Clínica

Otra de las cuestiones prioritarias es la profesionalización de la gestión. De este modo, la sociedad científica apuesta por la profesionalización de las gerencias de atención primaria y de mandos intermedios, con asignación del cargo mediante concurso público. “Es necesario avanzar en la elaboración de presupuestos capitativos para la asignación presupuestaria a las gerencias de AP y a la atención hospitalaria como instrumento esencial para promover la eficiencia”, ha añadido la experta.

Formación universitaria

En cuanto a la formación, en opinión de Fernández todas las facultades de Medicina deben ofrecer la asignatura de Medicina Familiar. “Lógicamente, ha de ser impartida por especialistas en MFyC, con profesores asociados y acreditados por la ANECA, cuyo currículum ha de ser adaptado a la realidad de la APyC (especialidad clínica que enseña clínica)”, ha acotado.

La vicepresidenta de la SemFYC ha apelado a la comprensión de la cámara y a la capacidad para reonconstruir la situación. “La AP es hoy más necesaria que nunca. Ustedes los políticos deben decidir dónde, cómo y a qué destinar los presupuestos”.

A su juicio una atención primaria adecuadamente financiada, con autonomía de gestión, con una cartera de servicios óptima y que  cuente con la confianza de gestores y políticos , “evitará el colapso sanitario, disminuirá la mortalidad y reducirá las desigualdades sociales.”