Las reacciones en contra del punto 47.2 del dictamen sobre Sanidad en la Comisión de Reconstrucción del Congreso de los Diputados continúan sucediéndose en el ámbito de las SS.CC. En esta ocasión, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) ha mostrado su rechazo a la prohibición de que la industria farmacéutica no pueda colaborar en la formación continuada de los profesionales sanitarios.

En este sentido, han mostrado sus dudas sobre la subsistencia de esta actividad con la financiación pública como única fuente. Así, reseñan el papel de la colaboración privada también en materia de investigación, además de la propia formación sanitaria. Además, reclaman que la voz de los profesionales sea escuchada en este apartado.

En opinión de la SEPEAP, dicha decisión se ha tomado “sin el asesoramiento adecuado”. Tal y como explican en un comunicado, esta “ha generado gran malestar tanto entre médicos, sociedades científicas, asociaciones de pacientes y en la propia Farmaindustria”. Según estos pediatras, la realidad es que “la administración nunca se ha ocupado suficientemente de la formación continuada que necesitamos los médicos para el adecuado ejercicio de nuestra profesión”.

“La administración nunca se ha ocupado suficientemente de la formación continuada que necesitamos los médicos para el adecuado ejercicio de nuestra profesión”

Así, aunque la valoración general por parte de la SEPEAP del dictamen en sanidad aprobado por Congreso en su conjunto es positiva, esta no respalda que el mismo contemple la palabra prohibición. Un punto que “se ha quedado abierto, muy prohibitivo y sin dar una solución concreta”, y que según advierten “conllevaría consecuencias muy importantes para la formación de los médicos”.

A este respecto, la sociedad de pediatría aboga porque la formación del médico se base en comportamientos éticos y deontológicos, “en una acreditación de la calidad permanente y con una dotación financiera suficiente”, detallan.

Transparencia y ayuda del modelo

Asimismo, la sociedad ha reflejado que la aportación que viene realizando en este sentido Farmaindustría cuenta con el aval de un Código de Buenas Prácticas. “Desde su instauración en 1991 se revisa y autorregula periódicamente y su modificación ha sido ratificada en la Asamblea General de mayo de 2016”, defienden.

De este modo, subrayan la esencialidad de esta colaboración para la formación continuada de los profesionales sanitarios. “Esa cooperación contribuye a la realización, por parte de sociedades científicas y otras organizaciones científico-profesionales, de reuniones y congresos que permiten a los profesionales sanitarios mantenerse al día en sus especialidades y les posibilita acudir a estos eventos formativos con becas y ayudas sin las cuales tendrían muy difícil la asistencia”, concluyen.


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