Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra cada 31 de mayo, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) advierte sobre las nuevas formas de fumar, ligadas a los vapeadores y los cigarrillos electrónicos, que se están convirtiendo en una posible causa de cáncer de pulmón, manifestándose esta enfermedad incluso con menos tiempo de exposición en comparación con el tabaco convencional. SEOM está “especialmente preocupada” por la creciente popularidad entre los jóvenes, ya que también representan una puerta de entrada al tabaquismo.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es el principal factor de riesgo evitable, responsable del 33 por ciento de los tumores y del 22 por ciento de las muertes por este cáncer. Además, en los últimos años se ha observado que el tabaco está relacionado con el aumento en la incidencia y mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres. Asimismo, el tabaco es responsable de un 30 por ciento de diferentes tipos de cáncer, como los de cabeza y cuello, vejiga y esófago. Por esta razón, SEOM se dedica a informar a la población sobre los riesgos del tabaquismo y participa activamente en el Plan Integral contra el Tabaquismo implementado por el Ministerio de Sanidad.

Rosario García Campelo, vocal de la Junta Directiva de SEOM y jefa del Servicio de Oncología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), recalca que “en el caso de cáncer de pulmón, el enemigo fundamental y no oculto es el tabaco. Todos los esfuerzos son pocos, tanto desde el punto de vista educativo como sanitario y legislativo para poner freno a esta adicción con demostrado efecto carcinogénico”.

Otro punto a destacar es el incremento en el número de casos de cáncer de pulmón en mujeres, consolidándose como tercer tumor más incidente y segundo tumor responsable de mayor mortalidad en mujeres en 2024. En parte, esto se debe a un aumento del consumo de tabaco en mujeres a partir de los 70 años. Según datos del INE, en el año 2022 fallecieron 5.967 mujeres por esta causa.

Nuevas formas de tabaquismo

La preocupación por las nuevas formas de tabaquismo entre los jóvenes, como los vapeadores o los cigarrillos electrónicos, sigue estando muy presente entre los expertos. Actualmente, no se pueden excluir los riesgos para la salud asociados al uso de cigarrillos electrónicos, incluso si no contienen nicotina. De hecho, algunos estudios han demostrado que los cigarrillos electrónicos aumentan el riesgo de enfermedades neoplásicas. SEOM ya publicó un posicionamiento al respecto, indicando que no se puede recomendar el uso de cigarrillos electrónicos y solicitando que se realizarán más investigaciones para conocer en profundidad su impacto.

De igual manera, el uso de productos de tabaco por calentamiento se considera peligroso para la salud. Todavía no se tiene suficiente evidencia para afirmar que estos productos sean más seguros que el tabaco convencional y, como ocurre con los cigarrillos electrónicos, su uso puede representar una oportunidad perdida para dejar de fumar o, en el peor de los casos, la iniciación en el tabaquismo.

“Aunque el tiempo de observación es corto, y la evidencia por tanto limitada, las nuevas formas de vapeo tan extendidas en jóvenes se posicionan como una potencial causa de cáncer de pulmón que se traduce en la aparición de esta enfermedad incluso con menor tiempo de exposición que con el tabaco convencional. No debemos olvidar, que en muchos casos el cigarrillo electrónico o el vapeo, asociado a inocuidad, constituye la puerta de entrada o el primer contacto con el tabaco convencional”, asegura García Campelo.

Problema de salud pública

Los expertos coinciden en que el consumo de tabaco es un problema de salud pública de primer orden, siendo la principal causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo.Según datos de la OMS, más de 1.100 millones de personas consumen tabaco y más de ocho millones mueren anualmente debido a su consumo, tanto de forma directa (más de siete millones) como indirecta por la exposición al humo ajeno en no fumadores (1,2 millones).

Además de afectar al propio fumador, el tabaco también perjudica a quienes conviven con él (fumadores pasivos). Es un factor de riesgo para el desarrollo de múltiples tumores, incluyendo los de cabeza y cuello, esófago, estómago, vejiga, colon, recto, riñón y páncreas, entre otros. Se estima que hasta el 20 por ciento de los fallecimientos por cáncer en Europa se deben al tabaco, y que cerca de la mitad de los fumadores morirán por causas relacionadas con su consumo.

Además, desde SEOM destacan que el tabaco está relacionado con enfermedades no oncológicas, como la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar, las enfermedades coronarias, los accidentes cerebrovasculares y las úlceras gastrointestinales, aumentando en un 70 por ciento el riesgo de morir prematuramente por enfermedades relacionadas con su consumo. Por todo ello, no fumar se considera hoy en día la mejor medida preventiva frente al cáncer y otras enfermedades asociadas al tabaco.


También te puede interesar…