Pedro Sánchez anunció el pasado sábado 13 de mayo durante un acto de la campaña electoral que en el mes de junio el derecho al olvido será una realidad que se materializará en normativa.
Concretamente, esta iniciativa fue aprobada en la cámara legislativa a finales de marzo, cuando la portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad, Ana Prieto, llevó una Proposición No de Ley a este respecto.
“Los pacientes oncológicos ya no van a sufrir discriminación a la hora de firmar una hipoteca, acceder a un préstamo o a un seguro privado”, aseveró el presidente del gobierno.
Ante esta noticia, las asociaciones pacientes oncológicos en España se han mostrado esperanzadas. Sandra Ibarra, que preside la fundación que lleva su propio nombre y que lleva años enfocada en los problemas que padecen las personas supervivientes del cáncer ha definido este momento como “histórico” para los pacientes.
“Los pacientes oncológicos llevamos haciendo presión con este asunto desde hace mucho tiempo”, ha explicado a GM Pilar Fernández Pascual, presidenta de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico (Aecmm).
Por su parte, Marta Fuentes, presidenta de la Asociación Melanoma España considera que se tiene que proteger a los supervivientes y que la legislación “debe defendernos frente a las entidades financieras”.
Un reto de la Unión europea
“Cuando a un superviviente oncológico se le de el alta tiene en muchas ocasiones infertilidad, osteoporosis, perdidas de memoria, toxicidades cardíacas o sintrom de por vida”, explica a GM Sandra Ibarra que recuerda que en España hay dos millones de supervivientes, 12 millones en Europa y 32,5 millones en el mundo.
“Es un tsunami en nuestras vidas, que lo pone todo ‘patas arriba’. En la fase aguda de la enfermedad estamos muy acompañados por los equipos médicos. Pero cuando superamos esta fase nos encontramos algo perdidos”, explica Ibarra, en relación a las dificultades añadidas que tienen en sus vidas los supervivientes.
En la misma dirección se expresa Fuentes. “Es como volver a enfermar a quienes hemos sufrido cáncer. Cuando consigues concertar una hipoteca con una entidad financiera o simplemente un crédito para comprar un coche, te encuentras con la pregunta y muchas veces eres rechazado”. Considera inhumano revictimizar a los supervivientes y cree firmemente que este tipo de prácticas añaden más sufrimiento al ya pasado por estas personas. “No consiguen quitarse de encima la etiqueta y el estigma que conlleva”.
“Somos de los pocos países que hasta ahora no garantizaban este derecho”, subraya la presidenta de Melanoma España.
Eso mismo recuerda Fernández Pascual, que se muestra a favor de implementar el Plan Europeo Contra el Cáncer que se firmó el 2 de febrero de 2022. “El Plan Europeo trata sobre la detección precoz el diagnóstico, el tratamiento y la calidad de vida. Dentro de este último punto se trata el derecho al olvido y se insta a los países miembros a que legislen sobre esto antes del año 2025”, explica la presidenta de Aecmm, que recuerda que este punto es fundamental para que bancos y aseguradoras no discriminen a quienes hayan superado una enfermedad oncológica.
“Una persona que ha sufrido una enfermedad oncológica es una persona resiliente. Siempre hay que recomendar que se les contrate. Somos personas que han demostrado grandes habilidades”
Sandra Ibarra, presidenta de la Fundación Sandra Ibarra
El Plan Nacional contra el cáncer pone especial énfasis en la atención a los supervivientes. Una de las prioridades de este plan es la atención social, pero hasta ahora no se había tocado este tema. “No se trata de eliminar los antecedentes de la historia clínica de los pacientes, sino de que no tengan la obligación de contarlo cuando van a firmar un documento de este tipo. Y, que en caso de contarlo que no sea un factor excluyente”, añade Fernández Pascual.
Países como Francia ya tienen normativas similares desde hace tiempo. En Bélgica existe desde el año 2015 y en Portugal desde el 2021.
En España, los principios recogidos por la Ley 4/2018 eliminaron el ordenamiento jurídico de aquellos aspectos que promovían la discriminación hacia personas con VIH/SIDA u otras condiciones de salud. “La comisión europea mediante un informe tuvo que recordar al gobierno que no existía una política gubernamental que abordara este asunto. En el 2018 no se concretó que otras enfermedades recogía la ley y el gobierno se comprometió a realizar un proyecto de ley más concreto que no llegó”, recuerda Fernández Pascual
Discriminación en el trabajo
Aunque en las entrevistas de trabajo no se pregunte directamente por este asunto, esta constatado que en muchas ocasiones a los supervivientes de cáncer les cuesta encontrar trabajo.
Una problemática que se suma a la ya mencionada a la hora de solicitar seguros de vida, seguros médicos o hipotecas. “En comunidades muy pequeñas todo el mundo sabe quien ha tenido cáncer y quien no. Les cuesta más encontrar trabajo”, expresa Fernández Pascual.
En la misma línea se posiciona la presidenta de Melanoma España. “Los pueblos funcionan por el boca a boca”. Cuando el contratante tiene que elegir entre una persona que ha tenido cáncer y otra que no, en muchas ocasiones se decanta por la que no. Esto es una clara discriminación para las asociaciones de pacientes.
“Un cáncer no te incapacita para realizar un trabajo. Estamos capacitados para desarrollar cualquier actividad”
Marta Fuentes, presidenta de la Asociación Melanoma España
“Una persona que ha sufrido una enfermedad oncológica es una persona resiliente. Siempre hay que recomendar que se les contrate. Somos personas que han demostrado grandes habilidades, venimos con el coaching hecho de casa”, subraya Sandra Ibarra.
Considera que estos rasgos en las personas con cáncer se pueden observar desde la niñez. “A diferencia de los niños sanos a los que les cuesta levantarse para ir al colegio, los niños con cáncer infantil son críos que tienen ganas de ir al cole, de ver a sus amigos. En general los pacientes somos personas con ganas de trabajar, con ganas de vivir”, asegura.
“Un cáncer no te incapacita para realizar un trabajo. Estamos capacitados para desarrollar cualquier actividad siempre y cuando no se tengan secuelas incapacitantes”, comenta Fuentes.
Además de la problemática que conllevan los núcleos reducidos, Fernández Pascual también menciona que en muchas empresas piden chequeos y al final acaban teniendo datos de salud que pueden evocar a la discriminación.
Una medida humana
En un principio, no será obligatorio mencionar haber pasado cáncer, a la hora de rellenar formularios, cuando la persona haya superado la enfermedad desde hace cinco años. La UE hablo de implementar la medida a los diez años de superar la enfermedad y a los cinco en el caso de los menores de edad.
Esta medida esta enfocada a luchar contra la exclusión de personas que se incorporan por primera vez a un puesto de trabajo. “Hay personas que pierden su trabajo por tener cáncer. Esto no puede ser”, explica Ibarra.
La Fundación Sandra Ibarra trabaja, además de en los problemas laborales, en los problemas generados en el entorno, en la salud social y familiar, enfocados en los cuidadores y en quien cuida de ellos. “Medidas como esta ayudan, humanizan la sanidad”, concluye.
Desde las asociaciones se lucha para lograr una readaptación a la normalidad que de por si no es fácil. “Queremos que haya psicooncólogos más a menudo”, afirma Fuentes, que asegura que los supervivientes están desprotegidos en muchas ocasiones. “Tenemos aún muchos muros que derribar para estar en las mismas condiciones que otra persona que no haya estado en una situación como la nuestra”.