SABER MÁS SOBRE RESPONSABILIDAD CIVIL

Una paciente sufre un cáncer de mama que no es detectado en primera instancia por su ginecólogo habitual. Por ello, la paciente demanda al médico al considerar que si se hubiera detectado a tiempo dicho tumor se habría iniciado el tratamiento dos meses antes de cuando comenzó. Por esa razón, la mujer solicita una indemnización de 221.687,91€ por pérdida de oportunidad y daños morales.

Inicialmente, a final de septiembre de 2015, la paciente acude a la consulta del ginecólogo al detectarse un bulto en el pecho tres días antes. El doctor valoró el bulto y realizó una ecografía donde no se apreciaban atisbos de una respuesta cancerígena, además, la mujer señaló que no le dolía, con lo que el profesional médico emplazo a la paciente a volver dentro de dos meses si el bulto no había desaparecido para someterse a una nueva valoración.

En el mes de noviembre del mismo año, la paciente acude a la consulta aquejada de un resfriado y le comenta al médico que tiene un bulto en el pecho desde hace mes y medio, pero no presenta dolor en ningún momento. En este sentido, el médico pide la realización de ecografías y mamografías como medidas preventivas. Al realizarse las pruebas radiológicas, los doctores recomendaron urgentemente a la paciente la realización de una resonancia y de una biopsia de pecho.

A finales del mismo mes, la paciente acude al hospital para solicitar los volantes para la realización de estas pruebas, comentando que el ginecólogo que debería bastar con la biopsia de pecho para valorar el bulto, tras la realización de las mamografías y ecografías. Ante esta situación, la paciente decide acudir varios días después a Urgencias para la realización de una resonancia magnética y biopsia de pecho con ecografía, en la que le confirman que se trata de carcinoma de mama intraductal de mama derecha multicéntrico con un tamaño total de 7-10 centímetros, con metástasis ganglionares englobándose como mínimo en un estado clínico III. Desde ese momento, se inicia el tratamiento de carcinoma finalizando el tratamiento quimioterápico en agosto del 2017 con la eliminación del carcinoma y la extracción de músculo de la zona dorsal para relleno del pecho.

La representación del profesional médico demandado señala que en el diagnóstico inicial no se apreciaban indicios de células cancerígenas, siendo la indicación realizada la correcta en base a los hallazgos hasta ese momento

Por ello, la paciente reclama los gastos médicos y los gastos derivados de terapia alternativa que ella realizó. Asimismo, por perjuicio estético, ya que la paciente tenía una cicatriz dorsal de unos veinte centímetros y falta de músculo en los dorsales, debido a la extracción de músculo de dicha zona para rellenar el pecho. La mujer reclama también la cantidad que ha tenido que abonar a una persona para cuidar de sus hijos menores y los perjuicios de no haber podido trabajar durante ese tiempo de curación.

En esta línea, la representación del profesional médico demandado señala que en el diagnóstico inicial no se apreciaban indicios de células cancerígenas, siendo la indicación realizada la correcta en base a los hallazgos hasta ese momento. También, señala que el tratamiento del carcinoma que sufrió la paciente no hubiera sufrido ninguna modificación de iniciarse dos meses antes de cuando se inició, no considerando que exista una pérdida de oportunidad de la paciente. Por tanto, un nexo causal entre la actuación médica del ginecólogo y la enfermedad de la paciente.

De hecho, en el juicio quedó acreditado que el cáncer padecido por la paciente tiene una lenta progresión y que debido al tipo de tumor de que se trataba y de las circunstancias de lactancia en la que se encontraba la demandante, era muy complicado precisar la tumoración en un examen inicial, siendo necesaria la resonancia magnética para detectar este tipo de carcinoma con las circunstancias en las que se encontraba la paciente.

La jueza también llega a la conclusión que el tratamiento del carcinoma hubiera sido exactamente el mismo si se hubiera detectado dos meses antes de cuando se detectó, con lo que no se agravó la situación de la paciente ni se produjo una pérdida de la oportunidad.

En cambio, sí que señala que la poca claridad de la ecografía realizada hubiera requerido la realización de más pruebas, por lo que considera oportuno condenar tanto al ginecólogo como a su aseguradora al pago de forma solidaria de 6.000€ por el grave impacto y la sensación de angustia e inseguridad ocasionado por no plantearse el ginecólogo la realización de más pruebas ante el bulto localizado en el pecho de la paciente y los problemas en la imagen de la ecografía.

Con lo cual, es preferible, ante la duda la realización de más pruebas para poder determinar con claridad una posible dolencia en los pacientes.

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