El Foro de la Profesión Médica marca su horizonte 2020

El Foro de la Profesión Médica ha marcado su hoja de ruta para el próximo año. El objetivo es activar acciones político-institucionales, en materia de recursos humanos, y de formación. Así, la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina (CNDFM), Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud (CNECS) y Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), ya tienen definidas sus líneas rojas. Para Serafín Romero, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), es vital que el nuevo marco político devuelva la estabilidad para reactivar así los proyectos pendientes de desarrollar “y otros que duermen en un cajón”.

La reivindicación de la participación de profesión médica para llevarlos a cabo y el “liderazgo del Ministerio de Sanidad para llevar a cabo acciones globales” forman parte de esta estrategia.

La hoja de ruta de estos profesionales no ha variado respecto a los acuerdos que el Foro firmó en 2013 en la Moncloa, con Mariano Rajoy al frente. Un acuerdo que tenía como premisas claves la Sanidad, la profesión médica y la gestión clínica. De este modo, Romero explica que es necesaria una reunión inminente del Foro de las Profesiones Sanitarias, “que tiene ámbito legal y que ha demostrado ser de utilidad desde el consenso de las profesiones médica y enfermería” para resolver la modificación del Real Decreto que regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano. Tras esto, el Foro reclama firmar un nuevo acuerdo que “recoja la realidad actual y marque la senda de un horizonte sanitario explicativo”.

En materia de recursos humanos, para Gabriel del Pozo, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), las peticiones se centran recuperar la pérdida de poder adquisitivo —el recorte fue de más del 9 por ciento del salario base y pagas extra—, así como restablecer la jornada de 35 horas o una retribución de las guardias, al menos como una hora ordinaria. “Somos el único colectivo en que la retribución de la jornada extraordinaria en Atención Continuada es inferior a la ordinaria”, lamentó. Además, piden que sean voluntarias y que computen de cara a la jubilación.

La temporalidad y la precariedad laboral también están presentes en la lista de peticiones, así como reactivar la carrera profesional.

Con el examen MIR reciente, la necesidad de ajustar el numerus clausus se hace también fuerte. “Planificar las necesidades de médicos en el SNS”, advierten.

Por último, los médicos instan a revisar el modelo de financiación y que este sea “estable y suficiente”.

En su lista de reivindicaciones, el secretario general también ha abordado la necesidad de acabar con la precariedad y temporalidad, activar, homogeneizar y ampliar la carrera profesional, planificar las necesidades de médicos del SNS, una jubilación flexible entre los 60 y los 70 años, una garantía en la titulación de los médicos del SNS y que las lenguas cooficiales no deben ser requisito de acceso al Sistema. Por último, ha recordado que “queremos un modelo de financiación estable y suficiente que permita contar con los Recursos Humanos y técnicos adecuados para atender de la mejor manera posible la demanda de asistencia por parte de los ciudadanos. Debe ser finalista, requiere de más aportación pública y no puede haber diferencias sustanciales entre comunidades”.

Pablo Lara, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, lamentó el endurecimiento de los criterios exigidos para ser profesor, aplicados desde enero. Con datos preliminares de 2019, en total se han acreditado algo más de 40 personas como profesores titulares, “es decir, uno por facultad (hay 43), a distribuir entre las 25 áreas de conocimiento. Necesitaríamos un flujo de 250 profesores por año”, recordaba.

Daniel Lozano, vicepresidente de Organización Territorial del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), ha resaltado el crecimiento exponencial del número de facultades de Medicina (una más el año anterior). “El número de plazas del Grado excede con creces las necesarias para sostener la demografía española. Queremos pedir una cooperación más estrecha con los ejecutivos regionales y el central, y ahora también entre el Ministerio de Universidades y el de Ciencia”, reclamó.

Por su parte, para Antonio Zapatero, presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), el borrador del Decreto de Especialidades es una de las preocupaciones. “Estamos tremendamente preocupados porque si el Decreto de Especialidades está aún sin respuesta, ahora estamos viendo noticias sobre la opción de un traspaso del sistema MIR a Cataluña. Admitimos que tendrá margen de mejora, pero es un sistema uniforme, igualitario, justo y que permite recuperar talento. Fragmentar el sistema MIR es una de las peores noticias que podríamos recibir en los próximos meses”, aseguró.

Por último, Patricio Martínez, presidente de honor de CESM, volvió a poner en valor la relación médico-paciente y la necesidad de que sea declarada por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Martínez recordó que actualmente se sigue presentando el manual en las facultades de Medicina a los alumnos de nuevo ingreso y que están en su proceso de “seguir visitando a las comunidades autónomas para explicar en qué consiste la iniciativa, y de ese modo intentar que al menos 4 o 5 de los gobiernos de esas autonomías se adhieran al proyecto, lo tomen como suyo y manden la petición al Gobierno central para que sea reconocido como un bien inmaterial”.

Según explicó Patricio Martínez, la inestabilidad política de 2019 retrasó un poco las acciones programadas, pese a lo cual, ya tienen el apoyo de algunas comunidades. “La idea es que soliciten entre todas ellas la candidatura de manera interautonómica al Ejecutivo”, ha afirmado el presidente de honor de CESM, que considera imprescindible defender el modelo de relación humana, “que es el núcleo fundamental del acto médico, centrado en la persona, de alcance universal y funcionamiento eficiente” y ha explicado la necesidad de cuidar esta relación, puesto que en algún momento, “a todos nos va a tocar ser pacientes”.