GM Madrid | viernes, 02 de marzo de 2018 h |

Los nuevos dispositivos lanzados por la industria tabacalera, como el IQOS, no sirve para dejar de fumar ni para evitar el riesgo asociado al consumo del tabaco. De igual modo, no hay datos científicos suficientes como para recomendar el uso de cigarrillos electrónicos para dejar de fumar, cuyo uso es perjudicial para la salud.

Estas fueron dos de las ideas principales que se pusieron de manifiesto ante los más de 300 médicos de familia y profesionales de enfermería que se han dado cita en la Jornada Dual Neumológica de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

Estas ideas se analizaron en la mesa titulada ‘Tabaco: Nuevos problemas. Nuevas soluciones’ moderada por el vicepresidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), el Andrés Zamorano, e impartida por el presidente electo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), Carlos A. Jiménez Ruiz.

Jiménez quiso dejar claro que “con el IQOS se consume nicotina al mismo nivel que con los cigarrillos normales, por eso no sirven para dejar de fumar” y también advirtió de que los estudios que se han hecho con los cigarrillos electrónicos “tienen importantes deficiencias metodológicas y las conclusiones no son válidas”. Es decir, “no hay datos científicos que avalen que son eficaces para dejar de fumar”, sentenció el neumólogo.

Durante el encuentro también se hizo hincapié en el papel “fundamental” que juega la atención primaria en la prevención, control y tratamiento del tabaquismo. Todos los profesionales sanitarios que trabajan en el primer nivel asistencial “deben registrar el consumo de tabaco de sus pacientes, aconsejarles que dejen de fumar y ayudar a dejar de fumar a quienes estén dispuestos a realizar un serio intento del abandono”, remarcaron.

También consideraron “imprescindible” que se facilite el abandono del consumo del tabaco a los fumadores y aumentar la formación en diagnóstico y tratamiento entre los sanitarios.