Montse Chimeno, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), asume el liderazgo de una especialidad clave en el sistema sanitario. Con más de 72 años de historia, la SEMI afronta nuevos desafíos en un contexto marcado por el envejecimiento de la población y el aumento de patologías crónicas complejas. Chimeno plantea objetivos ambiciosos para visibilizar el papel de la medicina interna y destaca la importancia de fortalecer la formación, impulsar la investigación y modernizar el programa formativo. Asimismo, se compromete a abordar temas críticos como la sostenibilidad del sistema sanitario y la necesidad de incrementar plazas MIR para asegurar el relevo generacional. Chimeno detalla a GM las prioridades y retos que guiarán su presidencia, con un enfoque que combina innovación y el humanismo característico de la especialidad.
Pregunta. ¿Cuáles serán las líneas principales de su presidencia?
Respuesta. Mi objetivo es visibilizar el potencial de la medicina interna a nivel nacional e internacional. La SEMI tiene una trayectoria de más de 72 años, pero a menudo no se comprende del todo bien cuáles son nuestras áreas de competencia. Queremos que esta especialidad se perciba en toda su importancia para la atención de calidad de nuestros pacientes. Otra de nuestras grandes áreas es la formación, que deseamos proporcionar de forma adaptada y de calidad a socios con diferentes perfiles y necesidades. También queremos apoyar la investigación, ya que no todos los socios cuentan con las mismas oportunidades en este ámbito.
Además, debemos preservar nuestros valores tradicionales, como el humanismo y la relación médico-paciente, integrándolos con nuevas tecnologías y conocimientos. Queremos consolidar las relaciones con sociedades de medicina interna de otros países y con las sociedades de enfermería, así como fomentar sinergias con pacientes y sus familiares. La sostenibilidad del sistema sanitario y del planeta es otra línea de trabajo que me preocupa especialmente y en la que trabajaremos de manera activa.
P. ¿Qué propuestas tiene la SEMI para fomentar la investigación en medicina interna?
R. La investigación siempre ha sido una prioridad en nuestra sociedad. Ahora contamos con un proyecto llamado SEMinRed, una plataforma diseñada para facilitar la colaboración y apoyar a los investigadores en sus trabajos. Además, tenemos una escuela de investigación liderada por los doctores Pablo Pérez y Emilio Casariego. En este marco, cada año se otorgan numerosas becas de investigación.
P. ¿Cómo abordará la SEMI el reto de la cronicidad en un contexto de envejecimiento de la población?
R. La cronicidad es una de las grandes pandemias del siglo XXI, y la medicina interna está en una posición ideal para liderar su abordaje junto con la atención primaria. Con el aumento de la longevidad, los pacientes acumulan más patologías y presentan cuadros cada vez más complejos. Desde la SEMI queremos garantizar una atención de calidad a los pacientes crónicos y complejos, tanto en el hospital como fuera de él, optimizando los dispositivos que puedan mejorar su calidad de vida y evitar hospitalizaciones innecesarias.
P. El envejecimiento de los profesionales también es un problema creciente. ¿Cómo se enfrentará la SEMI a esta situación en la medicina interna?
R. Este es un reto no solo para la medicina interna, sino para todas las especialidades. La jubilación de profesionales ha superado la incorporación de nuevos internistas, lo que ha generado un déficit en algunas áreas. Es importante aumentar las plazas de formación MIR, ya que la medicina interna también ha ampliado su cartera de servicios: no solo atendemos las plantas hospitalarias, sino que ahora estamos en hospitales de día, hospitalización a domicilio, cuidados paliativos y colaboramos en asistencia compartida con otras especialidades. Es fundamental que se reconozca esta necesidad y se tomen medidas para garantizar el relevo generacional y un adecuado número de internistas.
P. ¿Debería el internista coordinar los equipos multidisciplinares que están tan presentes en el ámbito sanitario actual?
R. En muchas patologías, el internista es idóneo para liderar estos equipos, ya que su visión integral y capacidad de integración son claves. No obstante, somos conscientes de que en otros casos el liderazgo puede recaer en otra especialidad. Nuestra prioridad es siempre el bienestar del paciente, y nos adaptamos para trabajar en equipo, sin exclusividades, pero aportando nuestro enfoque global.
P. Respecto al déficit de especialistas, ¿considera que el éxodo de internistas al extranjero un problema?
R. En general, la mayoría de los internistas se quedan en España. El movimiento entre comunidades es natural y responde a las preferencias de cada profesional en cuanto a condiciones personales y profesionales. Más que un éxodo, el problema radica en el incremento de nuestra cartera de servicios, que ha generado una demanda de internistas que no siempre se cubre. Cada profesional tiene libertad para elegir dónde trabajar, y esto es algo que debemos respetar.
P. ¿Qué retos vislumbra a corto, medio y largo plazo para la medicina interna?
R. A corto plazo, es urgente la aprobación del nuevo programa formativo, que no se actualiza desde 2007. La medicina interna ha evolucionado considerablemente y necesitamos que nuestros residentes reciban una formación adecuada en las nuevas competencias y habilidades. A medio plazo, nuestro objetivo es fomentar la investigación y la formación continuada de nuestros socios, así como integrar las nuevas tecnologías en el día a día de la especialidad. A largo plazo, debemos centrarnos en la sostenibilidad del sistema sanitario, con un uso eficiente de los recursos y un compromiso activo con la sostenibilidad del planeta.
P. En la historia de la SEMI, usted es la tercera mujer en asumir la presidencia. ¿Qué significa esto para usted?
R. No considero que sea un hito, sino que es sorprendente que solo tres mujeres hayan ocupado este cargo en 72 años. Creo que las personas deben asumir estos roles según sus méritos y no por su género. Lo importante es que tengamos igualdad de oportunidades y que esta igualdad se refleje en la práctica. Confío en que, en el futuro, este equilibrio se normalice.