En el marco del 23 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria, organizado por SEDISA y ANDE, los consejeros de Sanidad de tres comunidades autónomas destacaron los retos a abordar y las medidas más relevantes que se deben poner en marcha a la hora de gestionar con las personas.

Para Julio García Comesaña, consejero de Sanidad de la Junta de Galicia, el principal desafío que ha quedado patente en los últimos años es la dificultad para conocer las necesidades de los nuevos profesionales, los “futuros médicos o enfermeros”. “Ya no hay un patrón fijo; hay que adaptarse al perfil de cada profesional y detectar lo que quieren”, expuso. “El primer gran reto es saber lo que quieren esos profesionales para que estén satisfechos trabajando con nosotros”, señaló.

En este sentido, Comesaña apuntó a la importancia de garantizar estabilidad laboral. Asimismo, hizo referencia a la “imposición” del teletrabajo, donde aún existen barreras que romper: “La propia población nos va a demandar ese acceso de forma diferente a las consultas y es algo que tenemos que incorporar”, afirmó.

Además, puso sobre la mesa que están surgiendo “nuevas funcionalidades relacionadas con los datos”. Un hecho en el que la tecnología juega un papel muy importante. “Tenemos que compatibilizar los modelos clásicos con los nuevos retos y herramientas de gestión de personas”, concluyó.

Por otro lado, Patricia Gómez i Picard, consejera de Salud y Consumo de Islas Baleares, considera que lo primero que se necesita para gestionar a las personas es “un presupuesto suficiente, una inversión en salud suficiente”. “Hemos vivido momento de desinversión en salud y en ese sentido yo diría ni un paso atrás. Me siento orgullosa del incremento del 70 por ciento de presupuesto en ocho años en Baleares, que nos ha permitido afrontar los retos de otra forma”, aseguró.

Además, afirmó que los profesionales son “imprescindibles”, por lo que “ni un paso atrás en la formación de profesionales, en la contratación de nuevos profesionales; tenemos que garantizar su estabilidad laboral y reconocer su esfuerzo“. En este sentido, la consejera balear indicó que se debe tener una hoja de ruta y gestionar “conforme a la evidencia” en política sanitaria. “Nuestro objetivo debería ser que la población no enferme y por ello hay que dedicar más a la salud pública. Es prioridad abordar las listas de espera, poner en marcha la estrategia de Atención Primaria, de salud mental y de atención a la cronicidad”, resumió.

En la misma línea fue Sira Repollés, consejera de Sanidad de Aragón, quien apuntó que gestionar el sistema sanitario con los nuevos perfiles profesionales, con las nuevas necesidades y con las nuevas expectativas de la sociedad “es un reto que se tiene que abordar con los pacientes, con los profesionales y con otros actores como las sociedades científicas o los políticos”.

“Nuestro sistema sanitario son personas que tratan personas, por lo que la participación de los pacientes y asociaciones de pacientes y ver qué quieren y esperan del sistema sanitario es la base donde nos tenemos que fijar todos los gestores sanitarios para saber hacia donde va nuestra sanidad”, aseguró.

En este sentido, Repollés hizo alusión a la medicina 5P: “Estamos hablamos de utilizar todos los datos que se generan a diario para que reviertan en la asistencia sanitaria a nuestros pacientes”, apuntó. “Tenemos que abrazar la innovación, las nuevas tecnologías, y conseguir que nuestro sistema sanitario revierta en salud para nuestros ciudadanos”, indicó. En definitiva, “dar vida a los años y no años a la vida”, puntualizó.

Transformación de las organizaciones sanitarias

Ante la pregunta de José Soto, presidente de SEDISA, sobre hacia dónde hay que dirigirse para que sea posible la transformación de las organizaciones sanitarias, Patricia Gómez i Picard aseguró que las organizaciones están siempre en continuo cambio, innovando, con la introducción de áreas de genómica, medicina de precisión, tratamientos innovadores… Sin embargo, cree que se deben “transformar las organizaciones para dar respuestas a las necesidades de salud actuales de los pacientes”.

Para Sira Repollés la transformación pasa por enriquecer y fidelizar a los profesionales. “Hay que avanzar hacia un sistema que incluya la participación de todos, es decir, tomar decisiones compartidas”, indicó, haciendo referencia al empoderamiento de los pacientes, pero también a “la capacidad de los profesionales de tratar las patologías en condiciones de excelencia”.

Finalmente, Julio García Comesaña distinguió, por un lado, el ámbito de la primaria y, por otro, el ámbito hospitalario. Considera que en Atención Primaria, la idea del equipo básico es una “idea antigua” y se debería inyectar “esas nuevas capacidades de la atención primaria”. Por tanto, “hay que reforzar ese trabajo en equipo, que no todo pase por el médico, y que exista una buena conexión con el ámbito hospitalario”.

Así, en el ámbito hospitalario, “hay que apostar por las unidades multidisciplinares“. “Los servicios tienen que seguir existiendo como tal, a efectos de especialización es una pieza fundamental, pero tenemos que ser capaces de compaginarlo con estructuras transversales apostando por estructuras en el ámbito oncológico, de enfermedades raras, etc. Así se optimizan los recursos, organizándonos en torno a patologías”, aclaró Comesaña. En definitiva, ve necesario reforzar los equipos, dotarlos de más profesionales y establecer una “conexión directa” entre la atención primaria y la hospitalaria.

Clausura del 23 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria.

Por otro lado, durante la clausura del congreso, intervinieron los consejeros de Sanidad de Andalucía, Canarias y Castilla-La Mancha, quienes coincidieron que se necesita un cambio en el sistema sanitario. Catalina García, consejera de Salud y Consumo de Andalucía se centró en las personas: “Las personas que gestionan el sistema de salud atienden a las personas; conjugar debe ser el reto”, afirmó.

En este sentido, apostó por “hacer la suficiente corresponsabilidad para tener un sistema generador de salud, eficiente y que dé respuesta”. “Hablar de soluciones y problemas, pero centrarnos más en las soluciones que en los problemas debe ser el siguiente reto, e invertir los términos para conseguir que promoción y prevención y salud pública sean las palabras clave“, agregó. Por ello, en Andalucía trabajan precisamente en “modificar y cambiar el sistema”. “Y ahí los profesionales son clave, pero también los pacientes y usuarios”, apuntó García.

Del mismo modo, Blas Gabriel Trujillo Oramas, consejero de Sanidad de Islas Canarias coincidió en dar valor a todos los agentes del sistema e ir hacia un cambio de modelo donde “la gestión de las personas para con las personas implique mayor participación de los profesionales en toda la gestión”. Así, en Canarias trabajan en la “búsqueda continua de la excelencia en la prestación del servicio” que dan a la población.

“Estamos ante un sistema muy vertical; debemos cambiar ese modelo y darle al paciente mayor oportunidad de participar en el proceso. Tenemos que transmitir a la ciudadanía que la prevención empieza por uno mismo y, por ello, tenemos que empoderar a los pacientes. Y los profesionales también deben implicarse en todos los niveles de gestión”, añadió el consejero canario.

Además, Jesús Fernández Sanz, consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, apuntó que la demanda de los pacientes y las familias “ha cambiado radicalmente”. Por ello, también considera que el cambio de modelo es necesario. Para Fernández esa transformación pasa por “cambiar la palabra sanidad por la palabra salud“. “Nuestro SNS ha cogido posiciones internacionales; somos capaces de diagnosticar, tenemos avances que nos ayudan mucho, tenemos procedimientos para curar y aliviar, pero tenemos que caminar más hacia hablar mucho más de salud y atender tanto a los enfermos como a los sanos”, aseguró.


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