El nuevo concierto de Muface para 2025-2027 supone un paso adelante en la organización y financiación de la asistencia sanitaria para los funcionarios civiles del Estado. La implementación de primas escalonadas por tramos de edad y la definición de plazos para el acceso a los servicios son elementos clave que buscan equilibrar la sostenibilidad del sistema con la calidad asistencial.
La implementación de primas escalonadas por tramos de edad y la definición de plazos para el acceso a los servicios son elementos clave que buscan equilibrar la sostenibilidad del sistema con la calidad asistencial
No obstante, estos cambios también plantean retos significativos. La progresividad por tramos de edad, aunque eficiente, debe garantizar la equidad en el acceso a los servicios, mientras que los plazos de atención requieren una infraestructura sólida que permita cumplir con los compromisos adquiridos. Será fundamental el seguimiento y la evaluación del concierto durante su vigencia para identificar posibles ajustes y asegurar que las expectativas del colectivo protegido se cumplan.
La prima: financiación escalonada
La licitación establece un sistema de primas mensuales fijas por persona, diferenciadas según tramos de edad y con incrementos progresivos cada año de vigencia del concierto. Para el año 2025, los importes de la prima mensual oscilan desde los 27,99 euros para beneficiarios entre 5 y 14 años, hasta los 260,96 euros para mayores de 74 años. Esta progresividad se justifica por el aumento de necesidades sanitarias y costes asociados a las edades avanzadas.
En 2025 los importes de la prima mensual oscilan desde los 27,99 euros para beneficiarios entre 5 y 14 años, hasta los 260,96 euros para mayores de 74 años
En 2026 y 2027, las primas se incrementarán gradualmente, siguiendo un esquema ya predefinido. Por ejemplo, en el tramo de mayores de 74 años, la prima subirá a 267,65 euros en 2026 y alcanzará los 272,11 euros en 2027. Este aumento anual refleja el compromiso de Muface por adaptar los costes a las demandas sanitarias reales, pero también puede generar debates sobre la sostenibilidad del sistema y el impacto financiero para las entidades aseguradoras.
El sistema de primas escalonadas asegura que cada grupo etario contribuya de manera proporcional a sus necesidades de atención sanitaria, evitando una carga uniforme que podría resultar ineficiente. Sin embargo, esta estructura podría generar tensiones entre los grupos de menor consumo sanitario, como los niños y jóvenes, y los de mayor edad, quienes concentran la mayoría de los recursos asistenciales.
Progresividad por tramos de edad
La segmentación por edad es uno de los pilares fundamentales de este nuevo concierto. Muface ha implementado un modelo que clasifica a los beneficiarios en siete tramos etarios: 0-4 años, 5-14 años, 15-44 años, 45-54 años, 55-64 años, 65-74 años y más de 74 años. Este enfoque permite ajustar la financiación a las necesidades asistenciales reales, ya que los costes sanitarios tienden a incrementarse significativamente en las etapas finales de la vida.
Muface ha implementado un modelo que clasifica a los beneficiarios en siete tramos etarios: 0-4 años, 5-14 años, 15-44 años, 45-54 años, 55-64 años, 65-74 años y más de 74 años
No obstante, esta progresividad también podría plantear desafíos para los beneficiarios más jóvenes. Aunque su contribución es proporcionalmente menor, el acceso a ciertos servicios sanitarios podría verse limitado si los recursos se concentran principalmente en los grupos de mayor coste asistencial. Este sistema, aunque eficiente desde una perspectiva económica, requiere un equilibrio cuidadoso para garantizar la equidad en la prestación de servicios.
Plazos y tiempos de acceso
Otro aspecto clave del nuevo concierto son los plazos definidos para la prestación de servicios. Muface establece tiempos máximos de acceso para consultas, diagnósticos, intervenciones quirúrgicas y procedimientos terapéuticos, dependiendo del nivel asistencial y la urgencia del caso. Estos plazos buscan garantizar que los beneficiarios reciban atención de manera oportuna, reduciendo las demoras innecesarias que podrían impactar en su salud.
Muface establece tiempos máximos de acceso para consultas, diagnósticos, intervenciones quirúrgicas y procedimientos terapéuticos, dependiendo del nivel asistencial y la urgencia del caso
Sin embargo, los tiempos máximos de acceso también podrían convertirse en un punto de fricción entre los beneficiarios y las entidades aseguradoras. En situaciones donde los medios asistenciales concertados no sean suficientes, los plazos establecidos podrían no cumplirse, generando insatisfacción y reclamaciones. Muface, en estos casos, contempla mecanismos para garantizar la continuidad asistencial, pero las soluciones no siempre son inmediatas y podrían depender de la disponibilidad de medios en cada región.
Ampliación de la cartera de servicios
Otro aspecto clave es la ampliación y mejora de la cartera de servicios, que ahora incluye técnicas avanzadas como la protonterapia y terapias de última generación, sometidas a la autorización de comités de expertos. Además, se incorporan prestaciones específicas como la atención bucodental ampliada para menores y personas con discapacidad, programas preventivos de cribado y opciones de rehabilitación avanzada.
La cartera de servicios, que ahora incluye técnicas avanzadas como la protonterapia y terapias de última generación, sometidas a la autorización de comités de expertos
Asimismo, la financiación de prestaciones costosas es otro punto destacado. Se asignarán 24.000 euros por tratamiento de protonterapia y se cubrirá un porcentaje de los costes de las terapias avanzadas. Además, el sistema incluye normas claras para garantizar la continuidad asistencial en casos excepcionales, como hospitalizaciones prolongadas o cambios de entidad aseguradora, protegiendo así a los beneficiarios en cualquier circunstancia.