El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha subrayado que la catástrofe en Comunidad Valenciana ha supuesto una nueva “llamada de atención” sobre los problemas de recursos materiales y humanos que tiene el Sistema Nacional de Salud (SNS), sus deficiencias, y que no se han solucionado pese a los compromisos adquiridos durante la pandemia del Covid-19.
SATSE recuerda que administraciones y partidos políticos se comprometieron a raíz de la pandemia del Covid-19 a fortalecer y mejorar el sistema sanitario a través de un conjunto de más de 200 medidas y actuaciones fruto del trabajo parlamentario realizado en la Comisión para la reconstrucción social y económica de nuestro país.
Entre otras medidas proponen, aumentar la inversión pública y destinar al menos el 10% del PIB a Sanidad. Por otra parte, y con respecto a los profesionales, propone dotar de material de protección necesario a los sanitarios que colaboran en las zonas afectadas por desastres como es el caso de la zona de Valencia, valorar sus condiciones físicas y mentales, y la creación de equipos de intervención en domicilios.
No obstante, y transcurridos ya tres años, una nueva catástrofe ha evidenciado que, cuando un servicio sanitario se tiene que enfrentar a una situación extraordinaria, faltan recursos materiales básicos (equipos de protección, ropa…), hay problemas para que los profesionales se desplacen o las plantillas son insuficientes para poder atender a una población que sufre una situación de enorme dificultad y vulnerabilidad, afirma el Sindicato.
Propuestas del sindicato
Esta realidad ha sido trasladada por la presidenta de SATSE, Laura Villaseñor, a la ministra de Sanidad, Mónica García, para que su departamento, en colaboración con la Generalitat valenciana, adopte distintas medidas preventivas para los profesionales que están trabajando en los puntos de asistencia sanitaria afectados y en el Servicio de Emergencias Sanitarias.
Entre otras, las medidas planteadas son que se dote de material de protección necesario y adecuado a todos los profesionales, y que se valoren sus condiciones físicas y mentales para que puedan realizar sus tareas de la forma más eficiente, incidiendo en la valoración de los trabajadores sensibles o con patología.
También se propone la creación de equipos de intervención en domicilios, conformados por más de un miembro de equipos de Atención Primaria; que se garantice una rápida vacunación y actualización inmunológica ante el Tifus, Hepatitis A, B y E… y que se realice un protocolo de riesgos y actuaciones en las zonas afectadas por la inundación.
En la carta se exponen, además, los distintos riegos que sufren los profesionales, como los sobreesfuerzos físicos y caídas y la exposición a infecciones respiratorias, cutáneas, zoonosis y enfermedades transmitidas por vectores o a enfermedades gastrointestinales. También se alude a situaciones de estrés emocional por posibles pérdidas materiales e, incluso, personales.
Descoordinación
La falta de una buena coordinación y comunicación ha sido otro problema que ha afectado a los profesionales sanitarios que han intentado desempeñar su trabajo de la mejor manera posible en las zonas afectadas por las lluvias torrenciales de la DANA.
El Sindicato subraya el hecho de que los efectos de la catástrofe se han producido fundamentalmente en una provincia y el resto del país ha volcado su ayuda en ella, y se pregunta que ocurriría si se origina una nueva situación extraordinaria en varias o en todas las comunidades autónomas, caso, por ejemplo, de una crisis de salud pública, como fue la Covid-19.
La organización sindical resalta que no podemos volver a esperar a que se produzca una nueva situación de crisis, ya sea motivada por una pandemia, un desastre natural o cualquiera que sea la causa, para “llevarnos las manos a la cabeza” y prometer que las cosas van a cambiar en un futuro.
Mejoras
“Gobiernos y partidos políticos no han hecho realidad prácticamente nada de lo comprometido durante la pandemia del Covid-19 y ahora deben realmente priorizar la mejora de nuestro sistema sanitario para que pueda estar preparado para dar respuesta a situaciones ordinarias y también a las extraordinarias”, apuntan desde el Sindicato.
Para ello, y como ha venido demandando SATSE desde antes de la pandemia del Covid-19, nuestro sistema sanitario requiere de un incremento de la inversión pública, y que el porcentaje del PIB que destine el Estado sea, al menor, similar al de otros países europeos (10 por ciento). Otra gran asignatura pendiente es acabar con el déficit estructural de enfermeras y fisioterapeutas.
Superados ya los iniciales momentos de extrema gravedad, SATSE quiere volver a reconocer el gran esfuerzo y compromiso demostrado, una vez más, por todos los profesionales sanitarios cuando se produce una tragedia de estas características desarrollando, además, un trabajo no exento de riesgos para su seguridad y salud personal.
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