“Vamos a tener que convivir y conviviremos con el virus. Con una incertidumbre y con un riesgo, pero será  una situación diferente. Ahora, estamos mucho más preparados”. Así de claro habla el presidente de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES), Juan Jorge González Armengol. Tras dos meses vertiginosos en las urgencias, Armengol está convencido de que ahora el sistema sanitario está mucho más preparado pero advierte: “si el sistema socioeconómico va mal, la Sanidad se hunde”.

Aprender a convivir con el SARS-CoV-2 es una realidad que debe calar en la sociedad, y esto, dice, no debe ser impedimento para que España vaya más rápida en la desescalada, y más concretamente la Comunidad de Madrid. Esta reinvención, sin embargo, pasa por cuestiones que se deben solventar. Es el caso de los indicadores para detectar nuevos contagios. Partiendo de la base de que la detección precoz es fundamental, Armengol resalta que muchos de los que están estipulados “no sirven para detectar”, explica.

Como apunta el experto, las urgencias llevan prácticamente mes y medio sin ver contagios nuevos. De hecho apunta a que es probable que muchas de las PCR positivas que se registran correspondan a reactivaciones del virus. “Estos indicadores no miden el rastreo de nuevos contagios”. Además, añade, que muchos de los pacientes que fallecen corresponden al pico de la epidemia. “Son pacientes complejos y críticos”, que en su mayoría, llevan varias semanas en las UCIs.

El presidente de SEMES recuerda, por otro lado, que la OMS en su última actualización ha puesto al mismo nivel el control del virus, la desescalada de la atención en el resto del sistema sanitario y las repercusiones sanitarias que produce la grave crisis económica. Además, no se ha olvidado de los derechos de muchos colectivos de pacientes. En este sentido, Armengol alude a pacientes como los oncológicos que han retrasados procedimientos como las cirugías, o a los datos de la Sociedad Española de Cardiología que habla de un descenso del 50 por ciento de los infartos. Una cuestión que España debería tener en cuenta, a su juicio, para encaminar la desescalada.

La detección precoz en centros de trabajo

El registro de datos se ha convertido en una actividad esencial de todos los profesionales de nuestro país. Algo que hacen “todos los días y a todas horas”. El diagnóstico precoz es la principal herramienta para acotar este virus. El presidente de SEMES explica que en la Comunidad de Madrid dos tercios de las PCR se hacen en hospitales y otros sectores, y un tercio en el primer nivel asistencial. “¿Por qué las empresas no pueden hacer la detección con un buen sistema de volcado de datos, comunicando la información a los servicios de salud pública?”. Para el urgenciólogo, está por implementarse como instrumento de ayuda el rastreo electrónico que está tratando de impulsar la Unión Europea.

Futuros rebrotes

En cuanto a los brotes, Armengol está convencido de que lo importante ahora y en los próximos meses es la responsabilidad, la distancia física, la higiene de manos, y recalca: la detección precoz. Posiblemente surjan nuevos brotes pero deberían serán “localizados”. Lejos de volver al mismo escenario de hace dos meses –cuando se creía que se trataba de una transmisión importada y no comunitaria- este experto considera que abordando los brotes de esta manera, el impacto de la crisis del coronavirus no será tan fuerte y el sistema tendrá capacidad para abordarlo. Este experto es partidario de abanderar una visión más optimista y reconducir la situación. “Nos estamos jugando mucho. Por encima de todo, España tiene que salir adelante”. 

La salud, un concepto integral

Otra de las cuestiones que desvirtúan el diseño de la ‘nueva normalidad’ ha sido asociar la capacidad del sistema sanitario con la desescalada. Hay que tener en cuenta, que según establece el Ministerio de Sanidad un territorio avanzará o no en función de si considera que su sistema sanitario está preparado -tanto los hospitales como la atención primaria- para evitar que se sature en caso de rebrote. Esto, lamenta, “no es un indicador”. A su juicio, no hay que perder de vista la economía, sin dejar de respetar a la propia pandemia. “Hay que sacar a España adelante”, vuelve a incidir este especialista.