La Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) continúa desgranando los puntos clave del Manifiesto por una Mejor Sanidad a través de sus foros IDIálogoS.

En esta última edición, los expertos analizaron el tercer y noveno principio de este documento, dos puntos que ponen el acento en los profesionales del sistema sanitario y en la transparencia.

Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS, recordó que históricamente se ha demostrado que lo mejor del sistema sanitario son los profesionales. “Abogamos por una implicación absoluta de los profesionales en todas las instituciones en el diseño de este nuevo sistema, de esta nueva sanidad cuyo renacimiento es absolutamente necesario”, destacó.

En relación con la transparencia, Abarca subrayó que esta cualidad favorece la mejora continua y constituye la mejor baza para avanzar hacia un sistema centrado en los pacientes.

Precisamente, este cambio de orientación, que sitúa al paciente en el centro de la atención sanitaria, se vislumbra como una exigencia en un contexto todavía dominado por la pandemia. Para Roser Fernández, directora general de la Unión Catalana de Hospitales, “la COVID da dos elementos de esperanza. Ha acelerado cambios de una manera natural y ha centrado el debate de la reforma del sistema nacional de salud en primera línea”. La experta invitó a pasar de la bibliografía, la teoría sobre las transformaciones que necesita el sistema sanitario, y que en su opinión ya están bien diagnósticadas, a los cambios generacionales.

Para ello, Javier Elola, director de la Fundación IMAS, defendió coincidiendo con la experta, que no hay otro camino que poner al paciente en el centro, como se reclama desde hace años.

En el debate, moderado por Marta Villanueva, directora general de IDIS, repasaron la necesidad de reformular el reconocimiento profesional de los trabajadores sanitarios. Este concepto, en opinión de Elola, pasa por la participación de los profesionales en el proceso de toma de decisiones y en la organización sanitaria.

Por su parte, para Roser Fernández “el principal reconocimiento es que las condiciones laborales sean dignas y estables en un nuevo marco de profesionalismo. El nivel retributivo y las políticas de reconocimiento son importantes. No pueden ser solo a nivel jerárquico”.

Flexibilidad

En su análisis, la carrera profesional y el sistema de dirección por objetivos son elementos importantes. En cuanto a las condiciones laborales también está la adaptación a nuevos modelos que tienen exigencias en dos sentidos. “Los profesionales tienen que adaptarse a estos nuevos modelos y se requiere movilidad, flexibilidad y capacidad de adaptación, que deben darse en las dos direcciones”, según indicó.

En la misma línea, Javier Elola defendió que “no tiene mucho sentido hablar de reconocimiento si no se modifica el estatus de los médicos”.

Una situación, en cualquier caso, que tiene sus particularidades en Cataluña, donde un 65 por ciento de los profesionales no son estatutarios, recordó Fernández.

La crisis sanitaria también ha acelerado la necesidad de que los profesionales se adapten a nuevos modelos: “Hemos visto la capacidad de los profesionales para transformar el sistema, pero han de hacerlo en el marco de unas organizaciones y con unos objetivos de políticas públicas”, aseguró.

Asimismo, subrayó como elemento importante que se van a incorporar nuevos profesionales. “Debe haber una redistribución de roles entre los profesionales y también se incorporan nuevos profesionales para hacer un enfoque más biopsicosocial. Hay que abrirse también a la comunidad y cuidar y acompañar a los pacientes crónicos en sus domicilios”, advirtió la experta.

Con respecto al principio de transparencia, Javier Elola puso el acento en la necesidad de fijar con claridad los objetivos del sistema sanitario. “Si tenemos claros los objetivos podemos evaluar su cumplimiento”, remarcó. Sobre este punto, la fundación que dirige marca cuatro objetivos fundamentales: Mejorar la salud, mejorar la experiencia del paciente (objetiva y subjetiva), la experiencia del profesional y la eficiencia.

Para Roser Fernández, se trata de un tema muy importante detrás del cual “hay bastante cinismo”, expuso. “Cuando se habla de desarrollar agencias de evaluación antes de hablar de estructuras hay que tener la voluntad de integrar estos datos en la toma de decisiones”, aclaró.

En su opinión, la transparencia debe estar presente en asignación de recursos y también de resultados. “Los datos permitirían superar el debate demagógico sobre titularidades y centrarnos en aquello que tiene aportación de valor y permitiría tomar decisiones a los profesionales y a los ciudadanos”, citó.

“Tenemos muchos retos y debe ser la presión del sector, de los profesionales y de la ciudadanía la que exija esta transparencia”, expuso.

Para Javier Elola, resulta fundamental resaltar el mensaje de que la información sirve para mejorar la calidad. “No se trata de culpabilizar a nadie, sino de detectar los problemas e intentar resolverlos”, concluyó.


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