Desde hace una década, los profesionales de atención primaria (AP) reclaman mejoras imprescindibles que permitan situar el primer nivel asistencial en el lugar que le corresponde. Peticiones que, un año más, y esta vez de forma virtual, se han defendido en el marco del Día Mundial de la Atención Primaria 2021, cuyo acto principal se ha celebrado en la tarde del 12 de abril con el lema “La atención primaria te cuida, ¡protégela!”

Durante este encuentro, organizado por el Foro de AP, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció la futura presentación de un conjunto de reformas e inversiones para ampliar y mejorar las capacidades del Sistema Nacional de Salud y, especialmente, la Atención Primaria y Comunitaria.

Según avanzó, se trata de reformas que, en gran medida, se llevarán a cabo gracias a los fondos extraordinarios de la Unión Europea, e irán en consonancia con la línea definida en el Pacto por la Ciencia y la Innovación y refuerzo del Sistema Nacional de Salud. Asimismo, estarán en línea con los requerimientos y reglamentos aprobados por las instituciones europeas.

“Es necesario emprender este proceso de reformas con el que los poderes públicos podrán garantizar la atención a las necesidades de la ciudadanía y anticiparse a los retos presentes y futuros”

Carolina Darias, ministra de Sanidad

Darias también hizo referencia al impacto de las políticas de austeridad, derivadas de la anterior crisis económica y a las circunstancias propias de la pandemia provocada por el coronavirus COVID-19; hechos que, según sus palabras, han influido “no sólo en la capacidad de la atención primaria, para desarrollar plenamente sus capacidades, sino que han afectado profundamente a las capacidades esenciales del Sistema Nacional de Salud”.

Para la ministra, “es necesario emprender este proceso de reformas con el que los poderes públicos podrán garantizar la atención a las necesidades de la ciudadanía y anticiparse a los retos presentes y futuros, así como a los riesgos derivados de un mundo cada vez más globalizado”.

Durante su intervención, se refirió a la capacidad asistencial, la capacidad preventiva, la capacidad de equidad y cohesión social, la capacidad profesional dentro del ámbito sanitario, la capacidad de inteligencia sanitaria y, finalmente, a la capacidad de adaptación y resiliencia del conjunto del Sistema Nacional de Salud.

En la misma línea, tuvo palabras de reconocimiento para los profesionales de la atención primaria de nuestro país, destacando el papel que han jugado durante el último año frente a la SARS-Cov-2 y ahora, especialmente, con la campaña de vacunación frente a la COVID.

“Nuestro Sistema Nacional de Salud, con sus profesionales sanitarios y la red asistencial, son nuestra gran fortaleza”, concluyó la ministra.

“No estar aquí”

El acto virtual del Día Mundial de la Atención Primaria fue conducido por María Fernández, vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), como organización que forma parte del Foro de Atención Primaria, en el que están representadas las sociedades científicas del primer nivel, la entidad colegial, decanos y estudiantes y sindicato médico.

María Fernández (Semfyc).

Fernández subrayó todo lo que implicaría “no estar aquí”, en relación con la idea de que se habrían alcanzado los logros que se demandan desde hace años. La portavoz lamentó, entre otras muchas ideas, que “ni la dotación presupuestaria, ni el marco institucional, ni el acceso a una cartera de servicios de máximos, ni la desburocratización sean una realidad”.

La responsable de Semfyc compartió esta tarea con Ángel Carrasco, como portavoz de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, que alertó del impacto de la crisis sanitaria en los menores y recordó que los niños son el 100 por cien de nuestro futuro.

Consolidar las mejoras organizativas aprendidas

En la misma línea, Ángel López, médico rural que repasó el impacto de la pandemia en el primer nivel asistencial, abogó por recuperar progresivamente la normalidad asistencial consolidando las mejoras organizativas aprendidas.

En su opinión, “la pandemia puede haber proporcionado una dirección de políticas únicas para hacer cumplir a los Gobiernos la necesidad de dotar de un mayor peso la salud pública y una mayor inversión en atención primaria”.

López remarcó la importancia de tomar conciencia del valor del primer nivel y de saber que están en condiciones de exigir condiciones laborales dignas y un trato adecuado, sin perder lo consolidado.

Ángel López.

“Una vez que la pandemia y sus secuelas estén controladas, será el momento de unirnos por lo que nos importa y exigir una verdadera revolución en la AP”

Ángel López, médico rural

Además, reivindicó una “inversión adecuada en AP incentivando la atención primaria rural, como recomiendan los expertos”.

De igual modo, insistió en que una vez que la pandemia y las secuelas “estén controladas” será el momento de “romper vínculos y luchas de poder y unirnos todos los que estamos aquí por lo que nos importa, y exigir una verdadera revolución en la atención primaria”, remató.

Presencia en las universidades

Tomás Cobo.

Por su parte, el presidente de la Organización Médica Colegial, Tomás Cobo, reclamó una presencia clara de la primaria en las universidades, como eje de nuestro modelo de sanidad público y universal.

Cobo destacó la precariedad como uno de los grandes problemas en la profesión médica con un impacto especial en la atención primaria y criticó también el mecanismo “patético” de comunicación entre el primer nivel y la atención hospitalaria, que, aunque ha mejorado, se basa finalmente en la relación “emocional” entre los profesionales, más que en un cauce efectivo bien establecido.

Coste emocional en los profesionales

Para finalizar, Montse Esquerda, pediatra y presidenta de la Comisión de Deontología del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, repasó el coste emocional de la pandemia en los profesionales, a quienes consideró segundas víctimas de la crisis sanitaria.

Tras un análisis de la situación vivida, Esquerda planteó la importancia de definir “el lugar en el que queremos pararnos cuando dejemos de orbitar”, en la medida que la experta compara este último año con una imagen de partículas en el aire en la que no hay un lugar fijo para ningún elemento.

De cara a definir esa posición en el que asentarse en el futuro, la experta destacó que es el momento de promover la resiliencia. Para ello, puso de relieve que los profesionales necesitarán ayuda para poder seguir cuidando, al margen de promover también resiliencia para todos.

Montse Esquerda.

El bienestar de los profesionales constituye una parte central de la atención al paciente y un indicador de calidad para los sistemas de salud

Esquerda añadió que se trata de un proceso activo que requiere poner en marcha estrategias específicas y subrayó que “para conseguir la atención primaria que queremos lo primero es sobrevivir a esta situación”, al tiempo que abogó por “darle sentido a lo vivido”.

En esta línea, planteó la importancia de impulsar recursos comunitarios en el futuro para que los centros de salud se conviertan también en espacios comunitarios para los propios profesionales.

Para finalizar, citó un artículo publicado en el British Medical Journal que sitúa el cuidado de los profesionales como parte esencial de los sistemas de cuidado. Entre las conclusiones de este trabajo recordó que es necesario detectar los aspectos clínicos que causan y mantienen el agotamiento fomentando el liderazgo clínico y una cultura de apoyo. Al mismo tiempo que se ha de considerar el bienestar de los profesionales como parte central de la atención al paciente y también como indicador de calidad para los sistemas de salud.


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