SABER MÁS SOBRE RESPONSABILIDAD CIVIL
El paciente presentó una demanda por Responsabilidad Civil y reclamó 60.350,05 € en concepto de indemnización por daños psíquicos, físicos y perjuicios económicos causados por un diagnóstico inadecuado e intervención quirúrgica distinta a la pretendida, concretamente, una frenulectomía.
En relación con la actuación del doctor, el paciente acudió a la consulta por unas molestias leves que notaba durante la erección y las relaciones sexuales. Durante la exploración, no se detectó una fimosis y ningún dolor, por lo que no se diagnosticó una patología clara. Tras retraer varias veces el prepucio en reposo y ver que bajaba bien, no había ninguna lesión cutánea ni cicatriz. Al paciente se le explicó que la erección supone un cambio en el diámetro del pene y quizás lo que no se aprecia en la exploración física, durante la erección sí podría. En cualquier caso, lo ideal es que el paciente retraiga la piel de forma asidua o repetida, aprovechando las erecciones y la piel se adapte, algo que fue explicado al paciente para que no tuviese que pasar por una cirugía como es una circuncisión, que conlleva cambios irreversibles en el pene.
En estas situaciones, lo que más molesta es un frenillo corto, un síntoma que no padecía el paciente. Sin embargo, este no estaba muy a gusto con su piel, porque creía que tenía demasiada, y quería una circuncisión parcial. El doctor le dijo que se lo pensase y que le podían operar del frenillo o, si no, que se diese un tiempo para ver la evolución.
En las visitas posteriores hablaron de la frenuloplastia. El doctor le explicó la intervención y el paciente firmó el consentimiento informado. Tras la intervención, en la que fue todo fenomenal, el paciente estaba llorando diciendo que no le habían hecho la circuncisión.
Tras esto, y según el perito propuesto por el demandado, las conclusiones son claras:
- De la historia clínica y documentación aportada no se deduce que se cumpliera adecuadamente el deber de información, al no haber constancia escrita de la información verbal ni del razonamiento de la indicación de la frenulectomía en vez de la circuncisión solicitada por el paciente. Además, el consentimiento informado de frenulectomía no estaba firmado por el médico.
- La intervención de frenulectomía y el postoperatorio transcurrieron sin incidencias y de ellos no se puede deducir mala praxis.
- El paciente no tuvo secuela alguna: padece fimosis que ya tenía, ya que la intervención de frenulectomía no la ha solucionado y precisaría una nueva intervención quirúrgica, esta vez de circuncisión.
De la información facilitada por los peritos, no es usual que en consulta se examine el pene en erección, bastando a los urólogos la exploración física en reposo y la anamnesis del paciente. Sin embargo, dado que el propio paciente solicitaba una circuncisión y que en reposo ya aparecía un anillo prepucial, debió de realizarse una exploración minuciosa para desechar la circuncisión y decidir la intervención de frenulectomía.
Por ello se prueba la ausencia de la lex artis ad hoc en la prestación de la información previa a la obtención de consentimiento informado y en la determinación del diagnóstico y del tratamiento correcto, falta que llevó al doctor a no realizar la intervención correcta.
Además, la falta de un diagnóstico certero por no realizarse una exploración exhaustiva y la decisión de realizar una frenulectomía en lugar de efectuar una circuncisión, determinó que sea necesaria una nueva intervención.
El paciente reclamó 60.350,05 €, de los que 44.588,05 € corresponden a 28 puntos de secuela, 12.868,66 € a perjuicio estético importante, 942,90 € a 30 días no impeditivos, 350,46 € a 6 días impeditivos y 1.600 € a la necesidad de nueva intervención quirúrgica. Finalmente, se condenó a la compañía aseguradora del doctor a pagar al paciente la cantidad de 1.098 € en concepto de Responsabilidad Civil Profesional.
Más información: Blog de Uniteco – Protegiendo a los que nos cuidan (unitecoprofesional.es)
